La Cátedra de Igualdad 'Isabel Muñoz de Caravaca' proyecta una app para detectar actitudes sexistas en las aulas

En junio de 2019, la Universidad de Alcalá y el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha presentaban la nueva Cátedra de Investigación ‘Isabel Muñoz Caravaca’, una colaboración a largo plazo entre ambas instituciones en materia de igualdad.

En el ecuador del proyecto que se prolongará en su primera fase hasta 2021 hacemos balance de su actividad coincidiendo con la reciente presentación de dos proyectos de investigación relacionados con la lucha contra la violencia de género, a pocos días del 25N, el Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

Concepción Carrasco Carpio, directora de la Cátedra y profesora titular de la Universidad de Alcalá en el Departamento de Economía nos detalla algunos de los proyectos de futuro que pasan por ahondar en la prevención de las violencias sexistas entre los adolescentes o la apuesta por los proyectos I+D+i de implantación nacional.

La cátedra de Investigación ‘Isabel Muñoz Caravaca’ tiene poco más de un año de vida. ¿Qué balance hace de esta primera etapa?

Muy positivo porque en año y medio hemos podido llevar a cabo nuestra primera investigación importante con los recursos de la Cátedra y gracias al personal. Se ha generado un equipo muy interesante en la Universidad de Alcalá en el que hemos colaborado profesorado y alumnado. Ha sido una experiencia fantástica, sobre todo de conocimiento, de reflexión, de crítica…

Hemos colaborado con el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y todo surgió después de una primera colaboración en la elaboración del Protocolo contra la Mutilación Genital Femenina. Quisimos seguir haciendo investigación desde el ámbito universitario.

Tenemos un equipo multidisciplinar con especialistas en Economía, Psicología, Sociología, Psicopedagogía, Filosofía, Derecho… además de estudiantes de distintas ramas.

Tienen además un interés específico en trabajar con alumnos de Educación Infantil y de Primaria. ¿Por qué?

Uno de los objetivos de la Cátedra es trabajar con población joven y cuanto menor edad, mejor. Queremos luchar por la igualdad entre hombre y mujer como valor supremo y creo que todos y todas estaremos de acuerdo en que donde se juega estos principios de igualdad es en las primeras etapas de vida de los chicos y las chicas en el ámbito escolar o en el familiar.

En este último caso, aunque es un ámbito privado tiene mucha repercusión social, todo depende de cómo te hayan educado, el proceso es complejo, a veces de construcción y otras de deconstrucción.

De hecho, el primer proyecto de investigación fue realizar una encuesta entre más de 1.000 estudiantes de ESO para conocer su percepción sobre la igualdad. ¿Les han sorprendido los resultados?

Por un lado, no. Sabíamos por otros estudios que mucha población adolescente sigue manteniendo actitudes sexistas. Nos preocupan especialmente las redes sociales o el consumo de pornografía.

Por otro, en pleno siglo XXI y respecto a un sector de la población que ya tiene posibilidad de reflexionar sobre lo que está viviendo a su alrededor se espera que tenga ya impregnada en su ADN que la igualdad entre chicos y chicas es algo básico.

Nos sorprenden actitudes respecto al amor romántico, el mito de la media naranja o de la pasión eterna y las mariposas en el estómago. Sabemos que son jóvenes entre 13 y 17 años, pero no, no dejan de sorprendernos.

¿Cuál es la conclusión principal del estudio y para qué nos puede servir al conjunto de la población?

Creo que lo principal es que la población adolescente sigue manteniendo actitudes sexistas, estereotipadas, distorsiones del pensamiento sobre la violencia de género o sobre lo que significa el amor. Eso en líneas generales.

A efectos del trabajo que hay que realizar, ahora se trata de clarificar qué significa igualdad entre chicos y chicas. Eso puede servir para evitar confusiones. Por ejemplo, se dice que una chica es más paciente que un chico y al final no deja de ser un estereotipo por ser mujer. Un hombre puede ser tan paciente o más como la mujer.

