El arzobispo de Toledo alerta de la irrupción de la “política extremista” motivada por la “decadencia”
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha manifestado que ve en España, en todos los niveles, una tendencia a deslizarse a los extremos, “tal vez porque en cada periodo largo de tiempo que ha traído estabilidad se ve una decadencia que se quiere solucionar partiendo de cero”. “¿Hay alguna manera de solucionar esto?”, se ha preguntado Braulio Rodríguez durante la misa de Año Nuevo.
“Pienso que se puede también decir a nuestros políticos: señores, no piensen que nos interesan sus luchas partidistas, con las que quieren manejar a los ciudadanos. Estamos cansados de que no busquen el bien común y sirvan casi solo para dividir familias, pueblos, ciudadanos, regiones y a España. Ya sabemos lo que supuso esta postura en el pasado: simplificación, dos Españas, odios irracionales”.
Según Braulio Rodríguez, cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, “el futuro está en peligro” y los jóvenes pueden sentirse “tentados por la desconfianza”, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro.
Rodríguez ha asegurado que la dignidad de la actividad política radica en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas. Además, ha recordado que Benedicto XVI transmitió que “todo cristiano está llamado a esta caridad, según su vocación y sus posibilidades de incidir en la polis”, según ha informado la archidiócesis de Toledo.
“Así que, para nosotros, en las ya cercanas funciones electivas de las próximas citas electoral, se nos abre una oportunidad para volver a la fuente y a los puntos de referencia que inspiran la justicia y el derecho”, ha subrayado.
De esta manera, ha indicado que algunas personas, “ya no sé si muchos”, están convencidos de que la buena política está al servicio de la paz. “Pero son muchos los indicios que nos dicen que esto no es así y que mucho deben cambiar nuestros políticos, o muchos de ellos, o el panorama se oscurecerá”, ha aputnado.
El arzobispo de Toledo ha manifestado que leyó que la política se ha convertido en el reino de la agresión moralista, no en la construcción del bien común. “No nos gusta que se rebusque en la vida de los opositores para encontrar fallos o errores que permiten ponerlos en picota”, ha añadido.
El afán de ridiculizar al contrario, según ha señalado Rodríguez, refuerza polarización de las posturas, y no faltan los discursos del odio; no es posible compaginarlos con la amistad cívica, indispensable para lograr una buena convivencia.
“Solo si abunda la gente admirable con magnanimidad --corazón grande--, cuya vida es digna de ser vivida como ejemplo, la actividad política será atractiva y respetada”, ha concluido.
0