San Pedro de Atacama: un oasis en el desierto más árido del mundo

Las últimas luces del día iluminan los volcanes de la Cordillera de Los Andes. Atardecer desde el Valle de la Luna.

Viajar Ahora

San Pedro es un oasis en medio del desierto más árido del mundo. Atacama es uno de los grandes mitos viajeros americanos. Un desierto superlativo en todos los sentidos en el que manda la desmesura. Un enorme espacio de 105.000 kilómetros cuadrados que ocupa casi todo el norte de Chile y el extremo Sur de Perú. Una región en la que puede llover cada 15 años; un desierto donde hay lugares en los que no ha caído una sola gota de agua en los últimos 400 años. Pero Atacama no es un espacio en blanco. Porque los desiertos no lo son tanto; están llenos de cosas, de animales, de gentes, de historias… En todos los desiertos hay cruces de camino. La mayoría de estos ‘centros de reunión’ se encuentran cerca del agua. Sí, agua. La Cordillera de los Andes condiciona de manera brutal todo lo que pasa; no deja pasar la humedad que llega desde el este (esa que hace reverdecer el Amazonas y las pampas argentinas) y escurre sus hielos derretidos en pequeños ríos y torrentes.

El Río San Pedro es la arteria vital de esta parte del desierto. Nace pocos kilómetros más al norte donde se juntan varias torrenteras que bajan desde lo alto de las montañas y salen del interior de la tierra caliente como sucede en los Geiseres del Tatio. Hilos de agua que a la altura de la ‘ciudad’ ya tienen un caudal importante que permite crear una pequeña mancha de verdes en la inmensidad de la nada. Lo primero que nos llamó la atención de San Pedro es esa cultura del agua que heredaron de sus antiguos; acequias que riegan campos y llenan albercas y que datan de tiempos muy remotos.

Un leve paseo río arriba (ideal ir en bicicleta) te deja junto a las antiguas murallas del Pucará de Kitor (Horario: 8.30 – 19.00), una imponente ciudad fortaleza construida en la ladera sur de la quebrada del Río San Pedro (a tres kilómetros del pueblo) . Los Atacama fraguaron sus primeras sociedades organizadas en torno al 900 de nuestra era y cuatro siglos después construyeron una red de pequeñas ciudades fortificadas (los famosos pucarás) en una amplia área que se extendía más allá de la famosa Quebrada de Humahuaca, en Argentina. Kitor es uno de los pucarás más grandes de la región y también de los más espectaculares. El yacimiento se organiza en andenes y en sus más de 2,5 hectáreas de superficie se han identificado unas 160 estructuras entre viviendas, espacios públicos y graneros. Las vistas sobre el valle y los volcanes circundantes son impresionantes.

Los herederos de aquellos primeros atacameños se fundieron con los incas, primero, y con los españoles, después –hay otra visita interesante al sur del pueblo: la Aldea de Tulor, también de época prehispánica-. Algunas cosas se mantuvieron inmutables a lo largo de los siglos (como esa cultura del agua o la adaptación a un medio tan especial), pero otras cambiaron. El pueblo de San Pedro es el resultado de esa simbiosis de culturas moldeadas por la rudeza del desierto. Quizás el lugar que simboliza esa fusión de culturas es la Iglesia de San Pedro (Caracoles, 362; Tel: (+56) 55 285 1077), una de las más bellas construcciones coloniales del norte de Chile. Un edificio sencillo de gruesas paredes de adobe blanqueadas y techos de paja y barro; técnicas ancestrales para construir la casa de los nuevos dioses… El centro del pueblo de San Pedro son apenas cuatro calles. Las casas de adobe antiguas han sido restauradas y hoy son hoteles, restaurantes, comercios, bares y hasta oficinas bancarias. Los vecinos y vecinas de San Pedro viven en barrios menos agraciados en las afueras y, los que tienen más solera, en las casitas de campo que ocupan la franja de tierras oscuras y húmedas que flanquean las aguas rojizas del San Pedro. Caminar por aquí es un placer. Aprovecha el paseo ara ver el Museo del Meteorito (Tocopilla. 101; Tel: (+56) 9 8360 3086; Horario: 10.00 – 13.00 y 15.00 – 19.00; E-mail: contacto@museodelmeteorito.cl) un curioso centro de divulgación centrado en esos fragmentos de otros mundos que caen constantemente al nuestro.

Una noche bajo un millón de estrellas : Atacama, por sus especiales condiciones ambientales es un lugar ideal para encontrar meteoritos; y también para ver las estrellas. Los cielos atacameños son limpios por la ausencia de humedad; la oscuridad y la altura hacen el resto. Hay empresas que ofrecen excursiones astronómicas de varias horas de duración. Nosotros lo hicimos con Una Noche con las Estrellas (Calama, 440; Tel: (+56) 9 5272 2201; E-mail: reservasdeuncle@gmail.com; Precio: 30 euros aprox) y la experiencia fue alucinante. Es una buena manera de ‘gastar’ una de las noches de estancia en San Pedro, ya que todo cierra pronto.

LAS EXCURSIONES QUE HAY QUE HACER SÍ O SÍ

Valle de la Luna y Valle de la Muerte.- Es el plato fuerte de cualquier viaje a San Pedro. Este imponente valle volcánico se encuentra a escasos cinco kilómetros del centro de la ciudad. Puedes hacer la visita por tu cuenta (en coche de alquiler o en bicicleta) o a través de tours guiados que salen de San Pedro a las 15 horas (para ver el atardecer y huir del calor extremo). El precio de las excursiones más baratas ronda los 14 euros –no incluyen la entrada al parque-. Lo habitual es ir a ver la impresionante vista desde la Piedra del Coyote (se ven los valles de la Luna y La Muerte, gran parte de la cuenca del Salar de Atacama y los imponentes volcanes de Los Andes) y después entrar al Valle visitando los diferentes puntos de interés del lugar (tres marías, cueva de sal) y terminar viendo un glorioso atardecer desde la Gran Duna. Es uno de los lugares más hermosos que vimos jamás.

