Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
EN RECUERDO DE ETIENNE DE NAVARRE
Con una lucidez y claridad difícil de ver en una pantalla de cine -en parte, gracias al propio actor que reescribió el borrador inicial que figuraba en el guion- estas palabras desnudan toda la hipocresía de una sociedad, la nuestra, que castiga y persigue todo aquello que ya no le sirve, por mucho que Roy Batty sea solamente una máquina creada para servir a los seres humanos y con fecha de caducidad.
Roy Batty (Rutger Hauer) en la película Blade Runner © 1982 Blade Runner Partnership (Jerry Perenchio and Bud Yorkin), The Ladd Company, Sir Run Run Shaw (Shaw Brothers) & Warner Communications Company
La mayor virtud del actor fue, en su momento, su endiablada capacidad para dotar a una máquina de tal humanidad y, en cierto modo, de respeto para con sus semejantes, por mucho que Rick Deckard sea un antagonista que difícilmente se plantease hacer lo mismo con él. Cuando todo acaba, sólo hay dos hombres sobre el tejado de aquel edificio en el que se desarrolla la acción. No, un ser humano y una máquina desactivada.
Soldaat van Oranje © 1977 Excelsior Films, Film Holland, Rob Houwer Productions & The Rank Organisation.
El actor que se dio a conocer de la mano de las películas que protagonizó para el director Paul Verhoeven (Delicias turcas; Una novia llamada Katy Tippelen; o Eric, oficial de la reina) durante la década de los setenta, del pasado siglo XX, fue capaz de abandonar su Holanda natal y empezar a dejarse ver en películas netamente comerciales, tales como Halcones de la noche (Bruce Malmuth, 1981) teniendo como antagonista al mismísimo Sylvester Stallone; Clave: Omega (Sam Peckinpah, 1983), última realización del contestatario director norteamericano; The Hitcher (Robert Harmon, 1986), bautizada en nuestro país con el título de “Carretera al infierno”; Los señores del acero (1985) o su reencuentro con el director Paul Verhoeven, una década después de su último trabajo juntos; Se busca vivo o muerto (Gary Sherman, 1986), película que hoy se tacharía de ser políticamente incorrecta; o Furia ciega (Phillip Noyce, 1989), una actualización para el mercado anglosajón del clásico japonés Zatoichi, específicamente de su película número diecisiete Zatoichi Challenged (1967). Todas ellas se rodaron una década después de su debut en la serie de televisión Floris (1969), su primera colaboración con el director holandés Paul Verhoeven, quien es directamente responsable de la formación artística de quien, luego, protagonizara la película de Ridley Scott en 1982.
Nick Parker (Rutger Hauer) en la película Blind Fury © 1989 TriStar Pictures & Interscope Communications.
En las décadas siguientes, el actor continuó trabajando para el mercado anglosajón -con mejor o peor fortuna- tanto en cine como en la televisión, pero siempre que pudo no dudó en aportar su enorme talento a proyectos más minoritarios, que solamente se pudieron ver en el circuito de festivales de cine que se desarrollan a lo largo del globo. Una de esas películas fue Il futuro (Alicia Scherson, 2013) rodada en los estadios finales de su carrera profesional, en donde el actor interpreta a Maciste, un antiguo Mr. Universo que trabajó en algunos de los “peplum” rodados varias décadas en el país transalpino. Para Rutger Hauer, aquella pequeña e independiente película italiana, crepuscular hasta el extremo, bien pudiera ser considerada una suerte de testamento vital para un actor que sólo unos años antes había aparecido en Sin City: Ciudad del pecado (Frank Miller, Robert Rodriguez & Quentin Tarantino, 2005) y Batman Begins (Christopher Nolan, 2005), producciones diametralmente opuestas a la cinta de Alicia Scherson.
Il futuro © 2019 Movimento Film, Jirafa, Pandora Films, La Ventura, Astronauta Films & Jaleo Films
Dos de sus últimos trabajos han tenido lugar en la ciertamente irregular Valerian y la ciudad de los mil planetas (Luc Besson, 2017) y Los hermanos Sisters (Jacques Audiard, 2018), un atípico y notable western que debió correr mucha mejor suerte cuando llegó a las pantallas de los cines. A día de hoy, aún quedan otras cuatro películas por estrenar, las cuales servirán de epitafio para un actor que, a pesar de su longeva carrera, nunca se terminó de entender con el medio que le otorgó un nombre en la historia del séptimo arte contemporáneo.
