La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

Morales: “Y como éramos pocos, se suma al coro de los gasistas el presidente de Puertos del Estado”

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha acusado al presidente de Puertos del Estado, José Llorca, de “mentir descaradamente” al advertir que la isla podría quedarse al margen del mercado y perder la oportunidad de ser la base logística del Atlántico medio si no abre la puerta a la instalación del gas a través del puerto de Arinaga.

“Y como éramos pocos, se suma al coro de los gasistas el presidente de Puertos del Estado”, del Partido Popular (PP), lamentó Morales. Acompañando a Llorca en el conjunto vaporoso, el presidente grancanario señala a su homólogo en el Ejecutivo regional, Fernando Clavijo, y al consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento, Pedro Ortega, quien recientemente dejó entrever que introducción del gas en Tenerife frenaría la competitividad de la isla vecina.

Un mensaje “falso, torticero, pero recurrente, machaconamente recurrente. Digno de los mejores agentes comerciales de las compañías gasistas”, apostilla. En su opinión, las palabras de Ortega tratan de generar un estado de opinión en los empresarios y la ciudadanía contraria al Cabildo.

Morales denuncia que Llorca trata de favorecer determinados intereses empresariales y hace referencia a lo expresado por la Autoridad Portuaria de Las Palmas para concluir que el puerto de La Luz y de Las Palmas “no va a perder ninguna posición en el mercado marítimo internacional por este asunto”.

Al respecto, precisa que la instalación de una regasificadora en la isla no es necesaria, puesto que las descargas de Gas Natural Licuado se hacen en estado líquido, que es como lo requieren las embarcaciones para su consumo. Además, indica la posibilidad de que cada puerto pueda tener su base logística para suministrar gas en altamar a través de barcos regasificadores. Una posibilidad, esta última, que rechaza que se implante al enclave capitalino, debido al alto coste de estos barcos y puesto que el Cabildo desecha cualquier opción que suponga un freno a la implantación de renovables.

Por otro lado, hace hincapié en la opinión de expertos que vaticinan que el fuel pesado seguirá siendo lo más usado y el uso del gas solo llegará al 5% en los próximos años y pone de relieve el cierre de centrales de ciclos combinados que se está produciendo en La Península y las indemnizaciones que piden las empresas gasísticas al respecto.

Asimismo, ironiza con el “cariño inmenso” que le entró a Llorca por el puerto canario tras ser invitado por la Asociación para el Progreso de la Dirección que preside José Carlos Francisco - exconsejero de Coalición Canaria (CC) y presidente de la Confederación de Empresarios de Tenerife – a un encuentro que contó con “una gran foto de Disa”.

Un cariño que a su juicio contrasta con una gestión “obstruccionista” que, según denuncia, ha impedido inversiones e incentivos que supondrían el desarrollo del Puerto de la Luz y de Las Palmas. Como, asegura, ha ocurrido con la concesión de un espacio en Arinaga para la investigación de microalgas.

La “insensatez” de Ortega

Morales arremete contra el consejero de Economía del Gobierno regional por haber “animado” a los empresarios a invertir en una isla frente a otra, al decir “sin cortarse un pelo” que “si yo fuera un empresario interesado en invertir en Canarias y tengo condiciones, suelo, pero en una isla dispongo de una energía más barata que en otra, pues obviamente invertiré en ella...”. “La insensatez es mayúscula”, manifiesta.

Para el presidente canario, estas declaraciones son falsas puesto que la energía no va a ser más barata en una isla frente a otra y “la penetración del gas frenará a las renovables allí donde se instale”. “¿Quién va a permitir la sustitución del gas por las renovables, cuando hay que amortizar la planta, los diques, los contradiques, los gaseoductos, las redes de suministro… cuando las renovables son infinitamente más baratas?”, cuestiona.

Sobre los datos aportados por el consejero de que la penetración de renovables alcanzará el 21% en 2016, afirma que en el presente año no se ha instalado ni un Megavatio (MW) nuevo en el Archipiélago, que sigue estando en el 8%. De hecho, considera poco factible llegar a corto plazo a ese porcentaje, debido a las trabas existentes en la implantación de subestaciones y las servidumbres aeronáuticas.

“Siempre que hace declaraciones repite que el gas es necesario, pero que la verdadera apuesta del Gobierno son las renovables. Los hechos se demuestran andando. La realidad, tozuda, nos demuestra que esto no es así”, mantiene.

El Cabildo de Gran Canaria vuelve a lanzar un claro mensaje contra la instalación del gas en la isla y hace hincapié en su compromiso con las energías limpias, pese a conocer que la planificación energética de las islas corre a cargo del Gobierno de Canarias y el Ejecutivo central. Sobre las posibilidades reales que tiene la Administración grancanaria para impedir la implantación del gas, el líder de la institución hace referencia al compromiso alcanzado con el Gobierno canario para que la institución insular pueda avanzar en alcanzar mayores cotas de energía renovable.

De poder saltarse al Cabildo e implantar el gas en la isla alega que “ya lo hubieran hecho, llevan mucho años intentándolo”. Entre otras cosas, asegura que dicha instalación no cumple con la declaración de impacto ambiental y duda de que la planta de Granadilla comience a funcionar antes de que finalice el año.

“Es casi imposible encontrar en Gran Canaria un espacio que reúna las condiciones necesarias para instalar una planta de esas características que, sí que pone en riesgo la seguridad, porque sí que puede explosionar”.

Morales dice ser consciente de que “cada cierto tiempo. Se recrudecen los embates de los lobbies gasistas para presionar” a la Administración insular. Motivo por el que dice sentir una “enorme desazón comprobar cómo muchos servidores públicos parecen dar la sensación de que están en las administraciones públicas al servicio de determinados grupos de poder económico-empresariales”.

Etiquetas
stats