Castilla-La Mancha se mantuvo en 2018 entre las regiones más afectadas por el ozono ‘malo’
La calidad del aire en España mejoró ligeramente en 2018 respecto al año anterior, los principales contaminantes legislados también mejoraron y el número de veces que se superaron los límites legalmente establecidos se redujo respecto al año 2017, según datos del avance del Informe de Evaluación de la Calidad del Aire en España del Ministerio para la Transición Ecológica. No obstante, en este estudio también se vuelve a señalar a Castilla-La Mancha como una de las regiones más afectadas por el ozono troposférico o ‘malo’: el que se sitúa en la troposfera, hasta unos 10 kilómetros de altura desde el suelo, y que actúa como un agente contaminante.
Este avance de resultados muestra a nivel nacional una ligera mejoría de todos los contaminantes legislados, que es menos significativa en dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas (PM10) y el ozono (O3), los más nocivos para la salud. En cuanto al dióxido de nitrógeno (NO2) se superó el valor límite horario (VLH) en Madrid capital, mientras que el valor límite anual (VLA) fue superado en cuatro zonas: Madrid, Corredor del Henares, área metropolitana de Barcelona, y Granada y su área metropolitana.
Mientras, el ozono troposférico en 2018 siguió registrando niveles elevados en zonas suburbanas o rurales, debido en gran medida a la alta insolación y a la emisión de sus precursores. Si en 2017 se registraron 36 superaciones del valor objetivo para la protección de la salud (VOS), 2018 se cerró con 34. La Comunidad de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia son las regiones más afectadas
El Ministerio expone en su informe que en términos generales, los datos -aún preliminares- suponen una ligera mejora respecto a 2017. De este modo, considera que los datos indican una tendencia que hace pensar que las medidas puestas en marcha por algunas administraciones, como la creación de una zona de bajas emisiones en Madrid o el impulso al transporte público y la electrificación, están empezando a tener una incidencia positiva en la mejora de la calidad del aire. A ello se unen unas condiciones meteorológicas favorables, pues 2018 fue un año especialmente lluvioso.
El informe busca ofrecer una visión global de la calidad del aire, además de describir cómo se realiza su evaluación y gestión. La Unión Europea se ha fijado el objetivo a 2030 de reducir a la mitad el número de muertes prematuras relacionadas con la mala calidad del aire.
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