Hay que trabajar esta cuestión en el ámbito educativo. Una de las conclusiones que no aparece en el informe es que en los institutos que hemos visitado y que habían trabajado la igualdad de género se notaba bastante que sus respuestas eran contrarias al sexismo hostil o al llamado sexismo benévolo, ese que dice que a las chicas hay que cuidarlas.

¿Y las redes sociales que usted dice que preocupan, pueden convertirse en aliado para mejorar en cotas de igualdad?

Será precisamente una cuestión sobre la que nos proponemos investigar. Es nuestro próximo proyecto. Tanto las bondades como las dificultades en el acceso a las redes sociales y cómo se comunican los adolescentes a través de ellas.

Toda herramienta, y las redes sociales lo son, pueden ser utilizadas en positivo o en negativo, para bien o para mal. La investigación será de corte cualitativo. Es decir, tendrán que hablar más y les escucharemos más.

Otro de los proyectos de investigación en la Cátedra aborda ‘La violencia de género en el derecho internacional, europeo y español. Especial referencia a la legislación castellanomanchega’ que es pionera. ¿Qué quiere aportar este estudio?

Este estudio analiza cómo está la legislación con referencias al Convenio de Estambul, el más adelantado que existe y que España ha ratificado. A partir de ahí estudia cómo han tenido que cambiar cosas en la ley nacional o cómo se han adaptado algunas leyes como la castellanomanchega.

Se ha marcado una agenda jurídica que ha modificado los planteamientos en las distintas normativas. Es un trabajo denso y ahora estamos preparando una Guía Jurídica con conceptos básicos y con las cuestiones pendientes para estar a la vanguardia de la lucha contra la violencia de género que estará lista el 15 de diciembre.

¿La Cátedra tiene otros proyectos en cartera a medio plazo?

Sí, queremos solicitar un proyecto de I+D+i a los recursos estatales e incluso a los recursos regionales en la misma línea para una investigación más amplia. Sobre redes sociales y adolescente pero también sobre las violencias cruzadas.

Haríamos un laboratorio de experiencias con la población adolescente, pero también queremos aplicar el instrumento ad hoc que resulte de nuestra investigación a nivel estatal, a través de las Facultades de Educación de todas las provincias españolas y tratar de crear una app.

El objetivo es que el propio maestro pueda detectar las actitudes sexistas y estereotipadas en las aulas. Esperamos conseguir el proyecto.

Este 25N, el Día de la Eliminación de la Violencia de Género, ¿por dónde deben ir las reivindicaciones?

Creo que la pandemia ha puesto en evidencia que la violencia de género se ha visto incrementada por la convivencia forzosa pero las reivindicaciones de siempre, las del feminismo que ahora se denomina la cuarta ola siguen presentes en la sociedad y no deben dejar de manifestarse, sea como sea.

Si tiene que ser a través de streaming, que lo sea. La creatividad de las mujeres es importante y puede hacer sorpresas.

Ustedes han organizado actividades vinculadas al 25-N a través de unas jornadas…

El 25 de noviembre se lee un manifiesto en la Universidad de Alcalá en contra de la violencia de género que une a los campus en la lucha contra esta lacra que no deja de ser realidad. aunque nos pese.

Los días 24 y 26 de noviembre se han organizado unas jornadas que podrán seguirse vía streaming con las principales conclusiones de los estudios de investigación. Serán inauguradas por la directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Alcalá, Adoración Pérez Troya y la vicerrectora de Responsabilidad Social y Extensión Universitaria, María Jesús Such.

La clausura correrá a cargo de la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Pilar Callado. Las dos sesiones pueden seguirse a través del canal de Youtube.

Este es el enlace para el día 24 de noviembre sobre la percepción de la igualdad entre adolescentes.

Y este es el enlace para la presentación del proyecto Legislación en violencia de género que se celebra el 26 de noviembre.