La actividad científica de los grandes telescopios de La Palma, a merced de la ceniza del volcán
El Observatorio del Roque de Los Muchachos se encuentra a más de 70 kilómetros de la zona de la erupción del volcán de Cumbre Vieja. Se sitúa a 2.396 metros de altitud y concentra “una de las baterías de telescopios más completas del mundo” en un enclave único para estudiar las estrellas. El administrador del Observatorio, Juan Carlos Pérez Arencibia, explica a este periódico que su actividad continúa, pero a merced de las cenizas que expulsa el volcán y muy pendientes de la dirección de los vientos, que en ocasiones empuja estas partículas hasta la zona norte de la isla. Según apunta, cada noche actualiza la información sobre las previsiones meteorológicas para que los investigadores conozcan en qué condiciones se encontrarán al día siguiente las instalaciones. La mayor parte del tiempo las condiciones son buenas en este punto de La Palma para apreciar las estrellas, pero hay telescopios que sí que se ven obligados a cesar su actividad por propio diseño.
Es el caso de los Cherenkov, explica el administrador. De hecho, hay que tener en cuenta la propia fisonomía de estos telescopios. Por ejemplo, el Magic está formado por un espejo segmentado en otros 250 en forma de cuadrado. La erupción también está afectando al Gran Telescopio Canarias (GTC), el mayor del mundo. Este mismo jueves, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) informaba de que imágenes de esta misma gran lente y del Telescopio Espacial Hubble han ayudado a identificar cómo se formaron las primeras galaxias. Además de estudiar la formación de las estrellas, su labor es fundamental para la detección de agujeros negros. El director de Operaciones Científicas, Antonio Cabrera Lavers, manifestaba a principios de mes a este periódico que la instalación se encuentra cerrada porque se ha estado evaluando cómo definir un protocolo para operar en función de los vientos. “Si no podemos observar con seguridad, esperaremos a que el volcán pare”, afirmaba.
Juan Carlos Pérez Arencibia recuerda que la actividad científica en un telescopio se planifica para un semestre completo y añade que estas grandes lentes mantienen su rutina. “Parece que los telescopios solo trabajan de noche, pero de día hay muchísima actividad de mantenimiento”, asegura. Por las mañanas se suele acceder al observatorio de manera natural. “No estamos en la adversidad del volcán”, subraya, pero sí muy pendientes de los vientos.
Sin visitas al interior desde 2020
En estos días, en especial los fines de semana, pueden apreciarse vehículos acercándose al Roque de Los Muchachos. Sin embargo, las personas que viajan en ellos no suelen llegar ahora atraídas por la imagen de la caldera de Taburiente o la majestuosidad de estas grandes lentes, sino por el volcán. Desde este punto, el más alto de La Palma, se aprecia la estampa del volcán desde otra visión. Fotografiar la imagen de la erupción es el principal reclamo de los curiosos que recorren tantos kilómetros para subir a la cumbre de la isla. Hacer una visita guiada al interior del Observatorio no es posible desde antes de la pandemia. En marzo de 2020 se tomó la decisión de cerrar estas instalaciones al público y dejarlas únicamente para la actividad científica. El administrador explica que se estaba trabajando en un protocolo para reanudarlas, pero por el momento seguirán suspendidas.
Precisamente a realizar visitas a esta zona se dedica la astrofísica Ana García, que tiene una empresa de tours astronómicos en La Palma (Astro La Palma). Los telescopios de los que dispone su empresa (que ahora mismo tiene a sus trabajadoras en ERTE y se mantiene con ella como propietaria) se limpian de ceniza de forma fácil y no son tan delicados como los que disponen los científicos que realizan investigaciones en el Roque de Los Muchachos. No obstante, sus rutas a la zona se encuentran prácticamente a cero por la falta de turistas en la isla. En esta última semana ha sido muy común apreciar guaguas cargadas de visitantes desde distintos puntos del territorio nacional e internacional que llegan con una empresa de Tenerife. La experta en turismo activo aboga por que el turismo de volcán llegue con condiciones, como que se aloje en la isla, visite otras partes de la misma, observe el volcán lejos de los vecinos afectados y que contribuya a la economía local.
García tiene programadas algunas actividades de fotografía en la zona, aunque depende siempre de la dirección del viento por el empuje de las cenizas del volcán. Normalmente, las rutas de la astrofísica consisten en tour guiados de observación de estrellas en grupos pequeños de interesados procedentes de distintas partes de Europa, del territorio nacional pero también de otros puntos como Estados Unidos. El cielo de La Palma es un auténtico reclamo que ha sabido aprovechar para generar turismo de calidad que revierta en la economía de la zona. De hecho, la isla recibió la certificación como Destino Turístico Starlight en el año 2012.
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