El Seprona ha denunciado administrativamente a un vendedor ambulante que ofrecía pescado inmaduro y que no contaba con nota de venta, etiquetado del pescado, autorización para la venta ambulante ni medida alguna de refrigeración ni mantenimiento del pescado, registro sanitario ni carnet de manipulador de alimentos, siendo realizada además la venta en condiciones poco higiénicas.
Así lo ha informado la Guardia Civil, que explica que el servicio se desarrolló el 9 de diciembre, cuando los agentes observaron a esta persona vendiendo pescado en la calle Málaga de Las Palmas de Gran Canaria, en la acera próximo a un supermercado.
El mismo .
No alcanzaban la talla mínima
En dichas cajas habían especies pesqueras que, tras una primera visual de los agentes, identificaron como samas de pluma y bocinegros que aparentemente y a simple vista no alcanzaban la talla mínima reglamentada, realizando la medición de los mismos mediante un sistema homologado, comprobando que ninguno de los ejemplares alcanzaba la talla mínima reglada para su venta.
Por su parte, las medidas para las samas de pluma (Dentex gibbous) son de 35 centímetros (cm) y para los bocinegros (Pagrus Pagrus) 28 cm, y casi ninguno de los ejemplares de ambas especies alcanzaban los 25 cm.
Por todo ello los agentes incautaron todos los ejemplares, resultando un total de 8,5 kilogramos de pescado inmaduro, por existir riesgo para la salud humana y al no poder entrar en la cadena alimentaria se destruirán.
Finalmente, el paralelo, los agentes denunciaron al vendedor a la Ley 17/2003 de Pesca de Canarias, a la Ordenanza Municipal de venta ambulante de Las Palmas de Gran Canaria, a la Ley 17/2011 de seguridad alimentaria y nutrición y al Real Decreto 109/2010 sobre manipulación de alimentos.