Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
Puritanismo progre o de cómo coser botones
El feminismo ha topado con los problemas para follar de Def con Dos. Vayan por delante mis más sentidas disculpas; de saber que se les iba a causar tremendo trauma, en lugar de exigir libertad sexual para hacer de nuestros cuerpos y nuestras relaciones lo que nosotras decidamos, habríamos seguido como hasta ahora: con las piernas abiertas de forma continua, a pesar de los tirones y las agujetas, para que ellos se desahogaran según sus necesidades.
'Stop Puritanismo' es el último single de la banda de Strawberry, que personalmente me ha acompañado durante años en mi almanaque musical. Lo comento por si alguien se descuelga con aquello de que no los he oído en mi vida, que no conozco sus letras o que no entiendo su discurso. En esta ocasión debe haberles dado un ataque de voxismo. O también puede ser que tantos fluidos corporales acumulados por la abstinencia obligatoria a causa de mujeres puritanas que no se ofrecen generosas a aliviarles se les hayan desplazado de las gónadas para acabar inundando el cerebro. O quizás que la edad se lleva muy mal.
El caso es que acuden solícitos a revalidar el discurso de la ultraderecha y los sectores más misóginos de este país, cuestionado el consentimiento, las relaciones igualitarias, el derecho de la mujer a elegir con quien se relaciona y cómo, reduciéndolo a pura mojigatería (aquí se escuchan mis carcajadas de fondo, perdón). Desde este pequeño espacio me gustaría pedirles un viaje a ese mundo exótico y terrible, en el cual el macho está siendo acorralado de esa forma tan inhumana, exigiéndole un contrato ante notario antes de follar. Si puede ser con pensión completa, que no está una para gastos. A cambio ofrezco un power point a colorines sobre “Cómo aceptar que si no tienen relaciones sexuales conmigo puede que mi actitud tenga algo que ver”.
Estoy esperando ansiosa la siguiente entrega: “Empoderarse cosiendo botones: la costura me salvó del cáncer del feminismo”, inspirado en el apasionante discurso de la ultraderechista Alicia Rubio, diputada por Vox en Madrid. Y aquí, espero que me perdonéis, voy a darla la razón. Nada empodera más a un hombre que coser botones. Les hace libres, no dependientes, capaces de gestionar su propio armario sin depender de laboriosas manos femeninas. Adoro a los hombres que cosen. Aquellos que ponen sus manos en lo pequeño, que pierden el tiempo en unir pedacitos de cosas separadas mediante un hilo, metáfora de la fragilidad: apenas un pequeño tirón basta para separarlas. Amo a los hombres que cosen vidas, a los que arreglan lo roto en lugar de tirarlo a la basura de las relaciones. A los que atan los pedazos que quedan después de la tormenta de las disputas, zurciendo con mimo los jirones que siembran a su paso.
Por eso el feminismo es hilo y aguja. Nos ayuda a confeccionar relaciones sexo afectivas seguras, bordando los contornos con igualdad y respeto. Y a tener mucho sexo del bueno, de ese que todas disfrutamos: el que se hace partiendo del consentimiento, lúdico o amoroso, en un descampado o en el calor de tu casa, con un tío que acabas de conocer o con tu pareja de toda la vida, con tus parejas de toda la vida, en una orgía o en soledad.
A lo mejor es que los componentes de Def con Dos no saben coser. Puede que piensen que es cosa de mujeres. Que con soltar babosadas en la oreja de cualquier tía en un bar, después de varios litros de destilados alcohólicos es suficiente para conseguir su objetivo: que alguien les busque, les ame y les lleve a la cama. Lástima. Follarían más y se les quedaría un cutis fantástico. Creedme: palabrita de costurera.
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