El Gobierno canario investiga el rescate del joven ahogado en Puerto de la Cruz después de que la familia denunciara que el 1-1-2 “abandonó su cuerpo”
El Gobierno de Canarias investiga el rescate del joven de 23 años que murió ahogado en Puerto de la Cruz el pasado 5 de octubre, Alejandro, después de que su familia denunciara que el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES 1-1-2) “abandonó su cuerpo”. Según el testimonio de la novia del joven, difundido a través de las redes sociales en un vídeo por la madre de él, Natalia González, el helicóptero sobrevoló dos veces la zona del suceso y pasó de largo. Una vez que el equipo de rescate localizó a la novia, que había alertado al 1-1-2 y que se encontraba en las rocas desde las que él había resbalado, la trasladó a una ambulancia y la atendió, cuando el cuerpo de él aún no había sido localizado. “Yo no sabía por qué no se habían metido en el mar y por qué nos íbamos de allí, si yo estaba bien”, relata.
Según ha respondido a Canarias Ahora la Dirección General de Seguridad y Emergencias (DGSE), el Ejecutivo regional abrió la investigación desde que tuvo conocimiento de las quejas de la familia “a la espera de la instrucción judicial del caso, con la finalidad de que se esclarezca lo sucedido lo antes posible”. Para ello, “la DGSE ordenó la recopilación de las grabaciones y registros de todas las actuaciones que consten en el CECOES y solicitó un informe sobre las actuaciones realizadas ese día”. Asimismo, encargó “documentar detalladamente la intervención del helicóptero de rescate” que participó en el caso.
El cuerpo fue localizado dos días después, el lunes 7 de octubre en aguas del Puerto de la Cruz. Para la familia de Alejandro, la actuación no fue la ideal. En un vídeo de 9 minutos, Natalia González retrata de manera detallada cómo vivió la novia de su hijo todo el rescate. Cuando el joven resbaló y cayó al agua, ella no lo dudó y saltó a socorrerlo. Sin embargo, la fuerza del mar agotó sus energías y optó por pedir ayuda llamando al 1-1-2. “Me atendió una mujer, le conté lo que sucedió y me pasó con un hombre. Tuve que volver a explicar todo de nuevo y me dijo que mandarían a un helicóptero”, recuerda. Desde el Cecoes le insistieron en que no se tirara al mar y que mantuviera localizado en todo momento a Alejandro.
“Decidí activar la localización de mi móvil para ver dónde estaba exactamente. Llamé de nuevo para dar más información sobre el lugar y acerca de cómo estaba él: vivo y en el agua, esperando”, describe. Después apareció el helicóptero, pero dieron la vuelta. “Me preguntaron si estaba dirección Puerto de la Cruz o Tacoronte y volvieron a pasar. Pero de nuevo pasaron de largo”, lamenta. Entonces, vio cómo su novio sacaba sangre por la boca y se hundía. Después, llegó el helicóptero.
“Les indiqué con la mano dónde estaba Alejandro, pero no hicieron nada”, revela. Uno de los miembros del equipo de rescate bajó para sacarla de las rocas mientras ella les pedía que la dejaran meterse en el mar para salvar “con su vida, la vida de su novio”, pero le respondieron que “no había tiempo” y que el chaleco que tenía no se hundiría lo suficiente para acercarse a donde estaba él.
La trasladaron en helicóptero a la ambulancia y le pusieron una pastilla debajo de la lengua, sin haber rescatado aún a Alejandro según señala ella en su testimonio. Entonces, avisó a Natalia de lo ocurrido para que se desplazara al lugar. Además, fue Natalia “la que tuvo que pedir que trasladaran a la joven al lugar para que indicara a los efectivos dónde fue la última vez que vio al joven”.
La Dirección General de Seguridad apunta que “el Gobierno de Canarias pondrá todos los medios a su alcance para agilizar la investigación y ofrecer respuesta a la familia a la mayor brevedad, así como despejar a toda la ciudadanía cualquier duda sobre la actuación de los servicios de emergencias que intervinieron en este caso”. apunta la Dirección General.