Rubens Ascanio, de Unidos Se Puede: “Coalición Canaria deja un ambiente de abandono y desidia en La Laguna tras estos cuatro años”

Rubens Ascanio, en un retrato realizado en la plaza de los Adelantados, en La Laguna

Néstor Morales

Santa Cruz de Tenerife —

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Las elecciones municipales de 2015 arrojaron en el Ayuntamiento de La Laguna un posible pacto entre las fuerzas de izquierda (sumaban 14 concejales, mayoría absoluta en un pleno con 27 miembros), pero este no fue posible porque el PSOE (cinco concejales) decidió cogobernar en el municipio con Coalición Canaria (CC), entonces con una minoría de siete concejales. Rubens Ascanio, que es el portavoz de Unidos Se Puede en esa Corporación local, el grupo mayoritario en la oposición con seis concejales, califica en esta entrevista de “cacicada” muchas de las políticas llevadas a cabo por CC durante estos últimos años.

Tras estos años como grupo mayoritario en la oposición, ¿con qué sensación se queda respecto al trabajo realizado por su partido?

La valoración es positiva en cuanto al número de iniciativas y a lo que estas han significado para el conjunto del Ayuntamiento. Hemos desarrollado iniciativas fundamentales, como impedir que existan cortes de agua o luz que afecten a las familias por causas económicas, igual que la lucha por evitar que se cerrasen los dos comedores sociales que existen en La Laguna. También hemos trasladado un sinfín de iniciativas y propuestas para fomentar los espacios sociales de los barrios laguneros, que en total son más de 200, con casi el 50% de todas las presentadas en este mandato. La única espina que nos queda clavada es no haber podido desarrollar esas iniciativas como grupo de gobierno, mediante un pacto de progreso, que era el escenario natural que había tras las elecciones locales de 2015.

¿Y cómo califica la gestión del grupo de gobierno, controlado por CC?

Hemos tenido relaciones complicadas a lo largo de todo el mandato, sobre todo por el propio perfil del actual alcalde de La Laguna [José Alberto Díaz, de CC], que es una persona que no tiene capacidad de diálogo. Sin embargo, sí hemos podido mantener relaciones de trabajo con distintos concejales y concejalas del grupo de gobierno. En síntesis, el balance no es positivo. Haciendo memoria y recordando las palabras del alcalde en su discurso de investidura, no ha cumplido ni una sola de las cosas que prometió en 2015. Habló de una relación de puestos de trabajo renovada en el Ayuntamiento, algo que no se ha producido; también comentó la creación de un nuevo Plan General de Ordenación (PGO), que tampoco ha cumplido. Por lo tanto, Coalición Canaria va a dejar un ambiente de abandono y desidia tras estos cuatro años al mando del Ayuntamiento, además de tener un ambiente político bastante enrarecido.

Caso Zebenzuí, caso Grúas, expulsiones de ediles de los partidos… ¿Cómo cree usted que se recordará este mandato?

En la actualidad tenemos un escenario perfecto para demostrar cómo funciona CC. A este partido lo hemos puesto delante de su propio espejo, y la población sabe mejor que nunca la forma de trabajar del partido en estos últimos 20 años, y cuáles son los elementos sobre los que se sustenta. CC ha considerado el Ayuntamiento de La Laguna como un espacio donde desarrollar una actividad económica, una oportunidad de negocio para personas afines a Coalición. Esto se ha visto reflejado en tramas como el caso Grúas.

¿Cuáles son las previsiones de su grupo de cara a las próximas elecciones?

Nosotros somos la única alternativa a Coalición Canaria. Si algún lagunero o lagunera quiere emitir un voto realmente útil para acabar con 30 años de CC, este es el voto para Unidos Se Puede. Hemos demostrado que estamos a la altura de las circunstancias. Incluso hemos demostrado que tenemos la voluntad de llegar a acuerdos con otras formaciones políticas en elementos que son fundamentales para el funcionamiento del municipio, y además tenemos un proyecto.

Este proyecto es una obra coral de un equipo amplio formado por personas muy cualificadas y está enfocado a llevar a cabo objetivos complicados, porque es difícil revertir datos como la deuda municipal. A principios de este mandato, el Ayuntamiento tenía una deuda pública de 105 millones de euros, que no fue generada por la calima, sino que vino arrastrada por la gestión de Fernando Clavijo y Ana Oramas. Este tipo de acciones se tienen que revertir con una nueva forma de gobierno.

El otro día comentaba en las redes sociales que tenemos un municipio donde se le perdonan 2,4 millones de euros a las empresas de telecomunicaciones, y a los vecinos y vecinas se los somete a un incremento del 83% en el recibo del IBI. Y cuando hemos llevado al pleno iniciativas que reduzcan el coste de ese impuesto a las familias con menos recursos, CC, junto a otros partidos políticos, vota en contra, y eso es más que significativo.

Dentro de su confluencia (que usted es de Sí Se Puede) esta Podemos e IU, que pasan por momentos difíciles. ¿Cree que esto puede afectar a la formación a escala local?

La Laguna se ha convertido en una especie de aldea gala de la confluencia para las fuerzas de izquierda en el conjunto del archipiélago canario. En estos cuatro años, el espacio de Unidos Se Puede no se ha caracterizado por ser un lugar plagado de broncas o disputas internas entre los partidos integrantes; al contrario, ha sido conocido por un trabajo conjunto.

Defendemos un trabajo que está gestionado por personas preparadas de todas las edades, teniendo en cuenta nuestra diversidad, y hemos sabido aprovechar los elementos que nos unen. Yo espero y deseo que los cuatro años siguientes sean iguales, porque la única vía que hay para ganar en La Laguna es la unidad de las fuerzas progresistas. No existe otra alternativa para parar la ola de la extrema derecha.

