Más de cien personas del ámbito político y social firman un manifiesto por un sistema electoral canario más justo
Entre los firmantes se encuentran el economista Antonio González Vieitez, el arquitecto Faustino García Márquez o la abogada Isabel Lecuona. Piden un nuevo sistema que se acerque al principio de “una persona, un voto”
Temen que los poderes económicos y políticos sólo introduzcan pequeños cambios en la reforma electoral para que “todo siga igual”.
Rechazan que se aumente el número de diputados en el Parlamento de Canarias porque solo persigue “aumentar el número de estómagos agradecidos”
Más de cien personas del ámbito político, social y cultural han ratificado un manifiesto por un sistema electoral canario más “demócratico, justo e icompatible con el insularismo”. El objetivo es que un nuevo sistema se acerque al principio de “una persona, un voto”.
Entre los firmantes se encuentran el economista Antonio González Vieitez, el arquitecto Faustino García Márquez o la abogada Isabel Lecuona Fernández. También hay personalidades de la política, como las diputadas Meri Pita y Carmen Valido o el teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste Zamora, pero también médicos, profesores, cantantes, estudiantes, funcionarios...
En el documento recuerdan que La ley Electoral Canaria fue pactada entre los poderes fácticos de las Islas cuando llegó la democracia “con un único objetivo: impedir cualquier cambio real en los equilibrios de poder entre las fracciones de la clase dominante”. Así, fue como se impuso la “nefasta” triple paridad que genera un “déficit democrático” en el Archipiélago, pues se aleja del principio democrático “una persona, un voto”.
A juicio de los firmantes, al contrario de lo que quieren vender las élites insularistas, la triple paridad no ha permitido el desarrollo democrático, económico, ni ha favorecido a la calidad de vida de las islas no capitalinas por igual.
Señalan que las islas occidentales (El Hierro, La Palma y La Gomera) pierden población, permanecen estancadas a nivel socioeconómico y, mientras tanto, no dejan de acrecentarse las diferencias con las islas capitalinas (Tenerife y Gran Canaria). Para las personas que han realizado este manifiesto, esta situación se debe a que la triple paridad ha servido para “reforzar el poder del caciquismo como instrumento para perpetuar la dependencia de su población del poder de los caciques insulares”.
“Urge, pues, crear un Sistema Electoral Canario que nos acerque al principio de una persona, un voto y conserve cierto equilibrio territorial que evite que el pez grande se coma al chico”, insisten.
Este grupo de personas considera que la pretensión de los poderes económicos del Archipiélago y sus representantes políticos “ahora que es incuestionable la necesidad de modificar las normas que median cuando el pueblo canario vota”, es minimizar los efectos del cambio, introduciendo cambios solo en apariencia para que “todo siga igual”.
Las desigualdades del sistema electoral canario “no se resuelven aumentando el número de diputados ni jugando con las barreras electorales. Esa dinámica lo único que hace es desviar la discusión de lo realmente importante: el inmenso poder de una minoría”, apuntan.
Sostienen que es “falso” que aumentar el número de diputados potencie la democracia o que de esta manera haya mayor diversidad. Según explica en el manifiesto, ese aumento solo persigue aumentar el número de “estómagos agradecidos” en el Parlamento Autonómico.
Mientras no se combata la triple paridad, aseguran que las voces que diariamente luchan por una Canarias más justa seguirán siendo minoritarias en la Cámara Regional, de tal forma que “nunca se produciría un cambio real”. Creen que defender el aumento del número de diputados es aceptar la derrota de las fuerzas del cambio, es condenar a las voces del cambio a ocupar el papel de “pepitos grillos”.
Ante este “injusto sistema” proponen un Parlamento de Canarias en el que, para poder eliminar las grandes disfunciones que generan las circunscripciones insulares, se establezca una mayoritaria circunscripción canaria con hasta cincuenta diputados. También apuestan por mantener, por razones estrictamente de respeto histórico, dos diputados por cada una de las cinco islas no capitalinas, de manera que permanezca el número actual de sesenta diputados.
“La mayoría de los diputados responderá ante todo el pueblo canario. Y así, se conseguiría cubrir dos aspectos igualmente esenciales: 1) Mejorar de forma notable la proporcionalidad de votos y escaños; y 2) Caminar en la construcción de un Archipiélago unido en su diversidad y no supeditado a los intereses de los poderes empeñados en dividirnos”, añaden.
Los firmantes insisten en que es necesario que, desde la política, se contribuya a mejorar la sociedad canaria en sus niveles de integración, “haciéndonos más fuertes como pueblo en este mundo globalizado en que nos ha tocado vivir”.