Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Un Benlliure entre casetas de obra preside la reforma de la Biblioteca Menéndez Pelayo en Santander

Estatua del polígrafo santanderino, obra de Mariano Benlliure, en el jardín de la Biblioteca Menéndez Pelayo de Santander.

Javier Fernández Rubio

0

Un chaleco amarillo y un casco de obra. Es lo que el polígrafo Marcelino Menéndez Pelayo necesitaría para poder asistir, sentado sobre su escaño de piedra, al desarrollo de las obras de restauración de la biblioteca histórica que lleva su nombre en pleno centro de Santander.

Los preparativos de las obras de reforma de la biblioteca se iniciaron hace meses, y aunque el Ayuntamiento de la capital asegura que el monumento que en su día cinceló el considerado como el último gran maestro del realismo decimonónico Marcelino Benlliure va a ser protegido, lo cierto es que a día de hoy la escultura del polígrafo santanderino ha de compartir espacio en el jardín exterior con casetas de obra, una pequeña hormigonera y diverso material acumulado sin ninguna medida de protección.

La Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Transportes adjudicó por un millón de euros las obras de rehabilitación de la Biblioteca Menéndez Pelayo a la empresa Técnicas para la Restauración y Construcciones (Trycsa). Las obras consisten en la rehabilitación interior y de las fachadas, así como del cerramiento exterior, las vidrieras y el jardín de la calle Gravina, en donde se encuentra la estatua sedente que se encargó a Benlliure a principios del siglo XX.

En el convenio suscrito entre el Estado y el Ayuntamiento de la capital cántabra, este asumió la redacción del proyecto y la dirección de las obras, mientras el Ministerio pagaba las mismas.

Antes de iniciarse las obras, la escultura ya necesitaba una limpieza. Se trata de la versión última que Mariano Benlliure realizó para homenajear a principios de los años XX a Marcelino Menéndez Pelayo. La que actualmente se exhibe en los jardines de la calle Gravina es más hierática que la inicialmente concebida.

Si finalmente el polígrafo fue retratado en mármol de Carrara sentado y recto, mirando al frente y reflexionando, con su mano izquierda reposando sobre un libro mientras la derecha sostenía una pluma, inicialmente Benlliure lo concibió de una forma más distendida.

La versión inicial reflejaba a Menéndez Pelayo sentado, inclinado hacia delante, con la cabeza apoyada sobre la mano, reflexionando. Su efigie estaba adosada a un bajorrelieve en el que dos personajes sostenían una rama de laurel, en alusión al triunfo y gloria del homenajeado. La versión final fue más institucional.

Etiquetas
stats