Teníamos ya ganas de volver a oír las palabras del mejor cocinero del mundo en un escenario, teníamos ganas de saber de “El Bulli”, de su Fundación,su Fundación de escuchar preguntas tan simples cómo, ¿qué es la fruta? y comprobar que esconden detrás un ejercicio muy complejo: el querer conocer más, ir más allá de una simple naranja.
Y es que Adrià, tras cerrar su restaurante descansó. Y después necesito crear de nuevo. Pero ya no quería construir más platos. “Una máquina enchufada a la creatividad”, como le definió Pepe Rodríguez en la presentación de la charla, necesitaba volver al origen para entender y ordenar el conocimiento de la cocina.
Pero precisamente, sus platos, su modernidad que ahora parece que lleva con nosotros miles de años, es también esencia de este genio. Por eso, Adrià, nos ofreció en su charla un aperitivo con “las batallitas”de El Bulli. Nos ofreció la ración exacta para que los que no conocen su historia se emocionarán y, sin duda, los que la conocemos la valoráramos todavía más, aunque jamás probáramos sus platos.
“Estuvimos 14 años sin ganar dinero, pero nos la jugamos y El Bulli fue algo irrepetible. Una generación de cocineros, amigos, que trabajaron juntos por amor a la gastronomía. Era una manera de entender la vida, 17 horas de lunes a domingo. Ni siquiera hicimos una fiesta cuando nos daban los premios, porque nosotros trabajábamos para la cocina no para los premios”, explicó Adrià.
“El Bulli lo hicimos entre miles de personas, de cocineros de todo el mundo, y esa parte humana queremos que continué con la fundación pero de otra manera”, finalizó antes de mostrar un vídeo de este proyecto.
Cocina, conocimiento y vanguardia
¿Pero qué habrá creado ahora este hombre?, pensábamos muchos en el patio de butacas. Fue entonces cuando nos volvía a sacudir con preguntas. ¿Saben si la primera tortilla de la historia llevaba cebolla?, ¿qué es la fruta? o ¿cuándo empieza la cocina? o ¿la mayonesa es una salsa?.
Pero el mayor “runrún” entre los asistentes a su conferencia llegó cuando a continuación disertó sobre qué es herramienta, técnica, tecnología y ciencia. Una de las razones era porque estaba en juego una cena con él.
Un joven se atrevió e intentó responder pero no acertó. Así lo explicaba Adrià. “El cuchillo es la herramienta; el corte del jamón, la técnica; el conocimiento de la técnica, la tecnología; y el estar un año para saber la temperatura ideal a la que cortar jamón, la ciencia”. Adrià premió con la cena a su invitado por el atrevimiento al subir al escenario y dejo una frase par la reflexión: “somos un país maravilloso, pero nos falta ser valientes”.
Volviendo a las preguntas, ¿qué es más importante conocer el tomate o la tomatera? Eso es lo que ha estado tratando de entender durante estos años y es lo que va a plasmar en su proyecto de la “Bullipedia”, basado en el concepto de Wikipedia.
Será una de las tres partes de la Fundación, junto con el centro de exposiciones en el que se convertirá el restaurante. Un ambicioso proyecto a nivel global, gratuito y online que definen así. “Un archivo creativo en el que se ordenará el conocimiento de la historia de la cocina y que pretende a ayudar a formar a todos los cocineros de todo el mundo”.
¿Se imaginan estar en su casa y acceder desde su Ipad a toda esta información para hacer la receta o para crear otra? ¿Se imaginan quién podría reunir a los mejores expertos en cada materia y ofrecerlos de forma gratuita y online al mundo?
Sí, han acertado. Un genio cómo Adrià. Un hombre que ha invertido junto a Juli Soler 9 millones de euros de su propio bolsillo “para tener libertad” y crear un legado para el resto de la humanidad, igual que El Greco nos dejó su visión del mundo a través de sus cuadros.
Me hubiera gustado ganar la cena con Ferrán Adrià, lo intentaré en próximas charlas, pero más aún haber podido compartir una mesa y un buen vino con él y El Greco.
