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“Estoy orgullosa de mis discos, creo que todos han sido partos con dolor”

La cantautora Vicky Gastelo.

Alesander García

Gastelo, la cantautora de voz dulce procedente Torrelavega, lleva su música y sus letras íntimas a la vez que comprometidas a la sala Black Bird, este sábado 5 de marzo a las 21.00 horas. eldiario.es ha hablado con ella para saber más sobre su carrera, su música y su visión de Cantabria.

¿Fue difícil llevar su carrera musical hasta donde está ahora?

Sí que ha sido difícil. Son cuatro discos, tres de ellos autoproducidos: poniendo mi pasta, llevando discos a la Fnac para que te los venda, eligiendo productores… No fue difícil llegar a las discográficas. Por ejemplo, con 16 años ya me estaba llamando Warner y con 25 estaba firmando mi primer contrato con Sony. Sin embargo, a partir de ahí, la música no estaba en su mejor momento: las discográficas, el pirateo, las descargas, todo… La música estaba en uno de sus puntos más bajos, pero tampoco me asustó. Decidí hacer música que es lo que me gusta y lo que más feliz me hace del mundo.

Entonces, ya sí que decidí irme a la autoedición y eso es lo difícil, hacerte con un sitio, hacer que tu música llegue, tratarla como si fuera de una multinacional aunque no lo sea -no tienes acceso a todos los sitios como la radio-. Es pico y pala pero, por otro lado, también es más gratificante.

Al no haber tenido el gran apoyo que supone una discográfica, ¿significa eso que su música se ha ganado a pulso el haber llegado tan lejos?

Yo creo que sí, sobre todo te pone en tu sitio la gente. Si tú sales en cada concierto y haces un buen directo, un buen disco, verán cómo llevas tu oficio, cómo lo enfocas, cómo te lo tomas. Y también ven, a través de las redes sociales, tu día a día y lo que cuesta en tiempo y esfuerzo sacar todo esto adelante. Pero compensa.

¿Cómo de lejana ve a aquella chica de Torrelavega que soñaba con dedicarse a su pasión, la música?

Quizás he pasado por otras etapas, pero últimamente me reconozco mucho en aquella chica. Las únicas referencias que tenía de la música era lo que veía en la tele. Nadie de mi familia se dedica a esto y, tal vez si hubiera tenido a alguien cercano que me hubiera enseñado la industria, a lo mejor no iría tan perdida. Yo llego allí con la idea de ser una cantante o una artista, pero con el tiempo conoces esto y te das cuenta de lo que quieres realmente -que es lo mismo de entonces-. Tienes el mismo amor por la música, por lo que haces.

A veces, la música te da la oportunidad de conocer otros aspectos u otros sectores, pero siempre he estado ahí. Creo que nunca he perdido el norte que tuve desde que partí de aquí, que es hacer canciones y tener un buen directo. La disciplina del conservatorio me sirvió mucho y sigo igual. Creo que no tienes nada ganado, que cada concierto te lo tienes que volver a ganar. Soy la misma, pero sabiendo muchas más cosas. Hay cosas que ya no repetiría, cosas que haría de otra manera, pero creo que como todo el mundo en una profesión.

¿De dónde saca la inspiración necesaria para acometer el proceso creativo?

En mi caso, cuando la música es parte de ti, siempre estás escribiendo o pensando en canciones. Cualquier cosa que ves o cualquier frase crees inspiradora dices: “¡Oye! Esto es interesante para una canción o para un estribillo”. En mi caso, hay una especie de sensación diferente, noto que va a venir algo, como decimos aquí en el norte, se está barruntando algo, yo noto que voy a escribir. No estoy todo el día escribiendo –tocando sí-, pero no todos los días sale una canción.

¿Se disfruta más la composición cuando es para uno mismo que cuando es para otro?

Hay gente que no le gusta nada esto. Sí que es cierto que a mí me cuesta dar algunas canciones, porque uno sabe si la canción es redonda y si le puede interesar a alguien. Si tengo dudas prefiero darla en otro momento o no darla. Pero si la doy, la doy con todas las ganas, la firmo y no utilizo pseudónimo. A día de hoy me parece increíble que algo que escribo para quitarme las malas pulgas, algo que, en principio, solo me interesa a mí, lo cante Marta Sánchez, Mónica Molina… Me sigue pareciendo algo alucinante.

¿Tiene preferencia por alguno de sus discos o es como con los hijos? Que se quieren a todos por igual...

Sí, yo creo que quiero a todos por igual. Pero sí me pasa con las canciones. La gente te dice que por qué no tocas una concreta, pero es como con los pantalones de hace 15 años, igual sí te valen, pero ya no te ves en ese color, no te ves ahí. Hay canciones que a la hora de decir el texto, no me siento así, ya no me siento de esa manera. O canciones que tratan sobre algún tema personal que he tenido, que ya está superado y que ya no te apetece tocar. De los discos estoy orgullosa de todos, creo que todos han sido partos con dolor. El primero fue muy especial, porque era el principio y creo que los títulos reflejan el momento.

En ‘La luna’ estaba con Sony Music y estar con una multinacional era como de broma, no te lo puedes creer.

Cuando hice ‘Ahórrate las flores’ venía de tener una mala experiencia con Sony, porque no le dieron bola al disco y era como salir diciendo “yo voy a por esto, porque es lo que yo quiero hacer”.

‘En el fondo de los mares’, por cómo me sentía -porque para mí el corazón es un gran fondo del mar donde hay tesoros y basurilla- , hice un disco que iba de muchos sentimientos.

Y en el último, ‘Con el viento de cara’, tuvimos un momento durillo en la familia -del que salimos airosos- y quería reflejar ese estado.

