La Oliva ya tiene borrador para el Plan General de Ordenación Urbana, el primero del municipio después de varios intentos, ya que hasta ahora se rige por unas Normas Subsidiarias. El calendario que acompaña el borrador fija abril del año que viene para la aprobación inicial y el año 2020 para la aprobación definitiva. El borrador está realizado por el ingeniero de caminos Francisco González González-Jaraba y analiza cuatro posibles alternativas, de la 0 a la 3.
El documento inicial estratégico, elaborado por el biólogo Rosendo López, señala como conclusión que las alternativas 2 y 3 son las más viables desde el punto de vista ambiental porque desclasifican siete sectores de suelo urbanizable que están previstos actualmente y que se mantendrían en las otras dos alternativas. Si se optase por esas dos alternativas quedarían como suelo turístico cuatro zonas: Corralejo Playa, Geafond, Majanicho y Zona hotelera y se pasaría de 34,2 millones de suelo urbanizable a 10,3 o a 7,2 millones, dependiendo de cuál se escogiera. En la alternativa 1 no aparece Majanicho pero el suelo urbanizable es de más de 30 millones.
Parque Holandés
Entre las características de la alternativa 2 están que recorta notablemente el suelo urbanizable no ordenado de Parque Holandés a menos de la mitad, dejando únicamente el suelo de carretera hacia la costa. También categoriza como rústico de protección paisajística el suelo entre el Parque Natural de las Dunas y el actual suelo urbano de Parque Holandés, por sus valores naturales, dejando por encima de la carretera un triángulo de rústico común de reserva entre los suelos urbanos de Parque Holandés y Ventursol. Por otra parte, se amplía notablemente el rústico de protección agraria entre la autovía y los núcleos urbanos de La Oliva-Villaverde, en conformidad con los estudios ambientales y con el Plan Insular en tramitación. En el entorno de los espacios naturales de Vallebrón y Tindaya amplía el suelo rústico de protección natural.
Desclasificación de suelo
Además, desclasifica el suelo urbanizable de ‘Golf Country’ como rústico de protección paisajística, recorta el asentamiento rural de Los Risquetes a su actual delimitación, desclasifica el suelo urbanizable del PSI-2 pasándolo a asentamiento rural, elimina los dos suelos no ordenados colindantes con Lajares porque no se necesita ampliar ningún suelo urbanizable, amplía notablemente el suelo rústico de protección agraria al norte de la carretera que une Lajares con El Cotillo, así como en el entorno de Casilla de Costa y elimina el suelo urbanizable de El Tamboril, por ser aislado.
La alternativa 3 es igual que la anterior, pero recorta notablemente el suelo urbanizable de Atalaya Dorada y Majanicho, adaptándolos a lo ejecutado, además de que el suelo entre El Cotillo y El Roque, incluyendo Los Lagos, lo deja como suelo rústico común de reserva.
Población y camas
La previsión del crecimiento de la población lleva a varios escenarios posibles, en función de que se construya más o menos. La Oliva pasaría de los 24.500 habitantes actuales, según las alternativas escogidas, a entre 39.500 y 96.000 en 2043, y en el horizonte del año 2068, a entre 57.000 y 228.000 habitantes. Respecto al número de camas, señala el documento que en el conjunto de los planes parciales aprobados para uso turístico se podrían haber instalado 62.462 plazas alojativas, a las que habría que sumar una parte de las 12.345 plazas que podrían provenir de los suelos de uso mixto, turístico-residencial. “En este caso deducimos que el desarrollo no ha alcanzado ni el 25 por ciento de las camas aprobadas por la Administración Pública”. Y añade que “en cualquiera de los casos, contando con las 25.312 existentes más una previsión de 8.000 camas en el ámbito municipal, nos quedaríamos como máximo en las 33.500 camas”.
