Ciro Hernández: “Tenemos al genio y al diablo trabajando conjuntamente para disfrutar y hacer disfrutar”
Al otro lado de la pantalla me atiende con cálida y amable sonrisa, porque así surgen siempre las conversaciones con Ciro Hernández, un músico y compositor con inquietudes y hambre cultural inusitadas, una bestia versada que sorprende a partes iguales por su inteligencia y por su sentido del humor. Siempre sereno, viaja por las preguntas con precisión, no divaga y responde presto a lo que se le requiere, demostrando la madurez de un experto en estas lides, con el aplomo que da la veteranía de tantos años en el mundo de la música, siempre al pie del atril, dispuesto a tocar almas con las distintas formaciones y estilos que maneja. Junto con César Martín hace equipo en Socos Dúo desde hace más de una década.
P. Socos Dúo regresa a la escena lagunera después de su última cita en 2016, ¿en qué anda el dúo en estos tiempos convulsos?
R. Pues estamos creando nuevamente. Después de esta pandemia y la revolución telemática desarrollada a través de las videoconferencias, decidimos emprender el vuelo con un nuevo disco desarrollado completamente desde el confinamiento, estando cada uno grabando y compartiendo ideas desde casa.
P. Además, vienen de hacer gira el año pasado en Colombia. ¿Cómo vivieron la experiencia?
R. Sobrecogedora. Presentar tu música a un nuevo público y ser recibida con ese calor, entusiasmo, es algo que por raro que parezca, no esperas [risas]. Además que Colombia es otro gran país lleno de música y cultura musical, por lo que agradeces ese acercamiento afectuoso a lo que uno pone sobre el escenario.
P. Han acudido a esta cita lagunera con su nuevo espectáculo, 'The Way'. ¿Qué nos podría contar de este proyecto?
R. 'Mantra' fue el primer paso hacia nuestro propio mundo interior, con nuestros propios temas, nuestras propias ideas. 'The Way' es una experimentación más profunda y versátil de ese mundo personal que cada uno desarrolla. No son temas trabajados conjuntamente sino más bien temas bastante desarrollados por cada uno y luego expuestos para que el otro de su pincelada, por lo que hay bastante personalidad personal sin perder el sello de Socos. Mientras que 'Mantra' era mucho más acústico, 'The Way' entra más en el mundo de las bases, la electrónica y la creación sintética. Simplemente para aportar un universo amplificado al nivel de ideas que surgen en nuestro interior.
P. Entonces, la inmersión en la parte electrónica habrá supuesto un salto sonoro en el sonido del dúo. ¿Qué cree que aporta esta nueva visión? Seguirá encontrando el público la identidad de la marimba y el violonchelo que tanto lo caracteriza?
R. Sin duda. Siempre hay una ideas fijas que rondan en nuestra cabeza y son comunes en todo lo que hacemos. Simplemente creamos con una paleta de color más amplia.
P. ¿En qué momento deciden empezar a componer sus propias piezas? ¿Cómo se organizan el trabajo usted y César Martín?
R. Cuando el camino se planteó seguir trabajando después del primer disco, que fue una recopilación de obras 'clásicas' que habíamos trabajado juntos más algún tema nuestro, el único camino posible era renovarse o morir. También la percepción que teníamos al presentar nuestras propias composiciones es que el público en general disfrutaba mucho más de nuestro esfuerzo sobre escena. Por lo que los indicios te iban señalando el camino.
P. Y siempre trabajan desde un concepto. ¿Cómo surgen esas reflexiones? ¿Qué temas les preocupan?
R. Pues hablando de las cosas que nos preocupan y de lo que nos hace reír. En definitiva, compartiendo conversaciones. Esto te lleva a pensar sobre las cosas que te importan y las que realmente mueven algo en ti y merecen un tema musical. Sobre los temas que nos preocupan suelen ser los que preocupan a la mayoría de los humanos: la vida, la naturaleza, nuestro estado anímico y personal, etc.
P. Esto contrasta bastante del trabajo usual de una formación musical. ¿Qué diferencias encuentra en el trabajo que desarrolla aquí con su labor en otros conjuntos?
R. Bueno, trabajamos con una mente muy abierta a todas las posibilidades. No nos cerramos a un solo camino. Nuestra forma de trabajar es la que suelen hacer muchas formaciones: trayendo temas musicales y creando conjuntamente la parte del compañero. También es hermoso encontrar nuevas formas de hacer sonar entre sí la marimba y el violonchelo. Ambos suenan muy bien conjuntamente y estamos siempre ampliando el lenguaje de sonoridades entre ellos.
P. En la agenda de Socos figuraba para este año La Habana, Cabo Verde… y no ha podido ser. ¿Cómo han vivido el confinamiento? ¿Se puede sacar algo positivo de todo esto?
R. Para el sector, para la cultura y muchos colegas esto ha sido un jarro de agua fría cuando parecía que empezábamos a andar. Pero hay que reconocer que también ha servido para reflexionar y pensar en dónde estamos y dónde queremos llegar. Muchas veces no tenemos el tiempo para ver con perspectiva y saber cual es el rumbo. Creo que la COVID-19 hizo esa aportación.
P. ¿Cómo se ha sentido en el escenario al reaparecer en esta nueva era COVID-19?
R. Pues como en casa [ríe]. Es nuestro medio natural. Donde somos nosotros mismos. Donde tenemos al genio y al diablo trabajando conjuntamente para disfrutar y hacer disfrutar a los que nos escuchan.
P. ¿Qué valoración le merece la situación actual de la cultura? ¿Superaremos esta crisis?
R. Siempre superaremos las crisis. De una manera u otra. La situación para la cultura es dramática. Todo el sector agoniza. Pero ojalá esto haya servido para hacer entender a la gente lo importante que es la música para nuestro día a día.
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