Una primera reunión de tan solo media hora acerca la abstención del PRC para que gobierne el PP en solitario en Cantabria
La primera toma de contacto oficial entre PP y PRC tras las elecciones del 28M se salda con una reunión exprés de tan solo media hora y sin los principales protagonistas. Ni Miguel Ángel Revilla, líder regionalista y actual presidente de Cantabria en funciones, ni María José Sáenz de Buruaga (PP), la que pronto será su sucesora al frente de un nuevo Ejecutivo autonómico, han participado en este primer encuentro que ambos organizaron el pasado viernes vía telefónica. En su lugar, los equipos negociadores de ambas formaciones se han citado a primera hora de este martes en el Parlamento de Cantabria para avanzar en la posibilidad de una abstención regionalista que facilite un gobierno popular en solitario, es decir, sin el apoyo de Vox.
Revilla ha confirmado estos días que esa será la postura de su partido, una abstención en el Pleno de investidura que haga presidenta a Buruaga sin depender de la extrema derecha, aunque puso condiciones: continuar con las obras iniciadas por su Gobierno y, en palabras textuales, “no someter” a su partido “a la tortura de comisiones de investigación”, tal y como hizo el PP en la legislatura que logró mayoría absoluta en la comunidad (2011-2015).
Para el PP, la primera puede ser asumible, pero la segunda parece que no entra en sus planes. De hecho, su intención era plantear en esta primera reunión la puesta en marcha de una auditoría en la Consejería de Obras Públicas, envuelta en un reciente caso de corrupción, así como en el Servicio Cántabro de Salud, tal y como adelantó El Diario Montañés.
No obstante, el encuentro ha sido breve, de tan solo media hora, y ninguno de sus protagonistas ha querido realizar declaraciones. Isabel Urrutia, Íñigo Fernández, María José González Revuelta y Roberto Media por parte de los populares y Paula Fernández, Francisco Javier López Marcano, Guillermo Blanco y Rosa Díaz por parte de los regionalistas han pactado durante la reunión no hacer valoraciones sobre la misma a los medios de comunicación presentes a las puertas de la sala donde se estaba celebrando el cónclave.
En su lugar, se han emplazado a otra reunión negociadora para la próxima semana, tras asegurar por mediación de los responsables de prensa de ambos partidos que “se sigue avanzando en un acuerdo programático”, pese a que el escenario, a priori, no contempla la entrada del PRC en el Ejecutivo. En lo que sí coinciden, según han adelantado, es en que “gobierne la lista más votada”, en este caso, la del PP por mucha diferencia: 15 escaños -a tres de la mayoría absoluta- frente a los 8 de PRC, segunda fuerza más votada en las elecciones autonómicas, y que sufrió un batacazo histórico que ha hecho que Revilla pierda el Gobierno.
“No se negocia ningún cargo para el PRC”
Tras la reunión, el PP ha manifestado en un comunicado que en “ningún momento ha estado ni está sobre la mesa la entrada del PRC en el Gobierno de Cantabria ni la negociación de ningún cargo, ni en el Ejecutivo ni en el Parlamento de Cantabria”. “Tampoco ha estado ni está sobre la mesa y no se ha aceptado ninguna condición que suponga para el PP renunciar al cumplimiento de la legalidad y de los principios de buen gobierno, trasparencia y honestidad en la gestión pública. No se ha pedido y el Partido Popular no va a renunciar en ningún caso a cumplir los compromisos que, en materia de transparencia, la presidenta ha adquirido con los ciudadanos en campaña electoral”, señala el comunicado en referencia a las comisiones de investigación de las que habló Revilla.
“Las conversaciones con el PRC se han basado exclusivamente en la continuidad de proyectos en marcha que, por otra parte, el Partido Popular tiene recogidos en su programa electoral. La reunión ha servido para avanzar en la concreción de ese escenario y se plasmará en un documento cuya firma se producirá en los próximos días”, ha concluido.
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