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Repsol renuncia a un permiso de fracking que afectaba a cinco cuencas fluviales de Cantabria

Un pozo activo de fracking. |

Laro García

La batalla contra la fractura hidráulica en Cantabria ha logrado un nuevo hito con la renuncia de la multinacional energética Repsol al conocido como permiso 'Luena', que tenía influencia sobre las cuencas fluviales de los ríos Besaya, Pas, Pisueña, Miera y Asón. Con esta decisión queda enterrada la amenaza de la fractura hidráulica que pesaba sobre esta zona del territorio autonómico, que había provocado además una gran contestación social y política.

Según ha adelantado la Cadena SER en Cantabria, el Ministerio de Energía que dirige Álvaro Nadal (PP) tramita en estos momentos la extinción de este proyecto de exploración de hidrocarburos mediante la controvertida técnica de fracking, dado que había caducado el pasado mes de enero, una vez transcurridos los 6 años que tenía de vigencia sin que la empresa Repsol haya hecho ni uno solo de los trabajos que tenía previstos.

En los últimos meses, la Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria había puesto en marcha una campaña para reclamar al Gobierno central que reconociera la caducidad de este permiso de investigación bautizado como 'Luena', concedido a Repsol el 22 de enero de 2011.

“Animamos a saturar la administración de solicitudes, a hacer un esfuerzo para que, una vez más, se haga oír el rechazo frontal a esta técnica. Creemos que este puede ser un buen golpe de efecto y quizás el empujón definitivo que decida a las empresas a retirarse”, aseguraba la plataforma en su campaña de recogida de firmas.

Esta misma propuesta fue recogida por los partidos políticos con representación parlamentaria (PP, PRC, PSOE, Podemos y Ciudadanos), que aprobaron de manera unánime en el Parlamento autonómico una proposición no de ley en el mismo sentido.

Además, instaron al Ejecutivo regional a presentar un nuevo proyecto de ley contra el fracking, “atendiendo a la capacidad competencial de la comunidad” para evitar que el Tribunal Constitucional lo pueda anular como hizo con la norma aprobada en la anterior legislatura.

Movilización popular

Desde el colectivo antifracking señalan que “gracias a la movilización popular” Repsol no llevó a cabo nunca su campaña de estudios sísmicos en el permiso 'Luena', igual que provocó que desistieran de hacer un pozo somero en San Martín de Toranzo o que desarrollaran el pozo de fracking que tenían previsto entre San Pedro del Romeral y Vega de Pas.

“Con esto se demuestra una vez más que la movilización y el trabajo a pie de calle merecen la pena y consiguen victorias”, subrayan desde la plataforma contra la fractura hidráulica, que ha mantenido durante años una batalla jurídica y social para evitar que el fracking llegara a Cantabria.

Otros permisos caducados

La empresa energética Repsol mantiene todavía intereses económicos en los permisos de fracking 'Bezana-Bigüenzo' con un 40% de participación, junto con la también multinacional Gas Natural Fenosa, unos permisos que afectan a diversas zonas de Palencia y Burgos y a los valles cántabros de Campoo, Valdeolea, Valdeprado del Río y Valderredible.

“Estos permisos actualmente son manifiestamente ilegales, pues su tiempo de vigencia ha caducado ya hace más de un año”, recuerdan desde la Asamblea contra la Fractura Hidráulica de Cantabria, que mantiene la movilización y espera que lleven el mismo camino que el ahora extinto permiso 'Luena'.

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