¿Cantabria es un ring?

La gente que viajamos, vemos la diferencias. Hay ciudades donde la crisis ha golpeado poco, aunque ha golpeado a todas, y hay ciudades donde las ha goleado un poquito más. Me gusta ir al interior de Cantabria, a la montaña, así que también veo cómo está la ganadería y la industria.

Yo soy de Torrelavega, cerrar Sniace ha supuesto mucho para amigos, familia cercana y muchísima otra gente. Están cerrando tiendecitas, el pequeño comercio. Es duro, no creo ni si quiera que volvamos a tener la bonanza que teníamos hace unos años, pero con que tengamos un trabajo y podamos hacer que nuestras familias salgan adelante… ya sería algo importantísimo, claro.

¿Cree necesario salir de Cantabria para poder desarrollar una carrera musical?

Sí, creo que hay que irse en algún momento. Por lo menos tener lazos en otros lugares, porque aquí no hay discográficas y, aún no formando parte de ninguna multinacional, sí que he necesitado tener cerca a mi banda, a las personas que me ayudan en las agencias de comunicación y a los medios más importantes, y todo eso está allí. Aprendes que lo que está en Madrid, se refleja en todo lo demás. Además, hay un circuito que te da la oportunidad de empezar a tocar con tu guitarra o con tu banda.

Yo creo que hay que irse, después puedes volver y llevarlo desde el último pueblo de Cantabria, pero en algún momento has tenido que irte, al menos esa es mi experiencia.

¿Prefiere interpretar sus canciones en una sala grande o en una pequeña con el público pegado?

Mientras haya condiciones para estar con la banda, no importa. Pero lo de estar muy cerquita de la gente y ver sus caras, eso es impagable. Ver a la gente llorar una canción por lo que significa, eso es lo más grandioso que puede pasar con una canción. Consiguen emocionarte a ti también y te retroalimentas.

No sabes cómo vas a tocar la canción, hoy sale de una manera y mañana -por las circunstancias que sea- la toco de otra manera. Me gusta todo pero, al final, me quedo con el directo.

¿Cómo es la relación con el público?

Yo siempre digo que mi público es el mejor del mundo. A mí me llega a impresionar el silencio que hay, pienso ¿no les estará gustando? Pero es respeto y que quieren oír absolutamente todo. La gente valora que me dejo la piel en cada concierto, que acabo agotada, pero que saco todo lo que puedo para presentar y contarles la historia de la mejor manera. Quiero que sepan cómo la escribí, por qué y en qué situación. Todo.

¿Hay algún género musical que se haya imaginado tocando y al que nunca se atrevería a dar el salto?

Me gustan todos los estilos, pero estudié clásico en el conservatorio. Piano. Lo he recuperado bastante, lo toco mucho en directo. Me gusta muchísimo el flamenco, pero no tengo las cualidades para ello. Aún así, estoy muy contenta con lo que hago.

¿Hasta dónde ha llegado su música?

La verdad es que te escriben de todas partes y enviamos, desde la web, discos a cualquier parte del mundo. A veces, a través de los derechos de autor, veo dónde suena: Japón, Turquía, México… Quería irme ahora, con el nuevo disco, a Argentina.

Como compositora, una de mis canciones llegó al número seis de los Billboard Latinos, con una puertorriqueña que canta una de mis canciones. Hay alemanes, belgas… He currado muchos años en Bélgica, porque como compositora muchos artistas te piden las canciones. He hecho adaptaciones al francés, inglés, alemán…

Hay sitios a los que yo nunca iré, pero llega mi música, por eso te digo que esto es como la magia. ¡Quién se lo va a decir a una chica de Torrelavega! Cuando pasan estas cosas, hacen que seas otra, que crezcas y que tengas una visión que no hubiera podido apreciar si me hubiera quedado en mi ciudad. La música llega a sitios insospechados.

¿Es difícil vivir de la música hoy en día?

No es nada fácil. Tienes que pagar una sala -y cada vez quedan menos en las que no hay que pagar alquiler-, que quitar un IVA muy alto de las entradas, a los músicos hay que pagarles sus cachés, pagar las furgonetas, los hoteles, las cenas…

Y es que en este país tampoco hay tanta cultura. Es verdad que a la gente le suena mucho lo que sale en las radiofórmulas, donde lo mismo que suben, luego bajan. No hay tanto esa cultura, como la que hay en Inglaterra, de ir a una sala, porque allí, ¿qué hay, 200 conciertos un día? Aquí no los hay y es difícil, y hacer que el público entienda que esto es un trabajo, que yo he pagado la gasolina para venir y todo lo demás, y hacer que lo valoren.

¿Este sábado le acompañará Rulo?

Sí, este sábado al estar en casa y Rulo también, se vendrá a tocar un par de canciones conmigo. La verdad es que ahora mismo no estoy de gira. Estoy preparando temas del próximo disco y en todos los conciertos estoy invitando amigos. Hice un Gastelo y amigos en Galileo y se vino Rulo, Carlos Goñi, Rebeca, Funambulistas… Mucha gente. A partir de ahí he estado haciendo conciertos y ciclos a los que me invitan, y donde yo invito a amigos.

¿Tiene algún plan inminente?

Estoy maquetando las canciones del próximo disco, podría tenerlo terminado, pero me estoy achuchando un poco. Quiero hacer algo diferente y creo que todos los discos han aportado cosas diferentes y han sorprendido. Estoy intentando hacer otro tipo de canciones más al tempo, un poquito más de rock y de guitarras. Me gusta mucho escribir y también quiero escribir otras letras. Es decir, que quiero volver a a ofrecer algo diferente.

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