Se tendrá que aferrar a Luz Reverón como a clavo ardiendo la presidenta insular del PP de Tenerife, Cristina Tavío, porque todo parece indicar que ese nombramiento, el de la ex concejala de Urbanismo como directora insular del Gobierno en La Gomera, va a ser de los pocos que le permitan imponer. Ni siquiera el cargo de delegado de la Zona Franca de Tenerife ha tenido que ver con la influencia de la señora Tavío, que nota cómo sigilosamente, sonriendo y jurándole lealtad eterna, le come terreno el senador Antonio Alarcó, uno de los más allegados en estos momentos al ministro Soria. Sí, señoras y señores, el ministro Montoro ha designado delegado de la Zona Franca al prometedor Gustavo González de Vega, licenciado en Derecho y funcionario del Cabildo de Tenerife, que no sólo ha contado con el respaldo de Alarcó, sino también con el de Manuel Fernández padre, influido a su vez por Manuel Fernández hijo, con el que el designado ha mantenido una estrecha vinculación política los últimos meses. Aunque González De Vega, en realidad, es un descubrimiento de ese ser olvidado que se llama Ángel Llanos, llamado un día a ser el relevo soriano de Tavío. Fue Llanos quien en 2003 lo fichó para la Consejería de Relaciones Institucionales del Cabildo de Tenerife, el que lo catapultó acto seguido a la Dirección General de Hacienda del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife cuando ejerció de primer teniente de alcalde, para pasarlo en 2008 a coordinador general de Servicios Centrales. En total, seis años con Llanos, lo que confirma que muy de Tavío no ha de ser. Lo debió haber hecho tan bien que resistió la ruptura del pacto CC-PP, y ahí lo han mantenido tanto Zerolo como Bermúdez, hasta que ha sido llamado para este nuevo destino.