Hay 577 infectados en residencias de Castilla-La Mancha: así funciona el plan de acción para frenar los contagios

Dentro del plan de acción que el Gobierno regional ha puesto en marcha para paliar los efectos de la pandemia de coronavirus en las personas más vulnerables, se encuentran las medidas estructurales para actuar en residencias de mayores y todo tipo de centros socios-anitarios. A fecha de hoy, de las más de 400 residencias con las que cuenta Castilla-La Mancha, 131 tienen casos de contagio por COVID-19 y hay 577 residentes confirmados como positivos y 271 fallecidos.

Según ha detallado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, desde el viernes 13 de marzo, el Ejecutivo ha dispuesto un plan de acción que incluyó la creación de seis equipos asistenciales compuestos de un/a geriatra, enfermera/o y conductor/a que de lunes a domingo dan apoyo al personal sanitario de las residencias.

Sus funciones son hacer una “clasificación o triaje” de pacientes según su situación funcional, calidad y esperanza de vida; proporcionar “un tratamiento individualizado” para cada tipo de paciente; facilitar el tratamiento farmacológico antiviral de uso hospitalario aquellos subsidiarios del mismo; facilitar la canalización de pacientes que requieran hospitalización, e impulsar la organización de las medidas para prevenir, limitar y superar los brotes de casos en una residencia.

Estas actuaciones se realizan en colaboración con los equipos sanitarios de la residencia y del centro de salud al que corresponden los sanitarios responsables de la administración de cuidados.

Tras la aplicación del plan en más de dos semanas, el Gobierno ha “sectorizado” aquellas residencias que tienen casos positivos en gran número como “Centros de Supervisión Sanitaria Continuada”. Otras que albergan personas con sintomatología han pasado a llamarse “Residencias en Transición”. Y las residencias con personas en situación ordinaria siguen siendo la mayoría.

También personas con discapacidad o trastorno mental

El consejero de Sanidad ha explicado que, ante el elevado número de personas mayores afectadas por los efectos de la pandemia, este plan tiene como objetivo que las personas más vulnerables y frágiles, entre los que se encuentran los mayores, pero también discapacitados y personas con trastorno mental, “sean atendidas en un dispositivo socio-sanitario integral que cubra todas sus necesidades”.

Para ello se ha tenido en cuenta el perfil de los pacientes que se van a beneficiar de este dispositivo, los recursos materiales necesarios y las necesidades estructurales, así como el aprovechamiento de los servicios que ya existen en estos centros como la cocina, limpieza, y lavandería.

Las personas a las que van destinadas se dividen en seis áreas. Las tres primeras son las personas ingresadas en el Hospital, que proceden de una residencia y que no precisan asistencia hospitalaria pero no pueden volver a la residencia de origen porque no tiene posibilidad de prestarle asistencia o cuidado; ingresadas en el hospital que proceden de su domicilio, que no precisan asistencia hospitalaria pero que no pueden volver a su domicilio particular porque no reúne las condiciones necesarias de aislamiento o su situación familiar, personal, de cuidados ha cambiado y no tienen posibilidad de cuidados; o personas que proceden de residencias, han sido atendidas en urgencias, que no precisan asistencia hospitalaria y no pueden volver a la residencia de origen.

Después se han categorizado otros niveles: personas vulnerables que viven en su domicilio y por causa de esta pandemia se han quedado solos o sus cuidadores están ingresados o han fallecido; residentes que enferman por esta pandemia y que no precisan atención hospitalaria; y dispositivos socio-sanitarios que presenten algún tipo de alarma referida a problemas de personal, de material o de organización de aislamientos.

Hasta la fecha, se han evaluado 100 dispositivos entre residencias de mayores, viviendas tuteladas, Centros de Atención a la discapacidad entre otros. Se ha establecido una sectorización en la distribución de residentes y se han evacuado a las personas que lo necesitaban. Se ha procedido a la desinfectación de estancias y se han apoyado con profesionales sanitarios en aquéllas que se ha estimado conveniente.

Además, se ha procedido a la intervención de centros socio-sanitarios con el objetivo de dotarlos de profesionales sanitarios, material y todo lo necesario para acoger personas que lo necesiten de los perfiles y categorías mencionados.

El consejero ha dado a conocer que se gestionan diariamente más de 100 situaciones diferentes diarias, “individualizadas, con el objetivo de utilizar el recurso adecuado y adaptado a las necesidades de las personas”.

Para finalizar, Fernández Sanz ha explicado que en este momento se dispone de alrededor de 300 plazas en centros socio-sanitarios para cubrir las necesidades que vayan surgiendo en el día a día y se están preparando nuevos dispositivos bajo el criterio de prestar atención a las personas en los hospitales y en sus domicilios, evitando la movilidad al máximo.