El Pacto por la Educación es posible pero con matices

“Lo podremos hacer mejor o peor, podremos equivocarnos, cometer errores, dar un paso atrás y dos hacia delante, pero la Consejería siempre va a tener voluntad de diálogo, de estar cerca de la comunidad educativa y de tener las puertas abiertas”. Con este compromiso, el consejero de Educación del Gobierno de Cantabria, Ramón Ruiz (PSOE), concluía su intervención en la mesa redonda organizada por eldiario.es para analizar cuáles deben ser los mimbres de un posible Pacto por la Educación en Cantabria.

El mensaje del máximo responsable de Educación en la comunidad autónoma no ha sido casual. Los agentes implicados vienen de sufrir un “cuatrienio negro”, como lo ha definido el portavoz de STEC y representante de la Plataforma en Defensa de la Educación Pública, Jesús Aguayo, en alusión a los recortes y a la ausencia total de comunicación y enfrentamiento que marcaron la relación con el exconsejero del ramo, Miguel Ángel Serna (PP), durante la anterior legislatura.

Aguayo, junto al propio Ruiz y a la presidenta de FAPA Cantabria, Leticia Cardenal, han formado la mesa de debate celebrada en la tarde de este martes en la librería La Vorágine, en Santander. El acto, al que han asistido un centenar de personas, ha estado abierto a la participación del público, que ha podido manifestar sus reflexiones y cuestionar a los ponentes, quienes, por otro lado, han encontrado bastantes más puntos de acuerdo que de divergencia a la hora de reflexionar sobre los ejes por los que deben girar las políticas educativas.

No obstante, el consejero ha afirmado que existen “circunstancias” por las cuales lograr un pacto global es “difícil” y, por ello, ha abogado por buscar un acuerdo “de mínimos” que vaya “hacia unos referentes comunes”. Una postura que ha compartido el portavoz de la Plataforma, quien ha instado a no “sacralizar” los pactos, de los que, ha dicho, se suele prescindir de lo más importante: el contenido. De este modo, ha puesto en valor las medidas que la Consejería ha tomado durante este verano, como la recuperación de la jornada completa en las aulas de dos años o la eliminación de los tercios de jornada, y que han sido pactadas una a una, según ha apuntado Aguayo.

Ruiz ha señalado que el acuerdo debe partir de un análisis sobre “qué es la educación y para qué sirve” y, en este sentido, ha apuntado que hay personas que entienden que la enseñanza debe ser competitiva y mercantilista, y otras que debe ejercer una labor “inclusiva”, como él mismo ha defendido. Durante su intervención, el consejero ha incidido en que la visión sobre el concepto de Educación es fundamental porque determinará “en cascada” las medidas a acordar. “Los diseñadores de la LOMCE son perversos pero no tontos. Han legislado como un objetivo claro”, ha apostillado a modo de ejemplo.

Entre las prioridades de su departamento, ha destacado “atender la diversidad”, “la educación en edades tempranas como elemento de igualdad de oportunidades” y “generar una cultura profesional docente”, dando mayor libertad a los profesores y haciéndoles “dueños de su aula”, justamente en dirección contraria de por donde ha ido la conocida como Ley Wert.

Desde la comunidad educativa han compartido las valoraciones del consejero y, tras reconocer y agradecer su voluntad de diálogo y consenso, han defendido la necesidad de fijar un “suelo de gasto” para Educación en el Estatuto de Autonomía, de forma similar a lo que algunos partidos están proponiendo a nivel nacional para blindar los derechos sociales en la Constitución. También han pedido que se acabe con los conciertos a las escuelas privadas, no sólo al Torrevelo y Peñalabra que segregan a sus alumnos por sexo, sino “a todos aquellos que sean innecesarios”, así como que desaparezca la Religión de las aulas.

En esta línea, Aguayo ha resaltado que en el sistema educativo español existen dos “señas de identidad”, que son fruto de los acuerdos de la Transición del '78 y que, en su opinión, deben ser modificadas: la “doble red” de los centros -públicos y privados- y la enseñanza del catolicismo.

Además de coincidir en estos puntos, la presidenta de FAPA ha exigido garantizar la “gratuidad total” de la educación (material escolar, transporte, actividades extraescolares) y ha demandado una “modernización” de la escuela.

En la hora y media que ha durado el coloquio, los participantes han hecho continuas alusiones a la nueva ley educativa, a la que todos han coincidido en criticar por su carácter “mercantilista” y “tecnócrata”; han debatido sobre cuánto influye el presupuesto de la Consejería en la calidad de la enseñanza, y han restado importancia a los resultados del informe PISA, que pueden dar “titulares deportivos” pero que “no deben condicionar el modelo educativo”, advierten.

Al debate han acudido el director general de Innovación y Centros, Alonso Gutiérrez; los portavoces parlamentarios en materia de educación del PRC, María Teresa Noceda; del PSOE, Víctor Casal, y de Podemos, Verónica Ordóñez; el candidato de Unidad Popular al Congreso de los diputados, Sergio Tamayo; el presidente del Consejo Escolar, Jesús Gutiérrez Barriuso, y el secretario general de enseñanza de UGT, Fernando García, entre otros.

Vídeo completo del debate