El octavo informe sobre cohesión retrata a Canarias lejos de la media europea de empleo y altamente vulnerable por su dependencia turística

Imagen de archivo de hamacas vacías en una playa de Fuerteventura durante la crisis provocada por el coronavirus

Irina Betancor Almeida

Bruselas —

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La Comisión Europea ha presentado su octavo informe analizando los resultados obtenidos durante el periodo 2014-2020 en el marco de la política de cohesión europea. Esta publicación ofrece una visión holística de la situación de las regiones de la Unión, analizando indicadores como la tasa de empleo, la esperanza de vida o la calidad de gobierno. A la luz de la información publicada por la Comisión Europea, en Canarias la tasa de ocupación de la población entre 20 y 64 años se encuentra por debajo del 66%, un dato que coloca al archipiélago muy por debajo de la media europea (72.5%) y aún demasiado alejada del objetivo de empleo para 2030: alcanzar una tasa del 78%. 

En lo que respecta a cuánto viven las canarias y los canarios, los resultados positivos hacen de las Islas uno de los territorios con mayor longevidad de su población, con una media de 84 años, superior a la del total de la UE. Las ventajas del clima de la Macaronesia, la cultura gastronómica y los estándares de la sanidad pública española son algunos de los factores que explican la elevada esperanza de vida en el archipiélago.

Por último, merece la pena señalar los datos recogidos en el índice europeo de calidad de gobierno. Este indicador se centra en las percepciones y experiencias de la ciudadanía respecto a la corrupción en el sector público, así como en la calidad y asignación de servicios. Por lo tanto, se trata de una herramienta de evaluación de  agentes de gobierno, que en el caso de Canarias sirve para poner en valor la falta de confianza de la población en la esfera de la gestión política realizada por los gobiernos regionales y locales. Las autoridades públicas canarias se sitúan en el baremo negativo, entre el -0,9 y el -0,5, unos resultados compartidos solo con Andalucía y Cataluña, en el marco nacional. 

La dependencia del turismo: una lacra para la economía canaria

La cruda realidad de este informe señala un problema fundamental de la economía canaria que la pandemia de la COVID-19 ha puesto en evidencia. Uno de los puntos clave de este documento es que recoge el impacto de la situación de crisis vivida durante los últimos dos años, reflejando las consecuencias económicas y de salud en las diferentes regiones europeas. 

El informe publicado por los servicios de la Comisión Europea clarifica que  las regiones meridionales, con una economía fuertemente basada en el turismo y en los servicios, han sido las más afectadas por el impacto económico de la pandemia. En comparación con 2019, las pernoctaciones de turistas descendieron un 90 % en los meses posteriores a marzo de 2020. En el caso de Canarias, se observa cómo las islas se encuentran en situación de riesgo alto debido a su dependencia excesiva del sector turístico. El baremo publicado por la Comisión Europea mide dicha vulnerabilidad en una escala de intervalos que va desde 1 hasta 64. Canarias está situada en la franja 13-27, que corresponde a un nivel elevado. 

La política de cohesión en Canarias: ¿dónde está la inversión?

La política de cohesión es uno de los ejes vertebrales del sistema de gobierno europeo. Su nacimiento, vinculado a la necesidad de alcanzar un mercado interno armónico, ha dado lugar a la política de inversión por antonomasia del espacio económico europeo. La cohesión es tanto un objetivo como un requisito en la implementación de los fondos de dotación regional: los proyectos buscan contribuir a un desarrollo integral de la Unión que garantice que el nivel socio-económico de las diferentes regiones europeas tienda a converger. A través de diferentes programas, los fondos de cohesión contribuyen a la construcción y mejora de infraestructuras, la formación de la población y la creación de empleo. 

En Canarias estos programas de inversión se han traducido en la cofinanciación de hasta el 85% del coste de proyectos de mejora, reconstrucción y adaptación de infraestructuras públicas y entornos medioambientales. Entre ellos, en el periodo de financiación 2014-2020 se llevó a cabo la transformación del antiguo vertedero insular de Gran Canaria en una planta de reciclaje orgánico. En Tenerife destacan las tareas de mantenimiento de las pistas forestales de los parques rurales de Anaga y Teno, un proyecto muy similar al desarrollado en El Hierro en las pistas de Malpaso y Guárzano. 

En el caso de La Gomera y Fuerteventura se han priorizado proyectos de actuación directa en el medio, con el tratamiento silvícola de mejora en el monte de Los Noruegos y la restauración de las laderas de los barrancos en Castillo de Lara para el control de procesos erosivos. La mejora del área recreativa y el mirador del Parque Natural de los Volcanes, en Lanzarote, también ha contado con la cofinanciación de los fondos FEDER. Por último, en La Palma, la inversión de capital ha servido para la actualización del Plan de Autoprotección de los montes. 

Si bien los fondos de la política de cohesión, encauzados a través de la estructura de financiación regional, tienen un impacto positivo en el archipiélago canario, permitiendo la modernización, mejora y construcción de infraestructuras centrales, a la vista está que el problema fundamental de la economía canaria no está siendo abordado a través de dichos programas. El excesivo énfasis en la industria turística convierte a las Islas en un eslabón débil en caso de limitaciones a la libertad de movimiento y restricciones en los sectores vinculados a los servicios de cercanía. Para garantizar la cohesión en el largo plazo, la diversificación de los sectores productivos es un requisito insalvable. El proyecto político y económico debe trascender la idea del parque temático de Europa y abordar la innovación en economía circular y economía azul para fomentar  un nuevo terreno laboral en Canarias.

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