Recientemente, la oposición tomó el control de la empresa municipal Muvisa, SA. ¿Es esto reflejo de las carencias en la gestión por parte de Coalición Canaria?

Es el resultado directo de la gestión. CC ha convertido durante años a la empresa pública Muvisa en una cueva oscura donde se podía actuar sin demasiado control, y fue cuando se empezaron a exigir los datos referentes a las obras de reposición del barrio de Las Chumberas cuando chocamos con un muro: el de no querer la trasparencia. Dentro de Muvisa vamos a poder trabajar y explicar dónde están los 20 millones de euros que, a día de hoy, siguen sin ser justificados.

Comentaba usted que en 2015 hubo un escenario político que daba pie a la formación de un gobierno de izquierdas con la participación del PSOE, pero que ello no se pudo llevar a cabo. ¿Cree que la formación socialista cambiará de opinión en las próximas elecciones y se llegará a acuerdos?

La imagen del PSOE estos cuatros años ha sido la de un partido totalmente sometido a los intereses de CC, dispuesto a aceptarlo todo con tal de que CC se mantuviese en el poder. Sé que hay mucha gente que ha votado al PSOE durante muchos años y que se siente engañada por la gestión de estos cuatro años.

Nuestra misión ahora mismo es mantener los puentes de diálogo con la nueva dirección del PSOE en La Laguna. De hecho, ya se han producido reuniones que han sido positivas, con la idea de conseguir una mayoría de progreso después de las elecciones de mayo de 2019. Las mayorías absolutas parece que son cosas del pasado, pues ninguna formación política la va a tener en La Laguna, por lo que estamos obligados por la ciudadanía a hablar para llegar a acuerdos.

Javier Abreu, histórico militante socialista y actual concejal en el grupo de los no adscritos, ha manifestado por las redes sociales su intención de presentarse bajo un nuevo proyecto político. ¿Es un ejemplo más de que la izquierda continúa dividiéndose?

Yo deseo que todas las candidaturas que han surgido de la raíz de lo que era el PSOE en La Laguna tengan la mayor fortuna posible y los mejores resultados. Cuanta más gente podamos sumar para formar un gobierno eficaz en el municipio de La Laguna, mucho mejor. Sin embargo, ¿la dispersión del voto es positiva? Pues no lo sé. Que se lo pregunten a los andaluces si la dispersión de la derecha ha sido positiva. Supongo que se puede razonar dependiendo del cristal por el que se mire.

En el ámbito regional, ustedes siempre se han quejado de la “eterna estancia” de CC en el gobierno. ¿Cree que en mayo eso se acabará?

CC nunca había estado tan debilitada como ahora. El electorado tradicional de CC tiene muchas ofertas alternativas que pueden resultar más interesantes de lo que representa en la actualidad Coalición, además de que la gente está defraudada por la gestión del partido durante todos estos años en el gobierno.

Cuando la gente piensa en CC, piensa en el enchufismo sistemático, en un régimen que recuerda más a la Sicilia de los años treinta que a una sociedad avanzada y moderna. Todos esos actos tienen un coste y se está demostrando, ya que CC no ha dejado de perder fuerza en los últimos treinta años, Espero que en 2019 llegue el fin de CC en el poder. Este va a ser un elemento muy positivo, tanto para la ciudadanía en Canarias como para el propio partido nacionalista, que creo que necesita una temporada fuera del poder para acabar con las dinámicas que se han convertido en su actual seña de identidad.

¿Cómo califica la gestión de Podemos en el Parlamento de Canarias?

Yo siempre digo que jamás en mi vida había hecho un voto útil en unas elecciones al Parlamento de Canarias. Jamás había visto reflejado mi voto en hombres y mujeres que están desarrollando unas políticas para la mayoría, y esto ha sido fundamental para los canarios y canarias.

En 2015 hubo un debate muy duro tanto en el seno de Podemos como dentro de Sí Se Puede para llegar a un acuerdo de confluencia. Pese a no haber llegado a un acuerdo con Izquierda Unida, se lograron reunir todos los votos para poder obtener los mejores resultados posibles. Por primera vez, y se puede decir en mayúsculas, en el Parlamento de Canarias hubo oposición. Somos gente sin padrinos y sin tener ningún poder económico detrás, que solamente hacemos políticas para la mayoría de las personas.

Pedro Sánchez ha adelantado las elecciones a abril de este año. ¿Fracaso de la izquierda?

Es un acierto que ha tenido la derecha. Ha generado un relato que ha tenido sus propias consecuencias. Los partidos de derechas han vetado el entendimiento con diversos partidos que a su juicio no son respetuosos con lo establecido por la Constitución, o con la unidad del Estado, pero no tiene problemas para pactar con un partido como Vox, que trivializa con asuntos como la violencia machista o la memoria histórica.

Cuando eso se justifica, y se cuestionan otras cosas, se imposibilita que existan mayorías que cristalicen las iniciativas progresistas. Veremos qué pasa en las elecciones del 28 de abril. Lo que está claro es que, si seguimos dando carta al discurso de la extrema derecha, solo será viable un gobierno de extrema derecha. Si es así, no estamos alejando tanto del denominado régimen de 1978 como de la propia democracia. Estamos yendo hacia un modelo donde solo se puede gobernar haciendo actos patrióticos en la plaza de Colón. Sin embargo, hay una mayoría de la población que quiere avanzar mediante el diálogo y la paz, y debemos de hacer políticas para estas personas.

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