Wye Valley; el paraíso galés que sirvió de plató natural a Sex Education

Casitas junto al río en las inmediaciones de Symonds Yat, uno de los lugares más notables de Wye Valley. Stewart Black

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El valle de Wye fue, durante muchos años, uno de los secretos mejor guardados del Reino Unido. Este precioso valle fluvial sirve de frontera natural entre los antiguos reinos de Gales e Inglaterra. Wye Valley es el idílico lugar donde se rodó la serie de Netflix Sex Education, una de las sensaciones de la plataforma televisiva. Las localizaciones de esta más que buen producto televisivo muestran un paisaje de grandes bosques, casas tradicionales al más puro estilo inglés, castillos y hasta el ‘pulcro’ campo de autocaravanas -Coleraine Buildings- dónde vive una de las personajes (Maeve) que nada tiene que ver con la imagen destartalada de este tipo que lugares tiene en las pelis del otro lado del charco. Buscar donde esta Moordale es una tarea inútil. No existe. Su escuela secundaria, sus puentes sobre el río, la academia militar, las casas de los protagonistas o la tienda donde trabajan el problemático Adam y Ola se reparten por un buen número de kilómetros en las cercanías del cauce del Wye.

Viajar hasta este rincón de la hermosa campiña inglesa es una buena opción para seriefilos y frikis (todas las localizaciones accesibles están marcadas por cámaras naranja en el mapa), pero también es una oportunidad para descubrir un lugar muy especial. Más allá de la belleza natural del lugar, esta parte del país tiene una historia brutal fruto de su condición de antigua frontera y tiene un buen puñado de antiguos restos prehistóricos. Un ejemplo claro de esta combinación de factores es el pequeño pueblo de Rocwir, un par de millas río arriba desde la ciudad de Chepstow (en la desembocadura del Way en el estuario del Severn). En el capítulo cinco de la primera temporada, Otis y Eric (los protagonistas) cruzan Rockweir Bridge de camino al instituto. A dos pasos río abajo se encuentra la Abadía de Tintern, una de las obras maestras del gótico ingles –siglo XII- y, ahí mismo, siguiendo el Dike Path (uno de los más famosos senderos de la comarca) te topas con el Púlpito del Diablo, una curiosa formación rocosa desde la que hay impresionantes vistas sobre el valle.

Chepstow, la puerta de entrada al Way Valley.- Lo más atractivo de esta ciudad es su imponente Castillo, una imponente fortaleza de origen normanda de mediados del siglo XI que fue el escenario de luchas, asedios y guerras durante siglos (su importancia como punto estratégico declinó tras la Guerra Civil inglesa del siglo XVII). En torno a los muros del castillo se apelotonan las casas de Chepstow: hay una iglesia que se deja ver y un museo (Bridge Street) dedicado a la historia local. Si te apetece coleccionar fotos sobre la serie y eres un apasionado de la historia aprovecha y date una vuelta por Newport. El Campus de Caerleon de la Universidad del Sur de Gales sirve de escenario recurrente como Instituto de Moordale y a dos pasos se encuentra una de las más increíbles huellas del pasado romano del Reino Unido y el origen de todo un mito.

Caerleon jugó un papel importantísimo para garantizar el control de Roma sobre el territorio galés. Ahí tuvo asiento la II Legión Augusta hasta bien entrado el siglo III de nuestra era; y aún pueden verse los restos de los barracones, de las antiguas fortificaciones, de antiguos baños públicos y hasta de un pequeño anfiteatro. Junto a los restos arqueológicos hay un museo más que interesante dedicado al papel de las legiones romanas en el país. Pero más allá de la importancia arqueológica del lugar (que es enorme) Caerleon es el origen de uno de los mitos más importantes de la historia inglesa: el del Rey Arturo. Según dicen, Arturo fue un oficial romano que luchó contra la invasión sajona de Britania y su huella, como veremos después, sigue muy viva en esta parte del país.

