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Los opositores al mamotreto escenifican hoy su demolición simbólica

Los portavoces de la plataforma ciudadana contra el mamotreto, en rueda de prensa.

José R. Hernández

La plataforma por el derribo del mamotreto y contra la corrupción llevará a cabo una concentración ante la polémica construcción y escenificará un derribo simbólico hoy, a partir de las 12:00 horas, al que invitan a participar a todos los ciudadanos.

En concreto, “la concentración, que tendrá lugar en la explanada existente entre el adefesio y la cofradía de pescadores, no va a ser la típica protesta con gritos y pancartas, sino que la hemos concebido como una acción lúdica y alegre, con música y representaciones teatrales, porque estamos convencidos de que si seguimos organizados y luchando, conseguiremos que se derribe el mamotreto”, según explicó en rueda de prensa Ramón Afonso, uno de los portavoces de este colectivo.

No obstante, precisó que “sabemos que esta acción del sábado es sólo el inicio, porque el domingo ni el lunes lo van a tirar, pero posiblemente en enero lo logremos y si no, no pararemos hasta que alcancemos nuestro objetivo”.

Afonso, que recordó que el 9 de diciembre fue el día internacional contra la corrupción, argumentó que “era una ocasión estupenda para que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife diera un paso al frente y nos dijera a todos los ciudadanos que el equipo de gobierno municipal está por la limpieza, por la higiene democrática y en una lucha decidida contra la corrupción”. Sin embargo, subrayó que “el ejemplo del mamotreto nos dice que ellos no están por la labor”.

En este contexto, sentenció que “estamos ante una obra que es ilegal e ilegalizable, y, por tanto, el mensaje claro y contundente que está esperando la ciudadanía no son las triquiñuelas a las que se están acogiendo el grupo gobernante, conformado por CC y PSOE, a los que les apoya el PP”.

El portavoz de la plataforma ciudadana incidió en la obligación de cumplir con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) que ordena su derribo. Así, aludiendo a la opción defendida por algunos frentes de mantener en pie una parte del edificio, esgrimió que “no se puede promocionar un fraude de ley intentando legalizar algo que es ilegal a través de una nueva norma”.

Tanto el alcalde de Santa Cruz, como varios concejales del Ayuntamiento y el presidente del Cabildo se han puesto por montera la defensa de los corruptos y la criminalización de los jueces y fiscales que valientemente, y superando la presión que han recibido por parte de los grupos de poder que operan desde hace tanto tiempo en esta tierra, ha podido sacar adelante una sentencia, en su mayoría, muy favorable a los intereses populares, aunque dejaron una rendija, por donde se meten las sabandijas que quieren beneficiar a los de siempre“.

Símbolo de la corrupción

Por todo ello, recalcó que “el mamotreto se debe de tirar, no sólo porque es ilegal, sino porque es el símbolo de la corrupción, la guinda que se pone a todo un proceso de privatización del litoral de Santa Cruz”.

Mientras, otra de las componentes de la plataforma contra el mamotreto, Lola Schneider, incidió en “la necesidad de que esta construcción desaparezca por completo y no sólo una parte como defienden algunos políticos”, porque, según alertó, “encima de esta obra ahora quieren levantar un puente que dé a un nuevo tramo de carretera que, a su vez, conecte con una rotonda”. De este modo, arguyó que “a la entrada de la playa de Las Teresitas solo se vería asfalto y cemento, con lo que el resultado sería aún más horrible que lo que está ahora”.

En cuanto a la “puerta abierta” al derribo parcial que dejó la sentencia del TSJC Schneider aseveró que “es una barbaridad que pretendan echar abajo 400 metros y dejar 10.000”. Ante esta situación, la portavoz del colectivo, añade que “antes sólo se hablaba de usar esta construcción para aparcamientos y una zona comercial, pero ahora el señor Bermúdez está hablando hasta de poner ahí una piscina, lo que sería auténticamente ridículo al estar al lado de la playa”.

De todo esto, se desprende que “ni siquiera saben muy bien lo que pretenden hacer con el edificio, pero lo que sí está claro es que se quieren quedar con él”, recalcó.

Por su parte, Carmen Rosa Santos, recriminó la actitud de los políticos ante casos como éste, y apostilló que “lo que esperamos es que, de una vez por todas, nuestros políticos asuman que ellos no están gestionando una empresa privada, sino un bien público como es la playa de Las Teresitas, que es parte del mayor patrimonio que tenemos los ciudadanos de Santa Cruz”.

Por tanto, la también integrante de la plataforma les insta a que “respeten y acepten los resultados de las encuestas que han querido hacer para demostrar que hay parte de los ciudadanos que apuesta por la continuidad del mamotreto, pero que han evidenciado que nadie lo quiere”.

En su turno de intervención, Cándido Quintana aludió a “toda una actuación maquiavélica que se urdió en torno al mamotreto para conseguir que fuera una fuente de ingresos para unos pocos, privándonos de los aparcamientos gratuitos de toda la vida y sustituyéndolos por plazas de pago, así como la puesta en marcha de una serie de negocios, probablemente asignados a dedo, que arruinarían aún más al pueblo de San Andrés”.

Quitana, que además de formar parte de este colectivo preside la plataforma de defensa del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, insistió en la “inutilidad” del mamotreto ya que “lo que realmente vale en Las Teresitas no es el metro cuadrado de hormigón, sino el metro cuadrado de areana, porque es la única playa que existe en el área metropolitana de la Isla”.

De hecho, ahondó que “lo único que ha existido detrás del mamotreto es la intención de especular”. En este sentido, destacó que “no hay ningún motivo que justique su permanencia”, al tiempo que tachó de “locura pasar el viario por encima de esta estructura por la inseguridad del propio edificio que se encuentra en la desembocadura de dos de los barrancos más violentos de Tenerife”.

Por último, Quintana reprobó las declaraciones del concejal de Obras del Ayuntamiento capitalino, Dámaso Arteaga, en las que, “apelando a la vena sensible de los vecinos de San Andrés, afirmaba que si el mamotreto no hubiera estado allí, la última riada se hubiera llevado por delante el cementerio”, concluyó.

 

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