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Sobre este blog

Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

YA MERECIAN LA PENA CUANDO SE ESTRENARON, POR SI NO SE HABIAN DADO CUENTA

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Parece como si, de un día para otro, lo que había sido ignorado, denostado, criticado y/o vilipendiado haya logrado, por el arte del mundo digital del siglo XXI, un estatus que parecía reservado para quienes jugaban en las ligas mayores del mundo del entretenimiento.

© 1982 Walt Disney Productions and Bavaria Film

Ahora, todas aquellas producciones que formaron parte de la década oscura e innombrable de lo que hoy se conoce solamente como Disney, entre finales de la década de los años setenta y principios de la década de los años noventa del pasado siglo XX, se han convertido en “joyas que deben ser rescatadas, descubiertas y/o reivindicadas”. Eso sí, de todo lo dicho y hecho hasta entonces, tabula rasa y aquí no ha pasado nada.

Debe ser cosa de la edad -sobre todo, porque vi esas “joyas” en el momento de su estreno- pero no me he olvidado de ellas, ni tampoco he perdido la oportunidad de reivindicarlas sin necesidad de tener que esperar a la llegada de la plataforma de las plataformas digitales, ni nada por el estilo. Además, buena parte de las películas que ahora se postulan con el manoseado estatus de “culto” fracasaron y fueron ignoradas por la misma empresa que la llevó hasta la gran pantalla, sin necesidad de que la ignorancia del respetable público pusiera, en todo ello, su granito de arena.

V.I.N.CENT (Vital Information Necessary CENTralized)

© 1979 Walt Disney Productions

Otra cosa que me sorprende, en especial por la absoluta falta de perspectiva histórica, es olvidar los recursos a lo que debió recurrir Walt Disney para tratar de cambiar la forma en la que el público interpretaba lo que producía. Un perfecto ejemplo de todo esto es la forma en la que el público malinterpretó una película tan válida como The Black Hole (1979) pensando que, al ser una película de Walt Disney, era, por definición, “una película para niños”. Antes que la película de Gary Nelson, ya se habían estrenado Silent Running (1972) y Dark Star (1974) pero, claro está, en ninguna de ellas estaba la implicada la compañía del ratón Mickey. 1

Por añadidura, sería buena recordar que los robots en el cine de ciencia ficción son anteriores al tandem C-3PO y R2-D2, por si alguien lo había olvidado, y V.I.N.CENT. es genial, se mire por donde se mire.

Tres cuarto de lo mismo se podría decir de la película de animación The Black Cauldron (1985) la cual NO era para niños, o The Rocketeer. En lo que respecta a esta última, Walt Disney era la compañía menos idónea para llevar la historia gráfica original a la gran pantalla, salvo que lo hubiera hecho bajo el paraguas del sello Touchstone, de forma integral y sin tener que adaptarse a la visión que la casa matriz quería darle a la historia original. 2

© 1991 Walt Disney Pictures, Touchstone Pictures,

Silver Screen Partners IV, Gordon Company and Dark Horse Entertainment

Sí, Touchstone Pictures fue quien sacó a Walt Disney del atolladero, dado que no sólo se podían contar cosas que Walt Disney NUNCA contaría, sino que nadie identificaba la productora -al igual que luego pasó con Hollywood Pictures- con la particular visión del mundo creada por Walt Disney décadas antes.

Por eso me hace cierta gracia que se analicen películas de Touchstone según los parámetros de la Disney actual cuando resulta difícil, por no decir imposible, hacerlo. Es más, ahora hay quien se escandaliza con la “censura” que ha sufrido la película Splash (1984). Yo, en cambio, voy un paso más allá y me planteo cómo siguen estando presentes las salidas de tono del gran John Candy y el no menos genial Eugene Levy en esa misma película...

Touchstone es todo lo que nunca había hecho Walt Disney desde que empezó a producir películas para el cine y la televisión, de la misma forma que el estudio de animación TAMPOCO hubiera trabajado en el proyecto Beauty and the Beast (1991) de no ser por la situación económica en la que se encontraba. Y gracias a la osadía de quienes fueron capaces de ampliar la estrechez de miras de la empresa matriz, Walt Disney Studios logró remontar la situación.

© 1988 All Girl Productions, Silver Screen Partners IV, Touchstone Pictures



Sea como fuere, tengo asumido que estamos en la antesala de un periodo de aceptación y/o reivindicación cinematográfica de muchas de aquellas películas que pasaron por los cines con MUCHA pena y ninguna gloria. Y dado que yo ya estaba dentro de este negocio -y haciendo algo más que soltando barbaridades luego de haber visto tan solo veinte minutos de una película de dos horas, que los hay que hacen y hacían eso- añado unos cuantos títulos por aquello de no recorrer los mismos lugares comunes que personas como yo recorrieron, décadas atrás, sin necesidad de que nadie nos pre-cocinara el menú.

La lista es la siguiente: Dragonslayer (1981); Night Crossing (1982); Ruthless People (1986); Down and Out in Beverly Hills (1986); The Great Mouse Detective (1986); Adventures in Babysitting (1987); D.O.A. (1988); Beaches (1988); An Innocent Man (1989); y Dick Tracy (1990).

Esta claro que la lista es mucho más larga, pero sumen todas estas películas a las que se están comentando en los medios durante los últimos días y tienen para entretenerse. Eso, hasta que alguien vuelva a descubrir otra nueva tanda de “joyas que AHORA deben ser tomadas en consideración” , algo que, a buen seguro, no tardará en ocurrir.

© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2020

Night Crossing © 1982 Walt Disney Productions and Bavaria Film.

V.I.N.CENT © 1979 Walt Disney Productions.

The Black Hole © 1979 Walt Disney Productions.

The Rocketeer © 1991 Walt Disney Pictures, Touchstone Pictures, Silver Screen Partners IV, Gordon Company and Dark Horse Entertainment.

Beaches © 1988 All Girl Productions, Silver Screen Partners IV, Touchstone Pictures.

© 2020 Disney. All rights reserved.

Notas:

1-Para conocer más detalles sobre la producción y dirección de la película The Black Hole, por favor, consulten la siguiente bibliografía: Special coverage of The Black Hole. (1980, January). American Cinematographer, 61(1).
2-Quien esté interesado en saber la opinión del creador del personaje gráfico The Rocketeer, Dave Stevens, sobre cómo fue el accidentado proyecto cinematográfico, le recomiendo que se lea el siguiente libro: Stevens, D., Fenner, C., Steranko, J., Fenner, A., & Stout, W. (2008). Brush with Passion: The Art & Life of Dave Stevens(1st ed.). Nevada, CA: Underwood Books.


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Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.

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