Siguiendo el cauce del Río Wye hasta Ross On Wye.- las distancias son cortas y permiten ver mucho en poco tiempo. Entre Chepstow y Ross On Wye median 26 millas (42 kilómetros). La carretera A466 sigue el cauce del río y te deja a tiro de piedra de la gran mayoría de atractivos del valle. En apenas unos minutos pasamos por Tintern y Brockweir, de los que ya te hemos hablado al principio de esta pequeña guía. Nos encontramos con los primeros escenarios de Sex Education y con la belleza natural y ‘cultural’ del valle. El cine aprovechó la potencia de los paisajes y rincones del lugar desde hace mucho tiempo. Un ejemplo es Clearwell Caves, un sistema de galerías subterráneas que han sido protagonistas de producciones como Dr Who, Merlin, las Crónicas de Narnia o el Código Da Vinci, entre otras muchas. Pero lo que de verdad interesa de esta enorme cavidad naturas es que se ha usado como mina de hierro desde tiempos prehistóricos (más de 4.500 años); mineral que se transformaba en herramientas en lugares como la Forja de Whitecliff, una fundición de finales del XVIII.

Las manchas de bosque son particularmente importantes en las inmediacionesde Symonds Yat, dónde se encuentra otro de los escenarios recurrentes de la serie. La casa dónde Otis vive con su madre es un afamado Bed and Breakfast llamado The Chalet. Este lugar es uno de los más espectaculares de todo el valle. El pueblo, que se desparrama por las dos orillas del río, está lleno de bonitas casas de campo y es posible hacer paseos en canoas y ver algunos lugares curiosos como un Zoo de Mariposas o el Laberinto de Hedge Puzzle Laberinto de Hedge Puzzle , uno de los más famosos del país. Y desde Yat Rock se toma la foto emblemática de la comarca. También por la zona está la que llaman Cueva del Rey Arturo (Acceso por May Bush Line). No se sabe si el mítico gobernante de Camelot estuvo por aquí, pero de lo que si están seguros los científicos es que fue refugio frecuente de gentes desde el Paleolítico como lo atestiguan los restos de herramientas y de animales.

Las viejas historias de héroes, hadas, y demás criaturas fantásticas de la rica tradición céltica se suceden a cada vuelta del río. El Castillo de Goodrich, por ejemplo, es otro de los lugares que se vinculan a la saga artúrica aunque la verdad de su historia no vaya más allá del siglo XI (fue otra de las plazas construidas por los normandos para defenderse y ofender a los galeses). De los muros de la fortaleza al bonito pueblo de Ross On Wye no hay más que un paso (aquí está el parque de caravanas dónde vive Maeve -Coleraine Buildings-). Si te da tiempo da un paseo por el Thomas Blake Memorial Garden y detente junto a la espectacular Parroquia de Santa María.

Hereford y un poco más allá .- Hereford es ciudad de importancia. Tiene un bonito puente medieval, los restos de un castillo, un casco histórico interesante y, como sede episcopal, una catedral con cierto pedigrí que, aparte de ser un muy buen ejemplo de gótico temprano inglés (siglo XI), guarda varios tesoros: el más conocido un famoso mapamundi del siglo XIII que es una de las grandes joyas de la cartografía medieval. También cuenta con varios museos y presume de ser el origen de The Pretenders, una de las grandes bandas de la música popular británica. También es la puerta de entrada al alto Wye que aquí empieza a perder entidad para convertirse en el torrente que (bastantes kilómetros más arriba) baja de las colinas de Pumlumon Fawr (muy cerca de la costa oeste galesa). Muy cerca de la ciudad, aunque fuera de ruta, nos encontramos con otro lugar vinculado al mito artúrico. La Piedra de Arturo es un dolmen (una gran mesa de piedra construida en el Neolítico como monumento funerario) que, según la tradición, fue el escenario de la lucha del mítico rey con un gigante, que dejó la impronta de sus codos al caer muerto.

Entre Hereford y Rhayader hay 45 millas (72,4 kilómetros). El camino hasta la última de las poblaciones (más bien la primera) regadas por el Wye es una sucesión de pequeños pueblos, prados verdes y manchas de bosque umbrío. Pura campiña galesa. Más allá, el paisaje se hace cada vez más austero y empieza a picar hacia arriba, aunque sin llegar a las alturas necesarias para ser consideradas más que cotas de colina. En un macizo chato (Pumlumon Fawr) y casi ralo de hierbas nace el Wye. A 215 kilómetros de su desembocadura en el Severn que, curiosamente, nace ahí al lado, a apenas diez minutos a vuelo de pájaro. Nacen juntos y mueren casi juntos…

Fotos bajo Licencia CC: Nic Trott ; Stewart Black ; Jeremy Segrott ; Steve Parker ; Gareth Williams ; Alun Salt ; Peter Hurford

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