Los precios en origen suben un 8% y al consumidor un 17% mientras se desploman los alimentos dependientes de la restauración
La crisis del COVID-19 y la situación de confinamiento está influyendo decisivamente en la demanda y por tanto de los precios de los distintos alimentos. Así, según el estudio realizado por COAG tomando como referencia el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) del mes de marzo, los precios de alcachofa y ovino-caprino se desploman en el campo, y en el caso del último no cotiza en las lonjas de referencia desde hace dos semanas.
En el caso de la agricultura, brócoli, coliflor, ajo y limón repuntan al alza en un contexto de pandemia global ante una coyuntura de menor oferta en el mercado y aumento de la demanda. Si se aprecia, según COAG, especulación en el caso de la naranja. Mientras que los precios en origen subieron un ligero 8%, al consumidor lo hicieron un 17%, elevando el diferencial hasta el 574%.
El análisis de COAG recoge que el IPOD del mes de marzo de 2020 arroja diferencial medio entre los precios entre el campo y la mesa del 333%, lo que supone una contención en los márgenes respecto al mes anterior (341%) y también una caída en comparación con los precios de marzo del año anterior (355%).
Esta situación se debe a la reducción de márgenes en la mayoría de los productos agrícolas, mientras que los productos ganaderos han repetido valor respecto a febrero de 2020.
Entre los alimentos más inflacionistas se encuentran la mandarina, cuyo precio de venta al público ha subido un 45,7%, o la naranja, con un alza del 17,4%. “El producto que llama más la atención es el caso de la naranja, que ha sido una de las frutas con más demanda, ya que el consumidor parece haber apostado por productos con piel gruesa por prevención”, recalca Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG, que destaca la diferencia de márgenes entre origen y destino en la naranja y la mandarina.
Por cada kilo de naranja recolectada, el agricultor obtuvo 0,25 euros en febrero y 0,27 euros en marzo (un alza del 8%), mientras que el vendedor al público lo vendió por 1,55 euros en febrero y 1,82 euros en marzo (una mejora del 17,4%). En el caso de la mandarina, los precios en origen subieron un 13,7% y los precios en destino un 45%. En ambos casos, la brecha entre lo que percibe el agricultor y el vendedor final creció con fuerza, llegando a multiplicarse por seis y siete veces respectivamente. En ese sentido, Góngora ha señalado que desde COAG se estará muy vigilante para que en las campañas de fruta de hueso, fruta de verano y hortalizas que se inician en próximas semanas se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria y se remunere a los agricultores con precios por encima de costes.
Por lo que respecta al precio en origen de la carne de ovino está siendo de los más afectados y se han producido importantes reducciones. La situación del mes de febrero era optimista, tras un año 2019 bastante malo, pero las perspectivas se han truncado y las cotizaciones se han desplomado. Si bien, el precio en origen que aparece en el IPOD refleja una caída del sólo el 3% en marzo respecto al mes anterior, es necesario indicar que en las dos últimas semanas del mes no se han producido cotizaciones en las principales lonjas, lo que conduce a tener una imagen distorsionada de la situación real del sector.
Según la organización, muchas cotizaciones en las lonjas de referencia para el sector ganadero están desapareciendo incluso, hecho que no significa que no se estén produciendo operaciones, sino que se están dando sin precio o bien que no se quiere dar la transparencia necesaria en esta situación de mercados revueltos.
En leche de cabra, COAG ya había denunciado “maniobras especulativas de determinadas industrias del sector que, de manera injustificada, están tratando de bajar los precios de compra en origen”. En un escenario de oferta contenida en el campo y de demanda al alza de productos lácteos en los hogares, se plantean a los cabreros una reducción de los precios cercana al 40%, que sitúa las cotizaciones de la leche de cabra en origen por debajo de los costes de producción (que se sitúan de media en los 70 cts/l). Se estaría pasando de un precio en origen en enero de 2020 de 0,82€/l a una horquilla entre 0,66 y 0,51€/, según aparece en las propuestas de contratos que les han realizado a los cabreros en el mes de marzo.
En el caso del pepino, las cotizaciones están en caída libre con una media mensual de 0,41 €/kg pero con un descenso continuo durante el mes, que ha conducido a una pérdida el 75% del precio en sólo 3 semanas, pasando de los 58 cts/kg a comienzo del mes a sólo 15 cts/kg en la última semana del mismo, un valor muy por debajo de los costes de producción.
En el caso del brócoli, la primera parte del mes ha sido bastante mediocre con precios en origen rondando o por debajo de los costes de producción, mientras que la segunda parte del mes se ha producido un repunte de las cotizaciones que responde a una demanda creciente, con una oferta no abundante. Este hecho se ha replicado en cierta medida en la coliflor.
Si se analiza el comportamiento de la berenjena, se observa un comportamiento de dientes de sierra, con alta inestabilidad de las cotizaciones en origen que, si bien han tenido un precio medio de 43 cts/kg, durante el mes se han producido oscilaciones de un euro de diferencia. Con un comportamiento similar se han encontrado, por ejemplo, el pimiento o el tomate.
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