París en ebullición

La orilla del río Sena acogió a primera hora de este domingo un acto organizado por tres de las más destacadas organizaciones independientes dedicadas en Europa a la lucha contra el cambio climático.

Julie Genicot (Enviada especial)

París —

Se mire donde se mire, una multitud de actos ciudadanos y oficiales relacionados con la Cumbre Internacional para el Clima (COP21) tiene lugar estos días en la capital francesa. Y no es para menos, el reto es tan grande que representantes oficiales de 195 países, científicos, empresarios y sociedad civil coinciden ahora en que el futuro de nuestro planeta está en juego y depende de las negociaciones iniciadas hace una semana en París. Las conversaciones son complejas y avanzan lentamente tratando de conciliar los intereses de muchas y poderosas partes, a veces contrapuestas, reflejados en un documento de 48 páginas sobre el que siguen trabajando en la tarde de este domingo para alcanzar un acuerdo global antes de que concluya la cumbre el próximo viernes.

En este domingo de primera vuelta de las elecciones regionales francesas, en un país en estado de emergencia donde los controles son permanentes y la presencia policial y militar notable, el Clima no ha dejado de ser protagonista en París. Miles de ciudadanos acudieron desde primera hora a las distintas conferencias en le Grand Palais o en el Pueblo Mundial de las Alternativas, donde  e celebraron actividades lúdicas, charlas, conciertos y numerosas obras de teatro alrededor del cambio climático y de la Cumbre del Clima. Artistas, políticos, científicos, ecologistas, deportistas, turistas, voluntarios, adultos y pequeños, participaron en actos por la defensa del planeta. París bulle con el Clima.

El intento de acuerdo trata de establecer por un lado los términos de la denominada diferenciación, es decir, las diferentes aportaciones de los Estados a un fondo de 100.000 millones para compensar a partir de 2020 a los países que sufren ya los efectos de los países causantes del calentamiento global. En segundo lugar se discute el grado de compromiso legal de los acuerdos que se adopten para reducir las emisiones de CO2, o sea, si las cuotas asumidas serán o no vinculantes tras 20 cumbres sucesivas donde los pomposos anuncios y promesas no se cumplían por sistema. Este objetivo pretende frenar el calentamiento de la Tierra para impedir que la temperatura global se incremente por encima de los 2 grados centígrados.

El archipiélago canario, al igual que toda la región Macaronésica por su situación geográfica, se juega mucho en este acuerdo; las consecuencias del cambio climático en el patrón actual del aumento de las temperaturas serían catastróficas para el medio ambiente, y por ende para los canarios, según reconocen numerosos científicos y organizaciones internacionales independientes dedicadas a esta materia. El aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos, la pérdida de biodiversidad, las alteraciones meteorológicas, incluyendo el aumento de precipitaciones torrenciales, olas de calor y sequías e incremento del nivel del mar, son tan solo algunos de los efectos que los científicos prevén para Canarias como consecuencia del calentamiento global.

Este año, por primera vez en una Cumbre para el Clima, el foco sobre los océanos ha sido aumentado en las negociaciones. Grandes olvidados pero decisivos en el equilibrio planetario de la temperatura, los océanos son una prioridad en términos de conservación. Los expertos expresan que para combatir el cambio climático es imprescindible aumentar el grado de protección de océanos y mares, y Canarias, como todos los archipiélagos del mundo, está rodeada de un océano que sustenta la subsistencia de la totalidad de su población humana. Así se recalcaba este sábado en unas mesas redondas dedicadas a los océanos y organizadas por la Ocean & Climate Platform, especialistas del CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica francés), y una serie de expertos de diversos países europeos entre los que se contaban antropólogos, políticos, técnicos en tráfico marítimo internacional, representantes del Sindicato Francés de Energías Renovables, miembros de la ONG europea Surfrider Foundation, el eurodiputado Ricardo Serrão Santos y el naturalista español Ezequiel Navío Vasseur. Todos ellos coincidían en lo imprescindible que es la preservación de los océanos como pulmones y termorreguladores del planeta al mismo nivel incluso que las masas forestales, ya que el plancton marino absorbe alrededor del 28% del Dióxido de Carbono (CO2) y es un gran productor de oxígeno. Y todos ellos coincidieron también en que el esfuerzo de los gobiernos está muy por debajo del que debía impulsarse para frenar el calentamiento global, porque, según afirman, es necesario invertir el regulador y comenzar a enfriar el planeta.

Y bajo las frías temperaturas de la mañana parisina, la orilla del río Sena acogió a primera hora de este domingo un acto organizado por tres de las más destacadas organizaciones independientes dedicadas en Europa a la lucha contra el cambio climático: Ocean & Climate, Surfrider Foundation y Tara Expedition. Con el incesante paso de cientos de aficionados al Stand Up Paddle remando sobre sus tablas en una travesía de varios kilómetros del río parisino, una colonia de más de 50 pingüinos artificiales fabricados por voluntarios de Surfrider Fundation fue colocada junto al Pabellón de Tara, uno de los cientos de espacios que simultáneamente acogen actos en París como alternativa ciudadana a la Cumbre oficial. En este escenario tuvo lugar un desayuno científico en el que participaron numerosas personalidades de la lucha contra el cambio climático en el mundo, desde actores de teatro que recorren el mundo trasladando esta problemática ambiental a las comunidades locales, hasta el popular periodista francés, reportero y candidato en las primarias de 2011 con el partido ecologista Nicolas Hulot. 

Etiquetas
stats