El Ayuntamiento sanciona con 900 euros un retraso de más de cuatro años en el centro deportivo de Monte
Cuando el Ayuntamiento de Santander adjudicó la construcción del centro deportivo de Monte, el Racing de Santander jugaba la Copa de la UEFA, la tasa del paro en Cantabria rondaba el 12% y Miguel Ángel Revilla (PRC) y Dolores Gorostiaga (PSOE) estaban a mitad de su segunda legislatura de coalición. Era el año 2009. El equipo de Gobierno municipal, presidido por el actual alcalde, Íñigo de la Serna (PP), impulsó un proyecto para dotar al santanderino barrio de Monte de un centro deportivo. “Uno de los mejores”, manifestó el alcalde el 1 de abril de ese año, cuando colocó la primera piedra en un acto en el que el Ayuntamiento instaló una gran carpa para que los vecinos fuesen testigos del acontecimiento.
Cinco años más tarde las obras apenas han avanzado, y lo que está llamado a ser un espacio de uso deportivo es actualmente un “cementerio”, como lo llaman algunos vecinos de la zona.
Después de que la portavoz socialista en el Consistorio, Judith Pérez Ezquerra, denunciara en varias ocasiones que la obra había pasado a “dormir el sueño de los justos” y después de que su Grupo solicitara el 31 de octubre de 2014 una comisión extraordinaria del Instituto Municipal de Deportes (IMD), la sociedad municipal que licitó y adjudicó las obras, el Ayuntamiento inició el 1 de diciembre el procedimiento para sancionar a la empresa adjudicataria.
El equipo de Gobierno acaba de cerrar ese expediente, que ha saldado con una multa de 900 euros a la UTE Montemar, encabezada por Copsesa, la empresa del alcalde de Ramales de la Victoria, José Domingo San Emeterio (PP).
Según relata el acuerdo de la Junta de Gobierno local, al que ha tenido acceso eldiario.es Cantabria, la concesionaria ha presentado una única alegación, en la que defiende que ha actuado “de buena fe” y justifica que el retraso en la finalización de las obras -previsto para finales de 2010, según anunció De la Serna- se ha producido “por causa ajena a su voluntad”. En este sentido, alega que una de las empresas que formaban la UTE, Excavaciones Saiz S.A., entró en concurso de acreedores, y por ello solicita el archivo del expediente.
El instructor del procedimiento -que en la Junta de Gobierno no se especifica quién es- afirma que la empresa ha causado un “perjuicio notable al interés general” debido a la falta de la prestación del servicio y concluye que se trata de un “incumplimiento grave”, ya que ha rebasado el plazo de 20 meses fijado para la puesta en marcha de la instalación deportiva.
Recuerda, al respecto, que el pliego de condiciones del contrato establece que el plazo de construcción del centro deportivo no podrá ser objeto de demora “bajo ningún concepto”. El informe señala que el contrato se firmó el 26 de marzo de 2009 y el acto de comprobación del replanteo tres años después, con lo que el empleado municipal fija el inicio de las obras en el 16 de marzo de 2012.
El técnico termina advirtiendo que la reiteración de la conducta por parte de la concesionaria puede dar lugar a la resolución del contrato.
La UTE Montemar dispone hasta el próximo 20 de marzo para ingresar en una de las cuentas del Ayuntamiento los 900 euros de sanción con los que se ha saldado la demora y el perjuicio social ocasionado a los vecinos, que desde 2009 están privados del uso y disfrute de esta parcela pública.
Las obras y el proyecto
Los trabajos se han reanudado recientemente pero a un ritmo reposado. Este martes trabajaban en la obra dos operarios, uno con una pala y otro con una paleta, ambos ataviados con un chaleco de Copsesa. El de la pala descargaba los camiones que periódicamente llegaban cargados de piedra y el de la paleta indicaba las maniobras al camionero y se encargaba de retener el tráfico. Entre camión y camión charlaban tranquilamente, según se podía ver entre la valla que desde 2010 rodea el terreno.
Los planes del Ayuntamiento de Santander de construir un centro deportivo sobre el antiguo campo de fútbol de Monte se remontan al año 2007. De la Serna, acompañado del concejal de Deportes, Luis Morante, presentó en rueda de prensa el proyecto, que inicialmente estaba previsto adjudicar en el año 2008.
Fue a comienzos de 2009 cuando la UTE Montemar obtuvo la parcela de titularidad municipal mediante una concesión por un presupuesto cercano a los 9 millones de euros y un plazo de ejecución de 20 meses. Según se anunció entonces, el centro deportivo ocupará una superficie de más de 3.000 metros cuadrados y contará con dos piscinas, áreas de spa, gimnasio, pistas de pádel, áreas de deporte al aire libre y un aparcamiento subterráneo.
Ante las críticas de la oposición, el equipo de Gobierno lamentó el “reiterado oportunismo” del PSOE que, a su modo de ver, “pone en evidencia su interés por tratar de sembrar dudas sobre la actuación del equipo de Gobierno para confundir a los vecinos, en lugar de trabajar por y para éstos”.