Los trabajadores de Urbaser, concesionaria del servicio de limpieza y basura en Tacoronte, El Sauzal, La Matanza, La Victoria y Santa Úrsula, han decidido mantener la huelga prevista para este lunes y el próximo día 8 de febrero y protestan por unos servicios mínimos que consideran “abusivos”.
A través de un comunicado, el sindicato Intersindical Canaria (IC) ha indicado que la no intervención de la autoridad laboral en la designación de los servicios mínimos “ha dejado vía libre a la empresa para obligar a trabajar al 100% de la plantilla”.
Urbaser, añade el comunicado, ha citado por carta a todos los trabajadores para el primer día de huelga, “neutralizando así los efectos de la misma”, de ahí que Intersindical Canaria haya dado instrucciones a los trabajadores para que cumplan con esa orden y evitar “posibles represalias”.
Con esa medida, según la organización sindical, la plantilla del servicio de recogida de basura “se ve imposibilitada de ejercer un derecho constitucional”, ya que con los servicios mínimos establecidos por la empresa Urbaser “el derecho de huelga deja de existir”.
Intersindical Canaria afirma que las reivindicaciones de los trabajadores son “justas” y recuerda que sólo están pidiendo que los delegados que se sienten a negociar el nuevo convenio sean los que designe la mayoría de la plantilla y no los que forman la actual comisión negociadora, compuesta por tres trabajadores que, según el sindicato, “sólo se representan a sí mismos, con la diferencia de que son los preferidos de la empresa”.
La organización sindical ha criticado la “escasa voluntad” negociadora de Urbaser y hace un llamamiento “a la sensatez” para responder a la demanda de la mayoría de trabajadores y negociar un convenio con una representación “real”, evitando así un conflicto laboral que “se va a enquistar en el tiempo si nadie lo remedia”, advierte.
Desde IC quieren dejar claro que no están interesados en el control del comité de empresa, sino en la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores. Además, han pedido a UGT que convoque una asamblea para comprobar si los trabajadores aceptan su representación.
Asimismo, piden que los diferentes ayuntamientos de los municipios afectados asuman su responsabilidad en el conflicto e intercedan para su solución, pues la huelga es “una incomodidad para la población y un enorme sacrificio económico para los trabajadores, que verán recortados sus salarios, ya de por sí muy precarios”.
“Ir a la huelga no es una decisión fácil de tomar, pero la falta de respuesta de los que pueden desbloquear el conflicto nos está empujando a continuar con la protesta”, apunta el sindicato.
El lunes 8 de febrero será el próximo paro, pero Intersindical Canaria ya ha anunciado que esta vez pedirá a la autoridad laboral que designe unos servicios mínimos “más justos”. No obstante, confía en que, antes de esa fecha, se produzca un acercamiento de posturas para evitar que el conflicto se alargue. En caso de que no sea así, IC demandará la intervención de las instancias pertinentes para hacer valer la ley y continuar con el derecho constitucional a la huelga.