Seis mujeres de la Gastronomía para el 8 de Marzo

Seis mujeres de la Gastronomía para el 8 de Marzo.

Javier Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Ante el Día Internacional de la Mujer y en esta sección queremos seguir poniendo y dando voz a la mujer en el sector de la gastronomía, donde tiene una altísima presencia. En esta ocasión hemos decidido viajar por las Islas Canarias y la Península para mantener una breve conversación por separado con seis mujeres que desde los fogones, la sala y el periodismo gastronómico, trabajan 365 días al año por la gastronomía.

Estas son las seis profesionales escogidas y estas son sus respuestas.

Julia Pérez Lozano

Periodista gastronómica, directora y creadora del portal GastroActitud, que alcanzó el Premio Nacional de Gastronomía 2014 en la categoría de publicación online. Es una de las figuras femeninas más respetadas del sector a la que podemos ver viajando por los mejores restaurantes del mundo y organizando distintos encuentros gastronómicos de alto nivel, entre ellos el Foro de Queso de Las Palmas de Gran Canaria o el Foro de la Papa en Tenerife.

Rosalía Díaz

Cocinera peruana de nacimiento que lleva muchos años en España y que ha fijado su residencia en la isla de Tenerife. Ha trabajado con muchos de los grandes del sector y en 2018 cumplió su sueño de abrir el restaurante Qapaq, al que ha convertido en el mejor representante de la cocina peruana de todo el archipiélago canario.

Carito Lourenço

Carito es una de esas mujeres que te capturan en cuanto la escuchas hablar, te seducen cuando la ves cocinar y aplaudes al disfrutar de su cocina. Encabeza junto a su pareja un proyecto en Valencia como es Fierro, único en España y que merece todos los reconocimientos habidos y por haber. Pero, además, saca tiempo para seguir creciendo profesionalmente con otros negocios y ser una de esas cocineras que tanto preparan un plato salado como uno dulce.

Marisol Suárez

Copropietaria del restaurante Estragón y encargada de la sala. Más de 20 años dedicada a la profesión, tiempo por el que ha pasado por un restaurante que marcó una época en Vecindario como era La Floridita, una pequeña cafetería posteriormente y, desde hace casi tres años, junto a su marido Juan Sosa, una casa donde los sueños se cumplen para ellos, pero también para el comensal que se acerca a Santa Lucía a conocerlos.

Elsa Gutierrez

Una de las sumilleres más respetadas de nuestro país. Directora de sala en Annua by Oscar Calleja (2* Michelin) en San Vicente de la Barquera, inquieta por naturaleza y luchadora nata de corazón. Desde esa pequeña localidad cántabra se ha propuesto alzar la voz y poner en valor el trabajo de la mujer en la sala.

Cris Hernández

Hablar de Cris Hernández es unir comunicación gastronómica, organización de eventos, cocina y también iniciativa empresarial. Este 2020 continúa con la labor comenzada en el año pasado como directora de GastroCanarias a la que le suma el nacimiento de su nueva creación, Sabela, donde uno puede ir a disfrutar de la mente inquieta de esta apasionada de la gastronomía tanto en un buen desayuno, como en un almuerzo o en el momento del día que se le apetezca al comensal.

Julia Pérez Lozano: “Somos más mujeres, pero suenan más los hombres”

Julia Pérez Lozano: “Somos más mujeres, pero suenan más los hombres”¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

Yo escribía de viajes para El Semanal (Grupo Vocento) y para varias revistas. En mi casa siempre se comió muy bien, con mis padres íbamos a muchos restaurantes y a mí me interesaba la cocina, tanto que hice varios cursos. Mis relatos de viajes eran cada vez más gastronómicos… acabé especializándome de una manera natural. Entonces nadie quería escribir de gastronomía. Durante 17 años colaboré con la revista Mía Cocina donde hacía reportajes, entrevistas, rutas y también producciones fotográficas. Trabajé para ABC, Vogue, Geo, Metrópoli, etcétera. Hasta que dejé todo para trabajar en mi propio proyecto GastroActitud.

