El presidente canario deja abierta la puerta a sustituir a la consejera de Sanidad ante la fase más temida de la pandemia

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, junto a la consejera de Sanidad, Teresa Cruz Oval.

Carlos Sosa

Las Palmas de Gran Canaria —

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El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, no descarta ningún tipo de cambio en su equipo para afrontar la fase más temida de la pandemia de CORAVID-19. A pocas horas de asignar atribuciones a las nuevas incorporaciones que él mismo ha impuesto en el comité de gestión de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus, Torres ha dejado incluso abierta la puerta a sustituir a la consejera de Sanidad, Teresa Cruz, hacia quien se han dirigido todas las críticas incluso por carencias que no son atribuibles a ella, como la falta de material de protección, un déficit que sufren todas las comunidades autónomas españolas por la falta de previsión y la dependencia a la producción exterior. En el entorno presidencial cada día se asume con más naturalidad la censura a la consejera, a la que se está empujando a una dimisión ante la desautorización que ha supuesto la recuperación de vieja glorias de la gestión sanitaria canaria para paliar algunos desbarajustes que han cabreado mucho a Ángel Víctor Torres y a su entorno más inmediato y que pueden conducir al caos sanitario en el peor momento de la pandemia.

Preguntado al respecto este domingo en la rueda de prensa que ofreció al término de la comparecencia del presidente Pedro Sánchez, el de Canarias empleó toda la socarronería que atesora y, sin perder el gesto grave, dejó en el aire en su respuesta la previsión cierta de una destitución de la consejera si así lo considerara para una mejor gestión de esta emergencia, la de más grueso calibre con diferencia de cuantas ha enfrentado desde que llegó al puesto el verano pasado pero que le han servido para saber quién suma y quién estorba en un equipo de gestores que tienen que tomar decisiones inmediatas. “Cualquier circunstancia que haya que corregir, se hará”, fue su frase textual a la pregunta de cambios en su equipo.

Este lunes, o a más tardar el martes, el equipo que coordina esta crisis y que él mismo preside atribuirá funciones concretas a los pesos pesados de la sanidad canaria en etapas pasadas que ha incorporado al comité de gestión, como José Julián Isturiz y Conrado Domínguez, que este domingo permanecían a la espera de ser convocados. Ambos ya saben que formarán parte del equipo técnico de ese comité, pero no conocen cuáles serán sus responsabilidades, si se limitarán a un mero asesoramiento técnico o si, por el contrario, tendrán mando suficiente en plaza para poder destupir algunos conductos que no han operado de la mejor manera en esta crisis.

En tal caso, en el de que tengan que asumir decisiones, es evidente que no lo podrán hacer dando órdenes a la consejera, ni siquiera a su actual equipo, que se ha mostrado igual de inoperante que la propia titular de Sanidad. “Tenemos muy pocos días para reaccionar”, comentan fuentes cercanas al presidente, “y la única solución para que esto funcione es cesar a la consejera para salir de este desgobierno”. Nadie se cree que Torres vaya a incorporar a estos veteranos de la gestión sanitaria para que sus sugerencias sean bloqueadas por el equipo de Teresa Cruz.

La contestación hacia la consejera se acrecienta incluso dentro del Gobierno y entre los cargos intermedios de la consejería, algunos de ellos destacados militantes socialistas, que reconocen la falta de liderazgo de Cruz, la ausencia de instrucciones concretas y el desgobierno absoluto en el departamento. “Dentro de poco habrá una rebelión si no se actúa rápidamente. Cada hora que pasa es crucial”, dice una de las personas con responsabilidades cercanas al Gobierno.

En el entorno del presidente saben que la destitución no es su decisión favorita pero también que hará lo necesario para evitar una hecatombe sanitaria, aunque eso le pueda suponer en el futuro dar muchas explicaciones al PSOE de Tenerife, que exigió para sí la Consejería de Sanidad tras negársele la de Obras Públicas y rechazar la de Economía, que finalmente fue adjudicada a Carolina Darias, hoy ministra de Política Territorial, que inicialmente estaba destinada a ocupar el puesto que ahora está a punto de perder Teresa Cruz.

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