El ramen tiene su casa en Don Don Ramen
En pleno corazón de Las Palmas de Gran Canaria y en lo que en antaño era la zona más multicultural de la ciudad por su proximidad al muelle Santa Catalina, puerta de entrada de la misma, encontramos una casa por la que vale la pena desviarse ya que nos ofrece la posibilidad de comer uno de los platos más característicos de la gastronomía japonesa, el ramen. Dicho plato, que muchos intentan elaborar saltándose lo fundamental del mismo, tiempo y paciencia, es cocinado por Madeleine como marcan los cánones del mismo; fuego, cariño, producto y horas, muchas horas de cocción, que dan como resultado una experiencia digna de mencionar. Así es y así se cocina en el Restaurante Don Don Ramen.
En Don Don Ramen el menú tiene un protagonista principal, el ramen, que puede ser degustado de cuatro formas diferentes, pero con dos bases esenciales como son el Caldo de Cerdo y Pollo, con el que se elaboran el Miso Ramen, Shoyu Ramen y el Shio Ramen. Mientras tanto, para todas aquellas personas que sean vegetarianas o que les guste probar una diferente forma de comer este plato, se elabora un caldo especial de Verduras y Leche de Soja con el que se prepara el Ramen Vegetal.
Antes de preparar este artículo he visitado la casa dos veces, ya que quería probar diferentes tipos de ramen a la hora de tener una visión más completa de los mismos y puedo confirmarles algo, todos tienen matices diferentes pero un punto en común imprescindible, la potencia en cada sorbo y la frescura de unos fideos artesanales y elaborados en casa. El de Miso resaltaría sus matices picantes, mientras que en el Shio me gustaría destacar como una salsa elaborada a partir de sal, potencia los sabores de cada uno de sus ingredientes. Para terminar, el de Shoyu, con el toque inconfundible que la soja aporta a los diferentes platos.
Pero no podría escribir este reportaje sin probar el Ramen Vegetariano, elaborado como su nombre bien indica con ingredientes vegetales 100%, empezando por el caldo, que contiene leche de soja. Este ramen es el que más dudas me creó porque si bien es una gran labor de trabajo intentando acercar el gusto de este plato a todos aquellos comensales que no deseen comer carne, yo noto en falta esa potencia y paciencia que una noche entera de cocción con huesos y carnes ofrece al plato final. Eso sí, su resultado es sorprendente y notable para poder acercar este plato a personas que hayan decidido eliminar la carne de su dieta.
Otro ingrediente fundamental y característico de aquí son los fideos, elaborados en casa y con los que se preparan el ramen, pero también dos yakisobas diferentes, uno de tallarines salteados con tiras de ternera, gambas y verduras, así como el vegetal, donde las verduras son el protagonista del salteado. La pasta la elaboran artesanalmente de manera continua en cocina, por lo que su textura y sabor sorprenderán al comensal, tanto en el ramen como en los yakisoba.
La primera vez que escuché hablar de esta casa fue gracias a un lector como usted, en este caso José Luis Trenzado, quien se dirigió a mí para contarme la experiencia que había tenido comiendo en este local, y déjenme aprovechar la ocasión para agradecerle al mismo la iniciativa, así como animarles a que me cuenten cualquier sitio que pueda ser para ustedes de interés. Acudí un día al mediodía a almorzar y me encantó la sensación de que nadie supiera quien era yo, y disfruté mucho con cada cucharada que iba probando. Me fui y dejé pasar un tiempo para volver en otra ocasión y poder probar el resto de ramen que aquí se elabora y ya sí, poder conocer a los propietarios.
Al frente, una joven mujer tailandesa, afincada en Gran Canaria, llamada Madeleine, quien a base de una divertida mezcla entre inglés y algo de español me contó su historia. “Yo me enamoré del ramen en mi país, Thailandia, donde es un plato que se come mucho en la calle. Al llegar aquí hace unos años me di cuenta que no se conocía y que alguno que probé, no se parecía en nada a lo que yo recordaba de mi país natal. Por eso, mi marido y yo decidimos probar suerte e intentar trasladar lo que teníamos en nuestra memoria, porque además nos serviría para que incluso nuestra gente y nuestro hijo tuvieran un pequeño rincón con memoria de la comida de nuestro país. Estamos muy contentos de como nos ha acogido la ciudad, ahora llevamos casi año y medio en este local y son muchos los canarios que nos visitan, repiten y recomiendan, cosa que hace llevar mucho mejor el gran esfuerzo que significa elaborar estos caldos”.
Madeleine nos desgrana su forma laboriosa de trabajar sus platos: “Mis ramen se cocinan a fuego muy muy lento, dos días en cocción con pollo y cerdo de aquí, de Gran Canaria, al igual que toda la verdura que utilizamos, ello nos permite sacar un resultado con mucho ”umami“ (sabor y potencia), pero que también nos ha llevado a tener que educar al comensal en como comer el mismo, ya que tiene su proceso y sus tiempos. El ramen se sirve muy caliente, pero es que se debe comer así y no dejarse enfriar, porque si no, los fideos que se van cocinando en el mismo caldo corren el riesgo de pasarse. Cuando nos toca noche de elaboraciones el esfuerzo es muy grande porque no basta con dejarlo al fuego y ya está, tengo que venir durante la noche en varias ocasiones para ir midiendo las temperaturas de los caldos y evitar que se corten las cocciones. El vegetal no lleva tantas horas de cocción, pero la inclusión de la leche de soja, brotes de soja, millo dulce y setas variadas, le hacen ser complicado en cocción, pero es la mejor forma que he visto para poder sustituir la grasa que ofrecen las carnes.”
Sin duda, Don Don Ramen es uno de esos restaurantes que otorga algo diferente y único a la oferta gastronómica de Las Palmas de Gran Canaria y por si fuera poco, el precio del menú o de los platos es tremendamente atractivo, porque por 9,80€ uno almuerza con un entrante en forma de gyozas, un ramen, bebida y té. Ahora me queda el interés por probar otros platos de esta casa como son los arroces, pero eso ya será otro día. El precio del ramen sólo oscila entre los 7,80€ el pequeño y 9,80€ el grande, sin duda alguna, una de las mejores ofertas en calidad/precio que me he encontrado últimamente en la isla de Gran Canaria.
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