La acción policial contra las peleas ilegales de perros desencadenada en la isla de Tenerife este sábado pasado (en un chalet alquilado para tal fin en Güímar) condujo el domingo a la localización de una finca rural donde se practicaba el maltrato animal en el municipio de Arona. Antes, en la localidad de Güímar, la Policía Nacional había cogido in fraganti a los supuestos organizadores y participantes en una pelea ilegal de perros, con apuestas de por medio y hasta un ring, y además había realizado numerosas detenciones, hasta 31, entre ellas al menos la de un policía local.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Güímar ha ordenado esta madrugada el ingreso en prisión de diez de las personas que fueron detenidas este fin de semana. Se les imputa a todos ellos delitos de maltrato de animales cometidos en el seno de una organización criminal, en algunos casos con el añadido de cargos por tráfico de drogas o tenencia ilícita de armas.
Cuatro de estos detenidos han eludido la cárcel al pagar sus fianzas, que van desde los 3.000 a los 5.000 euros, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Otros cuatro se encuentran ya en prisión comunicada sin fianza.
Aquella intervención policial, que estuvo dirigida desde Madrid por la supuesta participación en la mencionada actividad clandestina de algunos funcionarios de las fuerzas y cuerpos de seguridad, fue la que luego facilitó el hallazgo de una finca rural en el municipio de Arona, en la que se criaban los perros y otros animales en condiciones de indudable maltrato, con incluso el descubrimiento de un vertedero de la muerte con hasta diez canes en proceso de descomposición.
El establecimiento localizado en Arona, según lo descrito por las personas que acudieron al rescate de los animales, es lo más parecido al escenario del terror, con numerosos perros muertos (al menos 10) y otros encadenados, y con pollos, gallos, faisanes y patos desperdigados. También había varias docenas de perros hacinados en un foso subterráneo limítrofe a un barranco, el que pasa junto a la finca ubicada entre Valle San Lorenzo y Cabo Blanco, en la trasera del sitio conocido como Los Toscales.
Tal y como ha narrado la consejera de Podemos en el Cabildo de Tenerife (Administración insular) Mila Hormiga, “las condiciones higiénico-sanitarias en las que han sido encontrados los animales son realmente penosas: suciedad, sin apenas agua ni comida, perros muertos en avanzado estado de descomposición y desperdigados por los alrededores del lugar... La situación ha sido horripilante, y había un hedor espantoso”, describió Hormiga, una de las personas, junto a otros activistas contra el maltrato animal en la isla, que primero llegó a la finca del horror.
Tras localizarse el lugar donde permanecían los animales, algunos vivos y muchos muertos, voluntarios de distintas asociaciones protectoras realizaron el desalojado de los perros, que fueron reubicados en albergues y refugios repartidos por la isla. Lo mismo se intentó con otras especies.
La instalación de Arona tenía como supuesto fin la cría de perros, según apuntan varias fuentes, y pudo ser localizada tras la operación del Cuerpo Nacional de Policía que comenzó el sábado en Güímar, en una pelea ilegal de perros en la zona conocida como La Medida. Esta acción policial parece que destapó la supuesta red de peleas y apuestas ilegales con perros.
Mila Hormiga, la consejera del grupo de Podemos en el Cabildo de Tenerife, además indicó que es posible que haya más criaderos clandestinos de canes diseminados por las medianías del sur de Tenerife, con el supuesto cometido de realizar el “suministro de perros y gallos” para las reseñadas peleas clandestinas. Hormiga ya se ha puesto en contacto con el consejero insular de Medio Ambiente para garantizar el apoyo del Cabildo en la tarea de realojo de estos animales maltratados, más los que se puedan encontrar en días sucesivos.
Distintos colectivos vinculados a la protección animal llevan años dando la voz de alarma sobre las peleas y apuestas ilegales, pero siempre “han chocado con la falta de interés político e incluso policial para actuar contra esta actividad”, afirmó la consejera insular. El operativo que finalmente está sacando todo a la luz fue lanzado desde la Península.
Según relató Mila Hormiga, en otro criadero descubierto en Güímar, el segundo, la situación es “aún más dantesca y espantosa que en la finca de Arona”. En Güímar se hallaron “más de 20 perros de razas potencialmente peligrosas. Estos canes están custodiados y pendientes de valoración para ver qué se hace con ellos. Además, han sido localizados varios cachorros que fueron llevados a albergues y refugios. Esto ocurrió entre el domingo y el lunes, tras dar con el primer recinto, el de Arona”.