Los precios de los cereales están marcando una tendencia a la baja en las últimas semanas coincidiendo con la campaña de siega, que vienen denunciado las distintas organizaciones agrarias. En las distintas lonjas, incluidas la de Toledo y Albacete, el precio de los cereales está cayendo.
Por ello, la organización agraria ASAJA Cuenca ha exigido al Ministerio de Agricultura y a la Unión Europea que prohíban las importaciones de grano en campaña de recolección de cereal para evitar “la caída en picado” de los precios que está provocando por la llegada de mercancía a los puertos.
“Deberían paralizar la importación de países como Rusia y Ucrania cuando en España estamos recolectando el cereal. La Unión Europea debe reaccionar y establecer medidas de protección para el sector agrario al igual que lo hace con otros sectores industriales, como es el caso del automóvil, a los que sí parece prestar más atención”, ha señalado el secretario general de ASAJA Cuenca, Manuel Torrero.
La organización achaca el hundimiento de los precios en las lonjas a las operaciones en los puertos, “llegan barcos llenos de grano de otros países y este exceso de mercancía provoca precios ruinosos con bajadas en las últimas semanas por encima de un 10%”.
ASAJA Cuenca ha alertado “de la grave situación por la que atraviesa el sector agrario y adelanta que si la Unión Europea y el Ministerio no dan una respuesta veremos un progresivo cierre de explotaciones y la pérdida de nuestra soberanía alimentaria. Tendremos que volver a salir a la calle y seguir manifestando nuestro rechazo a una situación insostenible”, señala Torrero, que adelanta nuevas movilizaciones para el mes de septiembre “cuando hayan finalizados las diferentes campañas agrícolas”
UPA y COAG
La alianza UPA-COAG también ha denunciado hace unos días la bajada “incomprensible de los precios de cereal en las últimas tres semanas” y que se produce “justo en el momento en el que las máquinas de cosechar han empezado a entrar en los terrenos más al sur” de la Comunidad de Castilla y León.
“Justo en el momento en que comienza una campaña básica como la actual, después de dos años desastrosos, nos encontramos con la habitual maniobra de bajar precios de forma injustificada para ir adelantando a los productores lo que se avecina y que algunos querrían que fuera ofertar precios ruinosos que no cubran ni costes de producción”, señala