Tenerife Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Santa Cruz suma y sigue

2018 fue un buen año para Santa Cruz en términos económicos. Un año que

acabó como empezó, con una campaña comercial de Navidad potente y con una

reducción progresiva del paro registrado. Pero también con una importante

novedad: una cifra histórica en nuevas contrataciones laborales.

El año pasado se formalizaron en nuestra ciudad 122.292 nuevos contratos,

el mayor número desde que tenemos registros a nivel municipal. Esta cifra implica

un crecimiento del 6,3 por ciento con respecto a 2017 y revela la fortaleza de

nuestra economía en términos comparativos con Tenerife y Canarias. Porque

hemos crecido más que la isla -donde se registró un aumento del 4,4 por ciento- y

hemos doblado el ritmo en relación con el conjunto del archipiélago, que anotó un

3,1 por ciento más.

Además, nunca antes Santa Cruz había tenido tanto protagonismo a nivel

insular en materia de contratación. El 32,7 por ciento de los nuevos contratos que

se firmaron en Tenerife durante todo el año se celebraron en nuestra ciudad.

¿Qué quieren decir estos datos? Básicamente que Santa Cruz es el municipio

que tira del carro de la economía de Tenerife, que cuenta con una capacidad

tractora más importante y que consolida su posición como eje de los negocios y el

empleo a nivel insular.

Pero siendo innegables los avances económicos de los últimos años, aún

queda mucho por hacer. Tenemos 21.700 personas -con nombres y apellidos- que

siguen inscritas en las oficinas públicas de empleo a la búsqueda de un trabajo.

Y aunque el paro registrado ha disminuido un 27,1 por ciento desde abril de

2013 -cuando anotamos el pico máximo con 29.889 desempleados- el trabajo no

ha terminado, ni mucho menos.

Antes al contrario, vamos a seguir aplicando las recetas que, desde las

competencias de una administración local, han contribuido a una mejora de la

situación. Es decir, vamos a seguir cooperando con la iniciativa privada -que es

realmente quien crea empleo- en medidas de dinamización económica;

seguiremos rebajando la presión fiscal y eliminando trabas burocráticas para

facilitar, desde el estricto cumplimiento de la legalidad, las inversiones

empresariales en el municipio.

Desgraciadamente el margen de influencia de un ayuntamiento en el

devenir económico global es muy relativo. La política macroeconómica se juega en

otros tableros y, desgraciadamente, las señales que nos llegan del Gobierno de

España no contribuyen a la generación de confianza entre los consumidores y los

empresarios. Esa confianza es clave para dar continuidad a la buena marcha de la

economía y, por tanto, para mejorar las condiciones de vida de todos los

ciudadanos.

El Gobierno socialista debería meditar mucho las medidas a implementar,

porque el efectismo, el cortoplacismo y el cálculo electoralista minan la certeza que tanto necesita el mercado laboral, en concreto, y la economía, en general.

Por si fuera poco, y en relación a Canarias, asisto con preocupación al

desinterés del Estado en cumplir con las determinaciones del nuevo Estatuto de

Autonomía y del nuevo REF, que obligan a equiparar las inversiones en el

archipiélago con la media del Estado.

Si a todo esto sumamos los síntomas de desaceleración que se aprecian, el

Gobierno socialista habrá de manejarse con extrema precaución para que ese

enfriamiento de la economía no se traduzca en una congelación total.

2018 fue un buen año para Santa Cruz en términos económicos. Un año que

acabó como empezó, con una campaña comercial de Navidad potente y con una