El sur de Cantabria se muere: los municipios del interior registran una pérdida de población natural desde 1996
Las zonas rurales y del interior de Cantabria se mueren. Así lo refleja el mapa que ilustra los últimos datos del INE que constatan la pérdida de población natural en España de cuatro de cada cinco municipios. Y es que el 79% de los municipios del país han registrado más muertes que nacimientos en los últimos 20 años, un escenario del que Cantabria no queda exenta.
Esta comunidad autónoma ha experimentado un crecimiento natural negativo en sus municipios del centro y del sur desde 1996, un dato que constata la alarmante situación demográfica de las zonas rurales respecto a las urbanas, cuyo panorama es bien distinto, puesto que su crecimiento ha sido positivo durante este periodo de tiempo.
Así pues, por ejemplo, pueblos del interior como Valderredible, Polaciones o Tudanca presentan pérdidas de población natural del 1,13%, 1,18% y 1,41% anuales frente a Piélagos, Torrelavega o Castro Urdiales, cuyo crecimiento anual es en términos positivos del 0,49%, 1,1% y 0,32% respectivamente.
Y es que las ciudades, que concentran los grandes núcleos de población, experimentan ese mayor número de nacimientos frente al de defunciones, una tendencia que se traslada a los municipios de su entorno. Es el caso de Santander, que aunque su crecimiento es ligeramente negativo (-0,27%), los pueblos que colindan con ella sí presentan datos positivos en mayor o menor medida, como Suances (0,08%), Miengo (0,05%), Santa Cruz de Bezana (0,3%), Camargo (0,18%) o El Astillero (0,26%).
A nivel nacional, en 2018 hemos batido el récord de saldo vegetativo de la población, nacimientos menos defunciones, lo supone una pérdida natural de casi 55.000 personas en el último año. Esto es, de cada 1.000 habitantes, España perdió 1,2. Una nueva cifra que señala el retroceso demográfico en España con las peores tasas históricas de natalidad desde que existen estadísticas.
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