Castilla-La Mancha estudia retrasar el toque de queda a las 00.00 horas a partir del próximo 10 de abril
Castilla-La Mancha tiene intención de retrasar el toque de queda hasta la medianoche, con el cierre una hora antes por parte del sector de la hostelería, en el nuevo decreto que entrará en vigor el próximo sábado, día 10 de abril. Así lo ha adelantado la portavoz del Gobierno autonómico, Blanca Fernández, con motivo de la finalización el 9 de abril de las restricciones que se aprobaron para la Semana Santa. Según ha dicho, el Ejecutivo regional trabaja en un nuevo decreto con medidas para frenar la expansión del coronavirus, que se publicará en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha la noche del viernes.
Aunque se modifique el horario de toque de queda, la idea del Gobierno castellanomanchego es seguir permitiendo visitas de familiares en centros socio-sanitarios, entre ellos las residencias de personas mayores, así como las salidas por parte de residentes conforme a los requisitos vigentes en la actualidad.
También tiene intención el Gobierno castellanomanchego de que en aquellas zonas donde no existe alto riesgo pueda seguir habiendo actividad hostelera en interiores al 50% y en exteriores al 75%, es decir, “tal y como está la inmensa mayoría de la región en este momento”, excepto en los municipios que actualmente cuentan con más restricciones debido a las altas tasas de incidencia acumulada.
Precisamente, la portavoz ha detallado algunos datos de incidencia: actualmente es de 107,76 contagios por cada 100.000 habitantes a 14 días, lo que ha supuesto un incremento en diez puntos. Pero si esa incidencia se mide a 7 días, es de 43,17 lo que supone una reducción de casi 8 puntos en una semana. “Si se mantiene este dato en el tiempo, estaremos en un escenario de cierta estabilidad, pero seguimos muy atentos a la evolución día a día, y serán muy importantes los datos de las dos próximas semanas, ya después de Semana Santa”, ha concluido.
Dudas sobre cómo actuar cuando finalice el estado de alarma
Por su parte, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha admitido que existen “ciertas dudas, sobre todo desde el punto de vista jurídico”, sobre cómo actuar si se acaba el estado de alarma y son las distintas regiones las que tienen que tomar el testigo. “En aquellas situaciones donde se tienen que tomar decisiones que tienen que ver con los derechos fundamentales, tenemos dudas que veremos cómo se van trabajando y discutiendo” y que se abordarán en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) previsto para este miércoles.
Ha explicado que en ese encuentro también se abordarán las medidas a adoptar tras el 9 de abril, fecha en la que concluyen las iniciativas aprobadas el pasado 10 de marzo en el propio Consejo Interterritorial para toda la Semana Santa. El objetivo es tener medidas acordes “con la situación epidemiológica en la que nos encontramos en este momento”, ha destacado, reseñando que Castilla-La Mancha se encuentra “entre las tres o cuatro regiones con menor incidencia”.
En cualquier caso, Jesús Fernández Sanz ha indicado que la situación indica que “deberíamos seguir perimetrados” no solo en esta Comunidad Autónoma sino “todas las regiones”, aunque es algo que también se abordará no solo en la reunión del CSISN, sino en el Comité de Trabajo con el que cuenta Castilla-La Mancha.
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