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El programa de catas de la Consejería de Agricultura celebra su cita más numerosa con 160 catadores en Toledo

Una de las catadoras

Pilar Virtudes

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Unos 160 catadores llenaron en la tarde noche del jueves la cata didáctica convocada por la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, a través de la Fundación Tierra de Viñedos, con la colaboración de la Interprofesional del Vino de España, en la cita más numerosa que se ha celebrado hasta la fecha y que tuvo lugar en el Campus de la Fábrica de Armas de la Universidad de Castilla-La Mancha en Toledo.

Muchos jóvenes, grupos de amigos, padres que acompañaban a sus hijos a que aprendiesen a apreciar un vino, estudiantes de la UCLM, en fin, un lleno total en esta convocatoria que sucede a las que se han venido celebrando a lo largo del último año en distintos municipios de la región.

Este programa de catas, que pretenden divulgar la cultura del vino y promover su consumo moderado y responsable, ha superado las expectativas en los últimos meses. La directora general de Alimentación, Elena Escobar, señalaba momentos antes de empezar la cata el éxito de estas convocatorias y como en “estos tres años que llevamos de convenio ya han pasado por nuestras catas 4000 personas, y en este año en que hemos recuperado la normalidad estamos teniendo prácticamente llenazo en todas, con una media que no ha bajado de 100 personas por cata”.

La cita estuvo dirigida por la decana del Colegio de Enólogos de Castilla-La Mancha, Milagros Romero, que no sólo enseñó a apreciar el color, el sabor y los aromas de cada uno de los vinos catados, sino también conocimientos sobre la elaboración de los vinos tintos o blancos, la crianza en barrica, las zonas de producción y la importancia del sector vitivinícola.

Se cataron cuatro vinos, un blanco de la Denominación de Origen (DO) Uclés, y tres tintos, dos de ellos de Castilla-La Mancha, concretamente de la DO La Mancha y de la DO Méntrida, y otro de la DO Rioja, ya que en cada una de las catas se invita a una DO de fuera de Castilla-La Mancha a través de la Interprofesional del Vino de España. También distintas uvas, tempranillo, garnacha, verdejo y sauvignon blanc, para que los catadores puedan apreciar los distintos matices según la variedad y la procedencia.

La cata celebrada en Toledo, al igual que las que ya se han llevado a cabo en otros lugares de la región, se desarrolló en un ambiente distendido, con un lenguaje asequible, coloquial, y se presentó como un momento de diversión. Precisamente este fue uno de los puntos de inflexión de los directores de la cata, de Milagros Romero y de Alfonso Chacón, vicepresidente de la DO Méntrida y responsable de Bodegas Canopy, que fue el encargado de ilustrar el vino de Méntrida, una garnacha de la Sierra de Gredos. “Para eso es el vino, el mundo del vino es uno de los pocos productos que es hedonista. El vino está relacionado siempre con la amistad, con los buenos momentos, con las fiestas y con la gastronomía. ¿Que otro producto hay que podamos disfrutar así?”, preguntó Chacón y señaló a los asistentes que “hay un vino para cada momento”, invitando a todos a explorar los vinos de Castilla-La Mancha, “una tierra con una riqueza increíble, con una diversidad de territorios, de alturas, que dan unos vinos distintos”.

También, Milagros Romero, que ya ha dirigido varias de las catas que se han celebrado en virtud de la colaboración con el Colegio de Enólogos de Castilla-La Mancha, apuntó la importancia de transmitir en estas citas no sólo conocimientos sobre la cata sino la propia importancia del vino para la región. “Nos interesa que se aprecie el producto, el vino no es un producto que se fabrique de una manera tecnológica, viene del campo de la viticultura, hay que saber cómo quieres elaborar ese producto y después tiene que llegar al consumidor; es una vida muy larga y hay muchos eslabones en esa cadena y tenemos que dar importancia a todos”, señalaba tras su intervención.

También el viceconsejero del Medio Rural, Agapito Portillo, inauguraba la cata invitando a todos los presentes a disfrutar “porque el vino representa en Castilla-La Mancha la tierra, es como esta marca ‘Campo y Alma’, el vino es el campo y el alma de Castilla-La Mancha. Con actividades como ésta se pretender promocionar la cultura, un consumo moderado y responsable del vino”.

Tras esta cata celebrada en Toledo, seguirán otras, la semana que viene en Almansa y ya en octubre en Ciudad Real, Torrijos, Hellín y Tomelloso. Todos los interesados pueden acceder al calendario completo e inscribirse en este enlace.

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