Interior prohíbe a las autoridades canarias visitar el CIE de Las Palmas en el Día Internacional del Migrante

La jueza de control del CIE de Gran Canaria, Victoria Rosell junto a diferentes miembros de la política de Canarias y voluntarios ante la puerta del CIE. (ALEJANDRO RAMOS)

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

A pesar de la prohibición decretada por el Ministerio de Interior para que distintas autoridades de Canarias visitaran el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Las Palmas, en el Día Internacional del Migrante, más de treinta personas se acercaron a mediodía de este domingo a sus puertas en señal de protesta y desafiando la orden.

Al llegar al edificio a bordo de un minibús, el director del CIE de Barranco Seco, José Cerrada, explicó que ningún cargo político podía entrar por órdenes expresas del Ministerio del Interior. La jueza de control de este CIE, Victoria Rosell, sí pudo entrar en el centro junto a miembros de seis organizaciones civiles que están acreditadas, constatando todos ellos la situación que viven las más de 80 personas que hay internadas en la actualidad.

La Casa del Migrante en Canarias había solicitado permiso para realizar esta visita el pasado 18 de noviembre, en el marco de una serie de actividades planeadas para conmemorar este día. Sin embargo, el pasado viernes, a apenas dos días de la celebración de este acto, la asociación recibió la negativa del director del CIE, que se remitía a una decisión de la Secretaría de Seguridad del Estado.

“La negativa a la entrada de los políticos para visitar el CIE me parece un ejercicio de poca transparencia y de opacidad que hace dudar de lo que hay dentro”, ha afirmado Rosell, quien ha recordado que en otras ciudades como Madrid, cargos públicos han podido acceder al interior de Aluche, entre otras la alcaldesa de la ciudad, Manuela Carmena.

Entre las personas invitadas a esta visita se encontraban autoridades como el presidente de Canarias, Fernando Clavijo (Coalición Canaria); el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales (Nueva Canarias), o diferentes diputados canarios. De ellos, se han acercado a este punto los consejeros de la corporación insular Juan Manuel Brito, María Nebot y Miguel Montero, de Podemos, e Inés Miranda, de Nueva Canarias, así como el concejal del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria Sergio Millares (LPGC Puede). También acudieron los diputados regionales Juan Márquez y María del Río, de Podemos, y el director general de Migración, Víctor Chinea, de Coalición Canaria.

Tras la negativa a entrar, el concejal de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Sergio Millares, ha tachado de “intolerable” y “humillante” que no se deje entrar “a los representantes del pueblo canario”.

Mientras los ocho cargos públicos debían esperar fuera, una veintena de personas, entre las que se encontraba Inés Miranda por la Asociación de Juristas por los Derechos Humanos, no como cargo público, la jueza Victoria Rosell, la fiscal adscrita a su juzgado Teseida García, y miembros de la Federación de Asociaciones Africanas de Canarias, Médicos del Mundo, CEAR, Patio de Las Culturas, Acción en Red y la Casa del Migrante, daban sus DNI a la entrada para iniciar la visita.

Tras pasar una sala que cuenta con un pequeño control de seguridad, con detector de metales, comenzaron la visita por el patio, vacío, ya que el uso está restringido a dos horas por la tarde (de 17:00 a 19:00 horas), con un baño que cuenta con una lavadora que los internos deben usar a su entender, ya que la Policía Nacional no se encarga de explicar su funcionamiento.

En la primera planta, donde habitan las mujeres, había varias internas viendo la televisión en español, algunas usando sábanas como vestimenta.

“Todas nos han manifestado que tenían frío y algunas estaban vestidas con sábanas y mantas, no por comodidad, sino por falta de ropa. También les falta ropa interior y mudas de ropa” ha explicado Rosell tras la visita.

Durante varios minutos la jueza, junto a las ONG, hablaron con las mujeres en francés, ya que mayoritariamente las personas que han llegado provienen de países del África subsahariana, para que les explicaran su situación ante la atenta supervisión de la Policía Nacional, quienes explicaron que “hay ropa suficiente”, pero por ser fin de semana está todo descontrolado.

“Esto no puede ser porque las personas pueden ser internadas en cualquier momento y tienen los mismos derechos y necesitan las mismas atenciones que en cualquier otro día”, ha contado la jueza.

Algunas de las mujeres explicaron que se encontraban mal, con picores por todo el cuerpo y contaron que no han tenido asistencia médica, ya que fueron internadas el viernes por la tarde, por lo que hasta el lunes por la mañana no serán atendidas.

Otra de las carencias que detectaron la jueza y las ONG se encuentra en las habitaciones, organizadas en forma de literas con colchones muy delgados, de plástico, casi como una colchoneta. En ellas, sólo cuentan con una sábana y una manta muy fina de la Cruz Roja, algo “insufiente” para pasar la noche, según Rosell.

Una situación que según la dirección del CIE de Barranco cambiará el año que viene tras las reformas que está previsto acometer en el edifico. En cuanto al déficit sanitario, además de por ser fin de semana, se alegó oficialmente que se han convocado las plazas públicas obligatorias por reglamento para administrador de los CIE y para médico de la Administración General del Estado y se han declarado todas desiertas, excepto en el de Aluche, en Madrid.

“A mí no me constaba pero no me extraña porque nadie quiere trabajar en un centro así sin medios y sin acceso a las historias clínicas y a los medicamentos”, ha afirmado Rosell.

La última parte de la visita coincidió con el almuerzo de las personas internas (entre las 14:00 y las 15:00 horas), en un comedor ubicado en la segunda planta, donde tienen la cocina y habitan los hombres. Con varias bandejas en una mesa, las personas internas se iban sirviendo la comida para luego ir al comedor o llevársela a otra sala.

A pesar de que desde la dirección del CIE se asegura que nunca les falta alimento, algunos internos se quejaron durante la charla con las ONG de que hay poca comida.

Tras la visita, el miembro de la Plataforma Canarias Libre de CIE Pablo Socorro declaró que “la situación es catastrófica, no hay comida ni ropa y puede haber personas infectadas con enfermedades contagiosas. Es lamentable”.

Desde Médicos del Mundos, Pino González, ha matizado que “se deben cumplir las normas”, y las personas internas deben ser “valoradas desde el punto de vista sanitario cuando llegaron”, independientemente “del día que sea”, porque “es un derecho y esto no entiende ni de días de la semana ni de calendarios”.

El Ministerio de Interior, que no autorizó esta visita, reconoció formalmente en septiembre de 2015 que inclumple las normas de funcionamiento de los centros de internamiento para extranjeros, precisamente en respuesta a un auto de la jueza de vigilancia del CIE de Barranco Seco, Victoria Rosell. Los motivos argüidos eran de naturaleza económica.

No es la primera vez que el Ministerio del Interior impide el acceso al CIE de autoridades. Con ocasión de un curso para jueces y fiscales organizado en Gran Canaria en 2014 por el Consejo General del Poder Judicial, no pudo realizarse una visita programada por las mismas razones de este domingo.

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