La Confederación del Guadiana aprueba las dotaciones para las masas de agua subterráneas en riesgo para 2023
La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), presidido por Samuel Moraleda, ha aprobado en su reunión de este martes, los Regímenes de Extracciones para 2023 de las nueve Masas de Agua Subterránea en riesgo cuantitativo de toda la cuenca. ocho de las cuales pertenecen a Castilla-La Macha.
Así, en la Junta de Gobierno se han debatido y aprobado, para el año 2023, el Plan de Extracciones de las Masas de Agua Subterránea de Lillo Quintanar, Sierra de Altomira, Mancha Occidental I, Mancha Occidental II, Consuegra-Villacañas, Rus-Valdelobos, Campo de Montiel, Campo de Calatrava y Tierra de Barros.
Respecto a las masas de agua Mancha Occidental I y II, en ambas se considera necesario mantener las dotaciones acordadas durante la campaña de 2021, de manera que se aprueba una dotación de 1.800 m3/ha para cultivos herbáceos y de 1.350 m3/ha para cultivos leñosos, y se recomienda reducir las dotaciones de domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 15 por ciento.
Unas cantidades que fueron rechazadas hace días por la Comunidad de Usuarios de Mancha II que proponen establecer dotaciones para regadío de 2.000 metros cúbicos por hectárea para cultivos herbáceos y 1.500 para leñosos, como se venía haciendo hasta el año 2019 y como se establece como dotación máxima de referencia en la Revisión del Programa de Actuación.
Según ha señalado la CHG en la Junta de Gobierno, si se revirtiera la situación de emergencia a prealerta, se levantarán los ajustes propuestos y se aplicarán las dotaciones del régimen de extracciones de la campaña de 2019, ha informado la CHG en nota de prensa.
Respecto a la masa de agua Consuegra-Villacañas y Lillo-Quintanar, se aprueba una dotación de 2.100 m3/ha para cultivos herbáceos y de 1.400 m3/ha para cultivos leñosos y se recomienda reducir las dotaciones de domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 10 por ciento. Si de acuerdo al indicador de escasez se revierte la situación de alerta a prealerta en la UTE-03, se levantarían las restricciones.
Sobre la masa de agua Rus Valdelobos, se ajustarán las extracciones mediante la aplicación de unas dotaciones de 1400 m3/ha para cultivos leñosos y 1900 m3/ha para cultivos herbáceos, dotaciones iguales a las aplicadas durante el Régimen Anual de Extracciones de 2022. Asimismo, se recomienda reducir las dotaciones de domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 15 por ciento. Si se revirtiera la situación de alerta/emergencia a prealerta en la UTE-01, se levantarían las restricciones.
De la masa de agua Sierra de Altomira, se ha aprobado una dotación de 2.400 m3/ha para cultivos herbáceos y de 1.500 m3/ha para cultivos leñosos; y en la de Campo de Calatrava se ajustarán las extracciones mediante la aplicación de unas dotaciones de 1.350 m3/ha para cultivos leñosos y 1.800 m3/ha para cultivos herbáceos y se recomienda reducir las dotaciones en domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 10 por ciento.
En cuanto a la masa de agua Campo de Montiel, teniendo en cuenta la situación de descenso piezométrico y para lograr el objetivo de no afección a las relaciones río-acuífero y a las descargas de manantiales, se ha propuesto que el volumen global de extracción autorizado para toda la masa sea de 7.92 hm3 en cómputo anual, con volumen máximo de extracción entre junio y septiembre de 4.95 hm3, que representa un 62,5 por ciento sobre el total anual.
En relación a la masa de agua Tierra de Barros, ya en la Comunidad de Extremadura, se mantienen las restricciones establecidas el pasado año, proponiendo una dotación de 1.500 m3/ha para cultivos leñosos y 3.500 m3/ha para cultivos herbáceos; así mismo, se recomienda reducir las dotaciones en domésticos y los usos industriales y ganaderos en un 10 por ciento.
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