Como cada 25 de noviembre la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres supone una nueva ocasión para reafirmar nuestro compromiso con la erradicación y prevención de la expresión máxima de las desigualdades que sufren las mujeres en el mundo. La violencia de género no es solo una violación de los derechos humanos, sino que constituye un serio obstáculo para el desarrollo de una democracia plena dado que la igualdad entre mujeres y hombres está en el corazón mismo de cualquier forma de sociedad libre.
De ahí que la mayoría de las administraciones públicas estemos comprometidas con la tarea de prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres. Y digo que son “la mayoría” de las administraciones porque desde que el Partido Popular abriera la puerta de los gobiernos locales y autonómicos a la extrema derecha, el enfoque necesariamente feminista de esta fecha se ha visto cuestionado por posicionamientos ideológicos que se basan en la negación de la existencia del problema para evitar manifestar el necesario compromiso institucional que merece la ocasión. Escamotean el debate y disfrazan el lenguaje para acabar negando el problema de manera más o menos abrupta según convenga.
Ese negacionismo de la violencia de género auspiciada por la ultraderecha con el consentimiento del PP es una postura extremadamente perjudicial que minimiza la realidad de un problema social manifiestamente grave. Negar la violencia de género supone negar los derechos humanos. Ignorar su existencia contribuye de manera terrible a perpetuar la impunidad y a silenciar a las víctimas y, frente a ello, nuestro compromiso debe sustanciarse en trabajar para que ninguna mujer se sienta desprotegida por el hecho de vivir en un territorio gobernado por la derecha aportando los recursos necesarios.
Desde que el Partido Popular abriera la puerta de los gobiernos locales y autonómicos a la extrema derecha, el enfoque necesariamente feminista de esta fecha se ha visto cuestionado
Para ello, el Gobierno de España se ha comprometido a aportar 10 euros por cada euro que un gobierno local o autonómico de la derecha retire de la lucha contra la violencia de género. Porque si cada vez es más fundamental afrontar el abordaje de este tema con seriedad y empatía y reconocer la necesidad de adoptar medidas concretas para prevenir y erradicar la violencia de género en todas sus formas, luego hay que llevarlas a cabo con rigor presupuestario.
Se trata de invertir recursos en la vida de las mujeres porque más allá del objetivo de su protección, tenemos que tener claro que el hecho de perfeccionar una democracia -que será imperfecta si no conseguimos hacer un país de personas más libres e iguales- es incompatible con el innegable hecho de que hay mujeres que a día de hoy vivan con miedo, amenazadas o sufriendo vejaciones.
Soy consciente de que el camino hacia la igualdad y hacia una sociedad libre de toda violencia contra la mujer es todavía largo y de que tener que combatir el relato negacionista de la derecha nos resta tiempo, pero también advierto que ello no nos quita ni un ápice de convencimiento de la urgencia y necesidad de nuestro trabajo ni de la determinación de demandar más recursos para las administraciones públicas destinados a las políticas de Igualdad y a tratar de evitar el bochorno democrático que supone que las mujeres sigan siendo controladas, amenazadas, agredidas y asesinadas.
Sobre este blog
Primera Página es la sección de opinión de eldiario.es Cantabria. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
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