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Lo que más me gusta es aprender y descubrir talento. Me mueve la curiosidad y siempre estoy aprendiendo, sobre todo con los productores. Lo que más me molesta el uso bastardo que los no periodistas que hay en este mundillo hacen de mi profesión. Quienes cobran de restaurantes porque trabajan para agencias de comunicación o son o asesores (fiscales, legales, culinarios…) de cocineros, no deberían escribir. Sus opiniones no son libres, están pagadas. Por desgracia hoy no se diferencia entre información y propaganda. Tampoco me gusta que quien tiene el poder de la comunicación lo use para intimidar o chantajear. No me cabe en la cabeza que se le pueda decir a un cocinero “si no haces tal cosa, no te saco en mi artículo”.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Pregunta a la gente nombres de periodistas gastronómicos y verás los que te dicen. Ahí tienes la respuesta. Somos más mujeres, pero suenan más los nombres de nuestros colegas. Por suerte ahora están Cristina Jolonch (La Vanguardia) y Pilar Salas (EFE) en medios con mucha fuerza, y eso ayuda.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

No he hecho ningún sacrificio, soy una privilegiada que da gracias cada día cuando sale el sol por tener un trabajo que le apasiona. Lo único malo es que no es fácil mantener la línea (risas).

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

Pues me gustaría verlo igual que el de los hombres, porque el talento no tiene sexo.

Un olor.

El de las castañas asadas, me lleva a mi infancia

Un sabor.

El de la tortilla de patatas

Un momento

La primavera, la regeneración, la vida

Un sueño cumplido.

GastroActitud

Un sueño por cumplir.

No digo porque si lo digo no se cumple.

Rosalía Díaz: “Esa imposición de que la cocina profesional era campo de hombres ha cambiado”

Rosalía Díaz: “Esa imposición de que la cocina profesional era campo de hombres ha cambiado”¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

Empecé con 17 años a estudiar gastronomía y ya no he hecho otra cosa que cocinar, no sé ni me gusta hacer otra cosa.

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Me gusta todo de mi profesión, no podría decirte algo que no me gustara, porque para poder soportar el día a día tiene que gustarte mucho porque es un trabajo muy duro.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Yo te diría que sí me siento reconocida ya que los clientes que vienen a mi restaurante se van a casa satisfechos y ese es el mayor premio que puedo y quiero tener. Sobre la posición con respecto a la mujer y la cocina tengo la sensación de que esa imposición de que la cocina profesional era campo de hombres ha cambiado, pero también siempre he dicho que somos las mujeres las que debemos pelear por tener nuestro sitio.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

Quizás el sacrificio personal que he hecho hasta el día de hoy ha sido el posponer el momento de ser madre, aunque tampoco es algo que me preocupe ni tenga esa sensación de que me falte algo. No me siento especial ya que somos muchas en todas las profesiones las que optamos por ello.

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

Estamos en muy buen momento, creo que se nos empieza a reconocer en todos los ámbitos y ciñéndonos al de la cocina, cada vez hay más mujeres premiadas y reconocidas. Le veo un buen presente y aún mejor futuro.

Un olor.

Un sofrito.

Un sabor.

Cítrico.

Un momento

La hora del pase

Un sueño cumplido.

Tener mi restaurante.

Un sueño por cumplir.

No sabría decirte, o más bien prefiero no decirlo (risas)

Carito Lourenço: “El sacrificio que no estoy dispuesta a hacer es que la gente me diga lo que tengo que hacer”

Carito Lourenço: “El sacrificio que no estoy dispuesta a hacer es que la gente me diga lo que tengo que hacer”¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

En mi caso supongo que desde la escuela primaria ya que en el colegio donde yo estudiaba en Argentina desde 4º ya teníamos que trabajar con la materia prima y la cocina. Recuerdo que los lunes llevábamos productos, cocinábamos en el cole y el resultado es lo que nos llevábamos a casa para comer [permítanme que yo en este momento, aplauda y sueñe con que esto se trasladara algún día a nuestro país].

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Me gusta ver la satisfacción que genera al comensal el trabajo que realizamos en cocina. Lo que menos me gusta es la actitud de los jóvenes que salen de las escuelas y dicen querer dedicarse a la cocina, y recalco lo de “dicen” porque no tienen ni pasión ni ganas para ello.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Yo te diría que sí pero que todo tiene un poco que ver con la actitud personal que tú tomes al respecto.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

El mayor sacrificio que he hecho es mudarme de país y estar lejos de mi familia en todos los momentos personales importantes, tanto tristes como alegres. El sacrificio que no estoy dispuesta a hacer a día de hoy es que la gente me diga lo que tengo que hacer.

