La compraventa de viviendas crece en España un 1,1% en 2014 pero en la región desciende un 14%
El INE ha hecho público los datos de transmisiones de derechos de propiedad recogidos en los distintos Registros correspondientes a noviembre de 2014. Más allá del dato concreto del mes y de su comparación con el mismo mes de 2013 podemos ya hacer un balance de los once primeros meses de 2014 en relación al mismo periodo del año anterior.
Así, la compraventa de viviendas se incrementó en España en un 1,1% entre enero y noviembre de 2014, la primera subida en cuatro años; sin embargo en Castilla-La Mancha, lejos de recuperarse, presenta un descenso del 14,21% en ese periodo respecto a los mismos meses de 2013.
Son 11.409 las transacciones de viviendas registradas este año en Castilla-La Mancha frente a 13.300 el anterior. La proporción entre viviendas libres y protegidas se mantiene prácticamente invariable, en torno al 10% protegidas por 90% libres, constatando así que la vivienda con protección pública acusa especialmente el descenso de demanda por el difícil acceso a la financiación de las entidades bancarias y la supresión de ayudas públicas a los compradores, sin que ello signifique que haya descendido la necesidad de este tipo de viviendas.
Por otra parte, si bien en los once primeros meses de 2013 la relación entre viviendas transmitidas usadas y nuevas era pareja en nuestra región, en 2014 se aprecia un descenso acusado en las ventas de viviendas nuevas que hace que supongan sólo el 40% del total.
Mientras las transmisiones de viviendas usadas se mantienen en número similares en ambos periodos, por el contrario las ventas de vivienda nueva es un 28,48% menor en 2014 que en 2013. En parte esto se explica porque a efectos estadísticos el INE considera vivienda usada la que tiene más de dos años y las que han pasado a manos de los bancos como consecuencia de promociones fallidas.
Las bajadas de precio, tanto en vivienda usada como nueva, y las promociones de los bancos para dar salida a su stock no consiguen animar el mercado por el difícil acceso al crédito, especialmente en una región donde el desempleo hace mella.
En definitiva, ausencia de motivos para el optimismo, ni para hablar de recuperación en el mercado de la vivienda.
