Las hamacas de más de 500.000 euros, rotas en un almacén

Diana Mendoza / Diana Mendoza

Las hamacas de más de 500.000 euros, rotas en un almacén

Se compraron hace dos años pero muchas de ellas están guardadas en dos almacenes municipales. El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se ha visto obligado a tirar de las viejas tumbonas y sombrillas, las de toda la vida, para poder dotar de mobiliario a los diferentes sectores de las playas del municipio. La oposición acusa al Consistorio de dejar morir el servicio y la empresa adjudicataria denuncia maltrato del material.

En octubre de 2011, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, -formado por el tripartito de Nueva Canarias, Partido Socialista Canario y Asociación Vecinal- estrenó 4.000 hamacas y 2.000 sombrillas por valor de 568.000 euros para mejorar la imagen de las playas del municipio. En la actualidad, muchas de estas hamacas del modelo Miami Beach, pese a no tener ni dos años de antigüedad, se amontonan junto a las hamacas antiguas del modelo Valliu- las antiguas-, y a las sombrillas naranjas y azules de toda la vida, en dos almacenes municipales.

Los 43 trabajadores de la empresa Perfaler, que gestiona el servicio de hamacas para el Ayuntamiento de San Bartolomé, han tenido que sacar el polvo a las antiguas hamacas y acondicionarlas, en la medida de lo posible, para sustituir a las nuevas defectuosas. Según uno de los diez encargados del servicio de hamacas del municpio, Sergio García, “las nuevas hamacas y sombrillas no sirven. Tenemos sectores completos llenos de hamacas y sombrillas viejas y otros dónde está mezclado el material nuevo con el viejo. Cada día sacamos una media de 15 tumbonas rotas y de 20 a 30 sombrillas, pese a que no tienen ni dos años de antigüedad”.

Según este trabajador, que lleva veintiséis años desempeñando el oficio de hamaquero, desde antes que se municipalizara el servicio en el año 1997, diariamente reciben numerosas quejas de los turistas porque “tienen que utilizar las sombrillas y hamacas viejas, descoloridas por el paso de los años, la inclemencia del sol y el salitre y con la lona quemada y defondada porque los tirantes que la sujetan al armazón están ya dilatados. Sin embargo, ”ni siquiera nos proporcionan fondos para comprar cuerdas y tensarlas, el exiguo presupuesto para el servicio de Playas para este año es de 2.000 euros, claramente insuficiente para comprar material fungible, alambres, discos, cuerdas, etc. todo lo que requiere un servicio de esta magnitud que atiende a cuatro playas como son El Inglés, Maspalomas, Meloneras y la Playa del Cochino“. García, que además es presidente del comité de empresa, añada rotundamente: ”estamos ofreciendo una pésima imagen al turista que ve cómo al bañista de al lado le toca, vamos a decir 'por suerte' una hamaca nueva y a él una vieja, que tiene que pagar por el mismo precio, 2,50 euros la hamaca y otros 2,50 euros la sombrilla.

Sin embargo, la gerente

Las hamacas y sombrillas nuevas se encuentran apiladas junto a las viejas que se van reincorporando al servicio en un almacén municipal situado junto al aparcamiento del centro comercial Anexo II y en los bajos de la oficina de Playas que está situada en el mismo edificio de la Cruz Roja en la Playa del Inglés. “No sólo estamos ofreciendo una pésima imagen como servicio, sino que además las arcas municipales están dejando de ingresar una media de 3.000 euros diarios porque hay sectores de playa con capacidad para 180 hamacas y sólo disponemos en ellos de 90 o 100 porque no podemos reponer el material nuevo. Es un sinsentido después de una inversión de casi 600.000 euros en este material, añada García, indignado.

Sin embargo, la gerente de la empresa Garcitecnia S.L. -adjudicataria de la compra de este equipamiento-, Fefi García, afirma con rotundidad que esto es falso. “No han tenido una hamaca mejor en su vida. ”Estas hamacas las tiene el grupo HD y les duran una media de diez años“. Según la gerente de la compañía, las hamacas rotas se deben a que ”se entregaron en el septiembre 2011 y se tuvieron apiladas hasta comienzo de temporada alta, en octubre, por lo que muchas se estropearon y, por supuesto, -continúa indignada- ¿qué van a esperar si se trata de una explotación pública? El personal encargada no vela por el cuidado adecuado del material y tampoco los usuarios. Fefi García relata que en las pasadas fiestas de San Juan se rompieron 400 hamacas, que ella misma fue testigo de cómo las personas que se habían acercado a la playa las quemaban con velas, las tiraban en la playa, se sentaban hasta siete personas en una misma tumbona, etc“ La gerente comenta que ella misma se lo comunicó al concejal de Playas, Carlos Álamo. ”Esto no pasa en Tenerife dónde las hamacas y sombrillas están en perfecto estado porque la explotación de las playas es privada.

Según Sergio García él comunicó en un escrito que presentó en el Consorcio para la Rehabilitación del Sur de Gran Canaria, en los días previos a la celebración del concurso de adjudicación celebrado en abril de 2011, -los problemas que presentaban este tipo de hamacas y sombrillas. Fui acompañado de un concejal de la antigua corporación, un técnico municipal y la antigua alcaldesa, Mari Pino Torres y les presenté un informe dónde explicaba las deficiencias de este equipamiento. “Las hamacas tienen muchas piezas móviles que se caen de lo que es el armazón de la lona como basculantes o piezas de sujeción, además, el armazón en sí, tiene unas bisagras que son de plástico y que se están partiendo en su totalidad y en tercer lugar, las hamacas están hechas de una resina plástica que no soporta la fuerza del sol.