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

Me gusta y creo que va in crescendo, pero también es verdad que hay muchas cosas que no son fáciles pero querer es poder y cada mujer llegará donde quiera llegar, creo que el límite lo marcará cada una de nosotras.

Un olor.

El jazmín.

Un sabor.

El limón.

Un momento.

El café de la mañana.

Un sueño cumplido.

Dedicarme a lo que me gusta

Un sueño por cumplir.

Una Estrella Michelín para Fierro.

Marisol Suárez: “Me gustaría no ver techo en la mujer y que consiga todo lo que se proponga”

Marisol Suárez: “Me gustaría no ver techo en la mujer y que consiga todo lo que se proponga”¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

El primer restaurante que monté con Juan en el año 1993, La Floridita.

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Lo que más me gusta es el trato con el cliente, disfruto en la sala con el comensal.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Me siento muy reconocida por los míos que es lo que de verdad importa. Todo lo que me he propuesto lo he conseguido y soy feliz con mi vida. Lo que estás haciendo te tiene que gustar.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

No siento que haya sacrificado nada por mi profesión, mi vida es mi restaurante y la palabra sacrificio no la veo en mi profesión, no sabría decirte.

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

No sólo en mi profesión, sino en la sociedad actual me gustaría no ver techo en la mujer y que consiga todo lo que se proponga, creo que se puede conseguir.

Un olor.

El jazmín.

Un sabor.

El dulce.

Un momento.

El restaurante que comparto con mi marido.

Un sueño cumplido.

El Estragón.

Un sueño por cumplir.

Lo tengo, pero permíteme que me lo guarde para mí.

Elsa Gutiérrez: “A la sociedad le irá mucho mejor con la mujer mirándole de tú a tú al hombre”

Elsa Gutiérrez: “A la sociedad le irá mucho mejor con la mujer mirándole de tú a tú al hombre”¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

Cuando tenía 19 años, porque como no estudiaba, en mi casa me dijeron que no mantenían a vagos y sinvergüenzas (carcajadas). Empecé a trabajar en una pastelería y disfruté tanto y con el trato con el cliente que me pasé cinco años allí dentro.

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Ya te decía antes que lo que más me gusta es el trato con el comensal, disfruto muchísimo con ello y por decirte lo que menos me gusta también tiene que ver con el cliente. No me gusta ese que hagas lo que hagas nunca estará contento y que llega a la sala con ganas de montar líos, afortunadamente son los menos.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Afortunadamente me siento plenamente reconocida en mi profesión, pero mi trabajo y esfuerzo me ha llevado, nadie me ha regalado nada. Es cierto que a un hombre se le presupone su valía mientras una mujer debe demostrarlo día a día.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

No siento que haya sacrificado nada porque he hecho lo que he querido, creo que la verdadera libertad de la mujer es decidir hacer lo que quiera con su vida, y yo he decidido llevar esta vida haciéndome muy feliz.

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

Hemos tardado pero el momento actual es que hemos llegado para quedarnos. Ya no sólo las que estamos sino las que están llegando y las que aún no vemos venir. A la sociedad le irá mucho mejor con la mujer mirándole de tú a tú al hombre, trabajando codo a codo de la mano.

Un olor.

El salitre.

Un sabor.

Ácido.

Un momento.

El último abrazo con mi padre.

Un sueño cumplido.

Dedicarme a lo que me gusta y ser feliz.

Un sueño por cumplir.

Seguir siendo feliz con lo que hago.

Cris Hernández: “En ciertas mesas gastronómicas las mujeres no encajamos y más si tienes una voz un tanto crítica”

Cris Hernández: “En ciertas mesas gastronómicas las mujeres no encajamos y más si tienes una voz un tanto crítica” ¿Qué recuerdas de tu primer contacto con la que hoy es tu profesión?

