La activista Carla Antonelli ha publicado sus memorias, La mujer volcán, para volver a “andar los caminos desandados” en España en los últimos 3 años, en los que “la sinrazón y la oscuridad han criminalizado” al colectivo trans que, advierte, va a pelear con uñas y dientes frente a quienes piensan “que vamos a regresar al armario”.
Antonelli ha presentado este sábado en Tenerife Espacio de las Artes (TEA) las memorias que ha coescrito junto al politólogo Marcos Dosantos en un acto que contó con la presidenta del Cabildo de la isla, Rosa Dávila; la presidenta de la Federación Estatal LGTBI, Uge Sangil, y Aroa Rodríguez, amiga de su infancia y primera persona trans que conoció la activista nacida en Güímar en 1959.
Y ¿por qué ha escrito ahora sus memorias?, se ha preguntado la propia Carla Antonelli, para responder que, a tres meses de cumplir los 65 años, quería reaccionar frente al retroceso del último trienio, en que “se ha señalado y estigmatizado creando la sombra de la sospecha y de la duda” sobre el colectivo trans.
“Hay que saber de dónde venimos y hacia dónde vamos sin perder de vista el horizonte por mucho que se empeñen en decir que somos violadores y asesinos” y todo ello la ha animado “a desnudar el alma” para tener equilibrio y paz mental porque, ha continuado, lo importante de las historias no es cómo empiezan, sino cómo acaban.
Ha recordado Carla Antonelli que en su juventud las personas trans “no teníamos un modelo ni un espejo donde mirarnos”, pero han aprendido que la fortaleza es caerse y saber levantarse de nuevo para “convertirnos en supervivientes de nuestras historias”.
“Cuando miro hacia atrás siento profundamente que absolutamente todo lo vivido ha merecido la pena” pese a que hay algo “que nos atraviesa”, las violencias machistas que “nos convierten en nada, en basura, que nos ponen el cuchillo en el cuello o que te pegan una paliza en Comisaría y te dicen 'ahora denuncia, maricón'”, ha rememorado.
Sin embargo, a la larga son las personas trans “las que hemos vencido porque estamos del lado de la justicia y la razón, de los derechos civiles” y si hay que romper los muros y los techos de cristal a martillazos “se rompen para enderezar los renglones torcidos”.
Antonelli, que ha recordado que se convirtió en senadora el 13 de julio de 2023, el día que cumplió 64 años, ha señalado que se obligó a abandonar el PSOE, formación por la que fue la primera parlamentaria trans de España, para no traicionarse a sí misma y porque se cuestionó cómo iba a mirar de frente “a mis hermanas” si renunciaba a sus principios (durante la tramitación de la ley trans) y sobre todo porque entonces “no podría reconocerme en el espejo”.
Sin embargo, está convencida de que si se es fiel a unos principios “te respetarán los propios y los contrarios” con el tiempo, lo que no ocurre “si te vendes al mejor postor”.
“No lo pongan en duda: ganamos la batalla y vamos a seguir peleando y entregando el testigo a las nuevas generaciones, porque no nos vamos a ir”, ha enfatizado la senadora por Más Madrid, para bromear con que, tras su reciente hospitalización, “si me tengo que ir que sea con los tacones puestos y con la música de 'Dancing Queen' en el pasillo de las Cortes”