Eso en cuanto a las tumbonas, pero peor resultado han tenido las nuevas sombrillas, de color verde, que han tenido que ser sustituidas por las naranjas y azules de toda la vida, la mayor parte de ellas oxidadas. “Lo que ocurre con las sombrillas, -comenta este hamaquero-, es que vienen con un alambre que sujeta la varilla a lo que es la corredera y la corona, un alambre muy fino y de mala calidad que se parte a la mínima brisa y saca toda la varilla de lo que es la sombrilla. Además, continúa García, las que están ahora, son malas pero las sombrillas que vinieron primero, las que se adjudicaron en un primer momento, eran peores porque eran de fibra de vidrio y se partían en menos de nada. El Ayuntamiento llegó a un acuerdo con la empresa ganadora del concurso, Garcitecnia, y abonó una diferencia para que trajeran otras sombrillas de acero inoxidable, que son las que tenemos ahora, pero pese a ello, siguen siendo defectuosas por lo que te comenté, este trabajador, que además es miembro de la Federación de Servicios de UGT Canarias.

“Dejar morir el servicio para pasarlo a manos privadas”

El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, sin embargo, niega que el concurso de hamacas y sombrillas haya resultado un engaño, y afirma, pese a encontrarse estos dos almacenes municipales llenos de este material en estado defectuoso, que el Servicio de Playas esté utilizando las viejas hamacas y sombrillas. La concejala portavoz de Nueva Canarias en el Ayuntamiento de San Bartolomé y antigua alcaldesa del municipio, Mari Pino Torres, sostiene que “el deterioro del servicio de Playas es exagerado. Si las hamacas y sombrillas no reunían las condiciones adecuadas lo que tenía que haber hecho el Ayuntamiento es realizar las gestiones adecuadas para exigirle a la empresa adjudicataria del concurso, Garcitecnia, cn la fianza que depositó que reparase el material o efectuase un cambio. Esto es claramente un engaño, con guardarlas en dos almacenes no se soluciona el problema. Además, las arcas municipales están dejando de ingresar una media de 3.000 euros diarios por el funcionamiento deficitario del servicio.

La antecesora del actual alcalde de San Bartolomé afirma rotundamente que “lo que quiere el actual grupo de gobierno es dejar morir el servicio par pasarlo a manos privadas. Nosotros preguntamos al alcalde en un pleno extraordinario por qué no se había cumplido la sentencia y se había sacado el concurso para la gestión del servicio de playas, la respuesta de Marco Aurelio Pérez es que él defiende la privatización del servicio, por lo tanto, entendemos que esta desidia no es casual. Si no se desmantelara el servicio como está haciendo el Ayuntamiento, no podría justificar ante la población que se privatizase, estamos hablando de que el servicio de hamacas y sombrillas deja en las arcas municipales un promedio de hasta 17.000 euros en un día bueno, con la totalidad de las hamacas ocupadas, y de 10.000 eruos en un día con funcionamiento medio o normal. Para la actual consejera del Cabildo por Nueva Canarias, ”el Ayuntamiento debe ser quien recaude este dinero, bien sea a través de una empresa que gestione o por una sociedad municipal como Emursa, no estamos a favor de la privatización aunque eso es lo que pretende a todas luces el actual alcalde, aunque nos parece un sinsentido que con este planteamiento hayan aumentado considerablemente el número de cargos de confianza y directivos en el area de Playas“, concluye Torres.

Una compra “problemática”

El Consorcio para la Rehabilitación Turística del Sur de Gran Canaria celebró el concurso de adjudicación de hamacas y sombrillas para el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana hace dos años. Según declaraciones de la ex alcaldesa Mari Pino Torres en ese momento, “la gestión de la compra se le trasladó al Consorcio del Sur para agilizar el proceso, ya que éste contaba con la cantidad económica necesaria para la adquisición de este equipamiento, que el Consistorio tendría que pagar a la entidad en el plazo de cinco años”.

Según el presidente del Consorcio para la Rehabilitación del Sur en el momento en que se concedió la adjudicación, Rafael Molina Petit, “el concurso fue totalmente limpio, las hamacas y tornasoles fueron elegidos por un comité técnico formado por representante de las cuatro administraciones, -Ayuntamiento, Cabildo, el arquitecto del Consorcio y otro técnico del Gobierno- y se eligió con los ojos cerrados a la empresa Garcitecnia S.L. porque era la que presentaba la mejor oferta, otra cosa es que se haga un uso indebido de ese material, o que no se cuide como debería cuidarse”. Si luego la empresa no ha cumplido lo estipulado, para eso están los contratos para rescindirlos y para exigirles las responsabilidades correspondientes.

Respecto a la denuncia del Consorcio a la empresa adjudicataria por las condiciones del material, Molina Petit asegura desconocerlo pero afirma que en el contrato de adjudicación se amarró bastante bien que si había algún problema con el material, la empresa tendría que reponerlo. El anterior responsable del Consorcio se reafirma en que se presentaron seis empresas y que se eligió por unanimidad de todas las administraciones la propuesta de Garcitecnia S.L. avalada dicha propuesta por un informe técnico.

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