La dirección regional de Podemos ha solicitado este lunes formalmente, mediante un escrito registrado en el Cabildo de Gran Canaria y dirigido al presidente insular, Antonio Morales, el pase del vicepresidente segundo y consejero de Medio Ambiente, Emergencias y Participación Ciudadana, Juan Manuel Brito, al grupo de los no adscritos. La petición se produce cuando han transcurrido más de 48 horas desde que la Comisión Estatal de Garantías Democráticas de la formación morada comunicara la expulsión definitiva de Brito, que encabezó la lista de Podemos al Cabildo en las elecciones celebradas en mayo de 2015.
Podemos ha solicitado además una reunión a Antonio Morales para abordar la situación generada en la institución insular tras la expulsión de Brito, que el pasado viernes se reafirmó en su decisión de no renunciar al acta de consejero, de carácter personal, tal y como le reclamaba el partido.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha convocado la mesa de seguimiento del pacto tras el Consejo de Gobierno que se celebra este lunes al mediodía para analizar el nuevo escenario y las repercusiones de la expulsión, tanto en el grupo de Podemos, en el que siguen los consejeros María Nebot, Miguel Montero e Ylenia Pulido, como en el equipo de Gobierno.
Antonio Morales anunció el pasado sábado que cuando recibiera la comunicación formal de Podemos, encargaría un informe jurídico para estudiar si el recurso que Brito ha presentado ante la Justicia paraliza la decisión de expulsar al consejero y si la Ley de Cabildos de 2015 obliga a apartar de manera inmediata al viceconsejero segundo del gobierno insular como no adscrito o si, en cambio, la ley permite su continuidad en el mismo, como sostienen los servicios jurídicos de la institución, según afirmó el pasado viernes el propio Brito.
El consejero expulsado de Podemos defiende una interpretación según la cual la pérdida del reconocimiento de dedicación parcial o exclusiva, es decir, de cobrar por ejercer los cargos, tendría efecto si hubiese sido nombrado no adscrito antes de entrar en el Gobierno y no una vez formara parte del mismo.
El pase al grupo de los no adscritos conlleva la pérdida de derechos políticos y económicos. Brito también perderá asignaciones económicas y materiales que se conceden a los grupos políticos y no podrá participar en la junta de portavoces, aunque sí en las comisiones de pleno, con voz y voto.