Cuando creé mi página másquetendencias.com allá por 2009. Ahí pude empezar a compartir mis reflexiones y opiniones sobre este sector, que mezclaba con artículos de tendencias en general. Aunque mi vinculación con la gastronomía viene desde niña. Mi hobby era leer libros de recetas, meterme en la cocina y cocinar para mis padres. Les ponía el plato en la mesa y esperaba a que lo probaran y me dieran su veredicto. Cual jurado de master chef. Y fueron muy importantes para mí las horas que pasaba al lado de doña Nieves, la cocinera del restaurante La Palma Romántica, de la que aprendí muchos platos de la gastronomía clásica francesa, muy de moda en aquel tiempo y base imprescindible. Un pedazo de cocinera increíble. No era consciente de lo que me iba a valer hoy en día todo aquello.

¿Qué es lo que más te gusta y qué es lo que menos de tu día a día?

Lo que más me gusta, sin duda, es lo que aprendo cada día. Las historias que hay detrás de cada persona que se dedica al mundo de la gastronomía, empezando por agricultores y ganaderos, el tan minusvalorado sector primario, que es donde empieza todo. Después, las motivaciones y filosofía de cocina que hay detrás de cada cocinero y cada cocinera.

El trabajo detrás de cada restaurante, por modesto que sea. Lo que menos, la falta de pasión en las nuevas generaciones, el exceso de ego, el copia y pega, la falta de humildad, la falta de formación, el postureo de las redes sociales, la incoherencia, la superficialidad, la “gastropolítica” y la sobrevaloración de los premios. Hace años, para que te premiaran por tu trabajo tenías que demostrarlo. Pero vamos, lo normal y como en todos los sectores.

Hoy en día parece que no hace falta demostrar nada. Te compras una chaquetilla, te sacas unas fotos chulas, las subes a tus redes y listo. Ya eres “chef” o lo que es peor, asesor gastronómico y no se ponen rojos, es de locos. Te llamarán crack en menos que canta un gallo porque tu rollo mediático mola, aunque no sepas hacer unas buenas lentejas pero coges las pinzas con estilazo. Hay demasiados restaurantes y cocineros con vitrinas llenas de premios “humo”. Es un flaco favor al sector. No todo vale porque luego llegan los palos y las decepciones. Y los grandes y veteranos profesionales de la cocina lo saben de sobra. Por suerte, el prestigio no se puede pagar. Se gana. Y en este circo, el único jurado válido es el cliente.

¿Te sientes reconocida profesionalmente o sientes que aún se valora más al hombre que a la mujer realizando el mismo trabajo?

Creo que el reconocimiento, si llega, llega con los años y con el trabajo que uno realiza, independientemente de que seas hombre o mujer. En mi caso, siento que he conseguido cierto respeto en el sector, independientemente de que no le guste a todo el mundo lo que pienso y lo que digo. Pero sí he sufrido discriminación. No te tratan ni te valoran igual si llevas corbata que si eres una mujer, además joven. Evidentemente, no es así todo el mundo. Pero sí pasa. En ciertas mesas gastronómicas las mujeres no encajamos. Más bien, sobramos y más si tienes una voz un tanto crítica. En la gastronomía existe un tremendo machismo enquistado muy difícil de erradicar del que yo intento pasar lo más que puedo.

¿Qué has sacrificado de tu vida personal por llegar a tu posición profesional actual?

El mayor sacrificio es el tiempo restado a familia y amigos. Además, en mi caso, estoy en un sector desde dos vertientes. Desde la parte “periodística” y más crítica en la que llevo colaborando con muchos medios de comunicación, desinteresadamente todo sea dicho, durante muchos años, hasta la parte de la pequeña empresaria que tiene un local de hostelería con todo lo que eso supone: riesgo, horas incontables de trabajo, presión, responsabilidad, gestión, pocos días de descanso y dinero invertido en asistir a congresos, ferias y visitar restaurantes para probar, conocer y poder hablar y trabajar con el mayor criterio y conocimiento posible. El sacrificio que no haría a día de hoy es perder mi tiempo con las banalidades de este gremio que no te aportan nada.

¿Cómo ves el futuro de la mujer en tu sector concreto?

Pues in crescendo e imparable, a pesar de las trabas en el camino que solo sirven para hacernos más fuertes.

Un olor.

El pan de leña recién horneado.

Un sabor.

El de las papas asadas con sardinas y cebolla.

Un momento.

El día 24 de cada diciembre cuando mi abuela Virginia hacía su turrón de Navidad. Eso era magia.

Un sueño cumplido.

Sabela

Un sueño por cumplir.

Aprender pastelería. ¡Me flipa!

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