Lagunas Altiplánicas, Piedras Rojas y Salar de Atacama .- Es otro de los tours típicos y uno de los que sube a las alturas de la Cordillera. Es impresionante transitar entre los grandes volcanes andinos. La excursión sube por la Ruta 23 hasta las lagunas de Miscanti y Miniques (espejos de agua junto a dos volcanes) para terminar la ascensión en Piedras Rojas, un afloramiento de piedras ferruginosas junto al Salar de Aguas Calientes, uno de los lugares más impactantes de los alrededores de San Pedro. La excursión típica incluye la visita al Salar de Atacama – y ver los flamencos de la Laguna Chaxas- y a los pueblos de Socaire y Toconao –ambos con construcciones tradicionales de adobe y preciosas iglesias coloniales-. Hacer esta excursión por tu cuenta requiere coche de alquiler ya que sólo hasta el Salar hay 150 kilómetros y subes hasta los 4.000 metros sobre el nivel del mar. La opción más sensata es el tour guiado. Los precios rondan los 70 euros con tours privados a 110. Se sale a las 6.00 de la maána.

Los geiseres del Tatio y las Termas de Puritama .- Otro de los clásicos. Se sale muy temprano (a las 5.00) para llegar a los geyseres a la hora del amanecer. Tata-iu: el abuelo que llora. Esta zona se sitúa en las faldas de la cadena de grandes volcanes que forman la frontera entre Chile y Bolivia. En esta zona se encuentra el 8% de todos los geiseres del mundo: hay unos 80. No son muy grandes –la altura media apenas supera los 76 centímetros-, pero el conjunto es, sencillamente, espectacular. Estás, literalmente, en otro mundo. Llegar al amanecer es una de las mejores experiencias del viaje a San Pedro de Atacama. La excursión suele incluir una visita a las Termas de Puritama, un complejo de piscinas termales junto al cauce de una pequeña quebrada. El precio del tour guiado ronda los 45 euros.

OTRAS VISITAS

Subir al Licancabur .- Es una experiencia única aunque requiere de gran fortaleza física. La excursión dura dos días y supone subir a pie hasta los 5.900 metros sobre el nivel del mar (se sube desde territorio boliviano). La ascensión no es barata. El precio ronda los 325 euros y no incluye el material como botas o ropa de frío.

Ir hasta Uyuni .- Hay tours de cuatro días hasta el Salar de Uyuni (en Bolivia) con salida y llegada en San Pedro. El precio de la excursión ronda los 200 euros e incluye el transporte, el alojamiento, el guía y la manutención. Eso sí, hay que pagar aparte las entradas a las atracciones naturales y los derechos fronterizos (hay que llevar unos 400 bolivianos para pagar todo esto y los extras que se originen –unos 50 euros-).

El Valle del Arcoiris .- Para amantes de la arqueología. Este precioso valle situado en el cauce del Río Grande recibe su nombre por los colores de sus piedras volcánicas. Pero el atractivo del lugar reside en la gran cantidad de grabados rupestres. Este fue, durante siglos, un paso habitual de las caravanas comerciales que conectaban las zonas del altiplano y la costa. Estos pasos estaban marcados con petroglifos que tenían la doble función de señalar los caminos y servir de amuletos propiciatorios. Estos grabados tienen miles de años de antigüedad y son de los más importantes del norte de Chile. Los tours que hacen esta excursión (unos 30 euros por persona) incluyen visitas al pequeño pueblo de Río Grande, que tiene una de las iglesias coloniales más antiguas de la región. Para hacer este camino por tu cuenta necesitas sí o sí un 4X4.

NOTA DE LA REDACCIÓN : El Museo Arqueológico Gustavo La Plaige (Dirección: C/ Gustavo Le Paige, 380; Tel: (+56) 558 510 02 y (+56) 558 510 66; Horario: LV 9.00 – 12.00 y 14.00 – 18.00 SyD 10.00 – 12.00 y 14.00 – 18.00; E-mail: museospa@ucn.cl) está en estos momentos cerrado por obras. Es una lástima, porque es uno de los mejores museos arqueológicos de Sudamérica. Tiene unas colecciones impresionantes centradas en los Atacamas, aunque con piezas incaicas y coloniales.

COMO LLEGAR A SAN PEDRO DE ATACAMA.- El aeropuerto más cercano a San Pedro de Atacama es el de El Loa -Calama (vuelos directos con Santiago de Chile y otros destinos chilenos). Desde Calama, la distancia hasta San Pedro de Atacama es de 110 kilómetros. Hay varias empresas de transfer que ofrecen el servicio entre el aeropuerto de Calama y San Pedro de Atacama (el precio por trayecto es de 18 euros y la ida y vuelta 30) - tours@sanpedroatacama.com-. La empresa TransLicancabur ofrece un servicio directo El Loa-San Pedro (16 euros ida y 27 euros ida y vuelta). Las empresas de Bus que prestan el servicio regular entre las dos ciudades son TurBus , Frontera del Norte y Buses Atacama . El trayecto dura una hora y diez minutos y el precio ronda los cinco euros. Hay un servicio de Bus entre Argentina y San Pedro de Atacama; las empresas Pullman y Géminis ofrecen el servicio desde Salta con paradas en San Salvador de Jujuy, Purmamarca y Susques (el precio es de 40 euros por trayecto).

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