Un antiguo poblado aborigen de Tamaraceite muere olvidado, víctima constante de actos vandálicos
El barrio de Tamaracite, en la capital grancanaria, alberga multitud de secretos y rincones de valor histórico. Sin embargo, algunos enclaves parecen olvidados. Los Altos de San Gregorio, un antiguo poblado aborigen compuesto por un conjunto de cuevas, se apaga día a día, fruto de las actividades vandálicas que ha venido sufriendo en los últimos años. El yacimiento arqueológico fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), pero ello no ha sido suficiente para contribuir en su conservación.
Vecinos de la zona denuncian la multitud de actividades inadecuadas que se llevan a cabo en este espacio. Desde botellones, asaderos, peleas de perros o el hecho de que se utilice como punto habitual de consumo de drogas. Junto a las cuevas aborígenes, se encuentran los restos de una antigua ermita y un granero, que fue incendiado hace algunos unos años.
El interior de la ermita de San Gregorio se encuentra grafiteado y tampoco dispone ya de las ventanas y la puerta de madera que la componían. La valla que se colocó por parte del Cabildo hace unos años para proteger este punto está rota, por lo que se puede acceder al lugar con facilidad. Además, vecinos de la zona ya han denunciado también que se ha saqueado material etnográfico y arqueológico.
El Cabildo de Gran Canaria asegura que hace unas semanas procedió a realizar una limpieza de choque, ya que se encuentra dentro del Plan de Mantenimiento Anual. Además, aclara que , a pesar de estar incluido como BICC, no pueden poner vigilancia las 24 horas el día, como sucede con otros yacimientos que se encuentran abiertos a la ciudadanía. Señalan que tan sólo pueden actuar cuando se denuncian problemas puntuales.
Desde el Gobierno Insular explican que cuando se declaró esta zona Bien de Interés Cultural se restauró y el Consistorio de la capital llegó a proponer que se construyera un parque urbano. Un colectivo de jóvenes llegó a pedir que se utilizara la ermita como centro social para la juventud. Sin embargo, estas propuestas no se han llevado a cabo.
La asociación Atamarazayt propone al Consistorio restaurar de “forma urgente” este patrimonio arqueológico. Francisco González, miembro de este colectivo, explica que este yacimiento podría ser un punto atractivo turístico más del municipio si se aprovechara este recurso.
Para ello, plantean la construcción de un centro de interpretación arqueológico-etnográfico y medioambiental, donde además se coloquen paneles informativos y se puedan llevar a cabo visitas guiadas.
Un proyecto integrador para el barrio
La titularidad del espacio es del Ayuntamieto de Las Palmas de Gran Canaria, cuyo concejal de Urbanismo, Javier Doreste (LPGC Puede) asegura que entre sus planes está el de elaborar un proyecto que permita recuperar este lugar, a la vez que se integren a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social en el barrio.
Para elaborar esta iniciativa, el edil asegura que están contando con una fundación. “La idea es que sean los propios vecinos quienes restauren y protejan este yacimiento”, insiste Doreste. De esta manera, explica que se crearían puestos de trabajo y se garantizaría que tras la recuperación del espacio, el yacimiento no vuelva a ser víctima de destrozos, ya que serían los propios ciudadanos quienes se encargarían de cuidarlo.
Por lo pronto, el Consistorio se encuentra en la fase de redacción de esta idea y buscando vías de financiación y colaboración. El proyecto contempla también la construcción de un parque entre Ciudad del Campo y Piletas, de manera que el yacimiento quede abierto al público pero el mantenimiento se efectúe por parte de estos vecinos.
Se trata de una iniciativa que viene de la propia experiencia en los riscos de la ciudad, como es el caso de San Nicolás , explica Doreste. El objetivo es dar soluciones a aquellos barrios que se encuentran en riesgo de exclusión social y que se rescaten estos enclaves “a través de la participación ciudadana”.