“La situación -asegura el documento- dentro del territorio de una gran parte del suelo turístico con planeamiento aprobado no es la adecuada para proporcionar una oferta de calidad”. Por tanto, propone nuevos criterios para la ordenación del sector turístico: que es necesario suprimir el uso turístico de una parte importante del planeamiento aprobado para este fin, que es necesario propiciar la instalación de plazas alojativas vinculadas a un potente equipamiento complementario, para asegurar una mayor calidad de la oferta alojativa, que es preciso encontrar localizaciones alternativas a las existentes, más en contacto con las zonas de costa que permitan y garanticen un uso sostenible y, finalmente, que también es necesario reconsiderar la cuantificación de la capacidad alojativa y por ello el suelo a desarrollar, “acomodándolo al ritmo de crecimiento real y no especulativo”.
Equipamientos
En el análisis de las infraestructuras, el borrador considera que la infraestructura de La Oliva es insuficiente y además está infrautilizada y que solamente la red de carreteras y la red de alta y baja tensión cubren mínimamente las necesidades de la población, pero que la red de saneamiento, abastecimiento, comunicaciones y alumbrado público precisan de una implantación más intensa. También señala que el equipamiento deportivo sólo cubre las actividades deportivas clásicas como el fútbol y la lucha canaria y destaca la ausencia de polideportivos más o menos integrados, por lo que el déficit de este sector es bastante considerable y que el equipamiento sociocultural es rudimentario y de su utilización apenas se obtiene provecho y por tanto “debe potenciarse la realización de actividades culturales”. El equipamiento sanitario también es francamente insuficiente y apuesta por un consultorio médico que atienda a la población de Lajares, El Roque y El Cotillo.
El documento se fija trece objetivos. El primero sería el de “reducir las previsiones actuales de la expansión constructiva para residencia turística a sus justas dimensiones y de acuerdo a las necesidades actuales”. El segundo objetivo pasa por potenciar el desarrollo del sector industrial creando suelo para el fomento de una industria auxiliar relacionada con el desarrollo turístico existente y creando zonas específicas para este uso en Corralejo. También habla el documento de habilitar suelo capaz de absorber el crecimiento de la población permanente para paliar los trasvases a otros municipios y para facilitar alojamientos en la proximidad a los centros de trabajo, prestando especial atención a los núcleos de Corralejo y El Cotillo, clasificando nuevo suelo urbanizable de los vacíos urbanos existentes y potenciando el desarrollo de los asentamientos rurales de Lajares y Villaverde.
El borrador señala que habría que considerar la nueva autovía como un sistema insular de comunicaciones que no debe integrarse en el conglomerado urbano. En cuanto a la costa, señala la importancia de mejorar la franja costera realizando para ello un Plan Especial de Ordenación de la zona costera en profundidad como trabajo complementario al PGO y creando un paseo marítimo a lo largo de la costa en el suelo urbano de Corralejo que una las diferentes urbanizaciones existentes. También habla de implantar puertos deportivos. Subraya, asimismo, la necesidad de contar con equipamientos que cubran las necesidades sanitarias, de ocio deportivo, culturales y administrativas de toda la población.
Otro de los objetivos es el de conservar el medio natural con las protecciones que aconsejen la existencia o no de valores relevantes, paisajísticos, arqueológicos o singulares en el municipio aplicando la Ley de declaración de espacios naturales de Canarias delimitando los parques naturales y parajes señalados en la misma.
El borrador se ocupa como objetivo de la política de vivienda, cuya demanda es “patente”, reservando suelo suficiente para estas viviendas sociales en los nuevos polígonos de actuación a crear para la ampliación de algunos núcleos de población.
Los últimos objetivos pasan por clasificar los núcleos de población potenciar los equipamientos y dotaciones necesarias en asentamientos rurales. Respecto al suelo urbano de los núcleos de población, sería un objetivo básico el de completarlos “evitando la especulación y el gigantismo”. Finalmente, destaca la necesidad de diseñar la futura gestión del Plan General, con una propuesta de funciones y organigrama de la Oficina Técnica Municipal, implantación de un servicio específico de disciplina urbanística y haciendo un inventario de las explotaciones y complejos turísticos.