En medio de la polémica surgida por las restricciones a la caza que el Gobierno castellanomanchego incluyó en sus últimas medidas para frenar los contagios y fallecimientos por la COVID-19, ahora la Junta ha decidido ampliar la emergencia cinegética para cazar el conejo de monte, debido a los daños que produce en cultivos. Para ello ha modificado la resolución del pasado mes de abril definida en términos municipales de las provincias de las cinco provincias de la región. En ella se establecía que la fecha final de autorización del periodo de control sería el 8 de febrero de 2021, que coincide con el fin de la temporada general de caza menor. Por eso, al ampliar la emergencia, la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad contempla también ampliar la temporada de caza.
El director general de este departamento de la Consejería de Desarrollo Sostenible, Félix Romero, ha manifestado que la decisión se ha tomado ante las “evidencias de sobreabundancia y de daños asociados a cultivos agrícolas”, lo que “va en consonancia con la significativa reducción en la intensidad de capturas previstas sobre la población de conejo de monte en áreas de la denominada comarca de emergencia cinegética”. Vincula este descenso en primer lugar a la emergencia sanitaria por el coronavirus y después, a la borrasca Filomena, que también “ha impedido ejercer durante varios días estas labores de control”.
“Desde el Ejecutivo regional estamos trabajando intensamente estas semanas con el sector cinegético, que consideramos parte fundamental de la gestión del territorio de nuestra región. Un buen ejemplo es su papel en el control de poblaciones de conejo en la denominada comarca de emergencia cinegética donde, tras evaluar el estado de daños provocados por el conejo de monte sobre cultivos agrícolas e infraestructuras, se hace necesaria la continuidad de la acción cinegética”, argumento. Y debido a ello, anuncia la convocatoria inmediata del Consejo Regional de Caza para ampliar la temporada de caza, “según permita la biología de las diferentes especies con riesgo de sobreabundancia” y buscando que no haya “impacto sobre el resto de fauna protegida”.
De momento, se procederá a una prórroga de la comarca de emergencia cinegética vigente que será efectiva a partir del lunes 8 de febrero a las 00.00 horas. Además, se ampliará para la caza mayor (ciervo, gamo, muflón, jabalí y corzo hembra) y del zorro, que también se podrá cazar en las modalidades de caza mayor. La ampliación del periodo especial de caza de jabalí, mediante aguardos o esperas en horario nocturno, quedará del 1 de marzo al 7 de octubre.
“Que nuestro medio natural no se enfrente a problemas derivados de excesos de población no deseables de determinadas especies”
Como ha explicado Romero, la Administración quiere “ajustar la actividad cinegética a la situación actual para, sin comprometer la salud pública, garantizar que actividades esenciales como la agricultura no se vean comprometidas por daños de fauna cinegética y que nuestro medio natural no se enfrente a problemas derivados de excesos de población no deseables de determinadas especies”. “Entendemos la caza como una herramienta de gestión necesaria en nuestro medio natural y a su vez un sector de gran valor socioeconómico en el medio rural por el que seguimos apostando”, agrega.
Así se ha referido al constante diálogo con el sector cinegético de Castilla-La Mancha que se viene manteniendo especialmente en estas semanas, a través de reuniones, para avanzar e ir adecuando la actividad a la situación sanitaria por la COVID-19 y tomando medidas adicionales “para restablecer las condiciones biológicas de las especies cinegéticas que puedan generar o haber generado unos efectos no deseables por sobreabundancia”.