Dicho esto, si hay una película en la que el actor se comportó, leyendas aparte, como lo que era; es decir, una persona amante de la libertad y en contra de quienes tratan de organizar el mundo para que éste les sirva como si se tratara de su juguete personal, esta es, sin duda alguna, Lady Hawke (Richard Donner, 1985)
El disciplinado y marcial capitán de la guardia, Etienne de Navarre (Rutger Hauer), atrapado entre los hilos de una descarnada y demoniaca maldición, urdida por su eminencia, el obispo de Aquila (John Wood), ser perverso y desalmado, terminará por confiar su destino y el de su amada, Isabeau de Anjou, (Michelle Pfeiffer) al impetuoso comportamiento de Phillipe Gaston (Matthew Broderick), un joven ladrón apodado “el ratón”. Esta unión debería haber naufragado antes, siquiera, de comenzar la travesía, pero gracias a un monje parlanchín y bebedor, Imperius (Leo McKern), y a la ayuda, entre otras cosas, de un eclipse total de sol que realmente ocurrió -el uno de enero del año “de nuestro señor” de 1386- la balanza se decantará del lado de los puros y no de los impíos; es decir, del obispo y sus secuaces.
La película es, por derecho propio, una de las leyendas cinematográficas más hermosas jamás rodadas, poseedora de una estética impecable -merced a la sobresaliente fotografía de Vittorio Storaro- con una banda sonora que posee sus luces y sus sombras, debido a la inclusión de Alan Parsons como productor junto al trabajo y la partitura de Andrew Powell, con quien el primero ya había colaborado anteriormente. Y si bien es cierto que hay momentos en donde la mezcla de estilos puede llegar a “chirriar” un tanto, no es menos cierto que la simbiosis de estilos marcó un antes y un después en la composición de bandas sonoras.
En cuanto al trabajo de los actores principales, cada uno está donde debe independientemente del lado del tablero en el que se encuentren. Así, el obispo de Aquila es la maldad absoluta y el capitán Marquet (Ken Hutchison), su brazo ejecutor. El trío compuesto por Etienne de Navarre, Phillipe Gaston e Imperius serán el contrapeso ante tanta iniquidad. ¿Quién queda? Nada más que la incalificable, frágil y embriagadora Isabeau de Anjou, cuya misma presencia en la pantalla termina por congelar el objetivo del proyector. Sólo Ingrid Bergman en Por quién doblan las campanas (Sam Wood, 1943) había logrado llenar tanto una pantalla como, luego, lo consiguió la actriz norteamericana cuando interpretó al amor de Etienne de Navarre, atrapada, como él, en la mezquina y desasosegante maldición urdida por el demente religioso… “Siempre juntos, pero eternamente separados”.
Isabeau de Anjou (Michelle Pfeiffer) y Etienne de Navarre (Rutger Hauer) en la película Lady Hawke © 2019 Twentieth Century Fox & Warner Bros.
Por eso, la secuencia final de la película no solamente es una de las más hermosas de cuantas se han rodado a lo largo de la historia del celuloide, sino que se me antoja el mejor legado para un actor que, sin hacer ruido, nos dejó algunos de los mejores recuerdos, mientras algunos estábamos sentados en la butaca del cine. Sólo espero que, si Rutger Hauer no encuentra la llave para entrar en el “cielo” de los actores, “el ratón” la robe y se la dé, tal y como el ladronzuelo le dijo a Imperius, después de despedirse de la pareja de enamorados, juntos otra vez.
© Eduardo Serradilla Sanchis, Helsinki, 2019.
Blade Runner © 1982 Blade Runner Partnership (Jerry Perenchio and Bud Yorkin), The Ladd Company, Sir Run Run Shaw (Shaw Brothers) & Warner Communications Company
Soldaat van Oranje © 1977 Excelsior Films, Film Holland, Rob Houwer Productions & The Rank Organisation.
Blind Fury © 1989 TriStar Pictures & Interscope Communications.
Il futuro © 2019 Movimento Film, Jirafa, Pandora Films, La Ventura, Astronauta Films & Jaleo Films
Lady Hawke © 2019 Twentieth Century Fox & Warner Bros.
Nota:
1- El monólogo completo es el siguiente: I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off the shoulder of Orion. I watched c-beams glitter in the dark near Tannhäuser Gate. All those moments will be lost in time, like tears in rain. [pause] Time to die.
Sobre este blog
Mi vida ha estado ligada al séptimo arte prácticamente desde el principio. Algunos de mis mejores recuerdos tienen que ver, o están relacionados, con una película o con un cine, al igual que mi conocimiento de muchas ciudades se debe a la búsqueda de una determinada sala cinematográfica. Me gusta el cine sin distinción de género, nacionalidad, idioma o formato y NO creo en tautologías, ni verdades absolutas, que, lo único que hacen, es parcelar un arte en beneficio de unos pocos. El resto es cuestión de cada uno, cuando se apagan las luces.
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