Hace años que los conocemos y los hemos visto al servicio de multitud de tareas, convirtiéndose en algo habitual en la vida cotidiana, tanto que han comenzado a regularse algunos usos. En las regiones con gran territorio agrícola, los drones también están comenzando a ponerse al servicio del cuidado del campo, y lo mismo ha sucedido con las instalaciones de generación y transporte de energía. En este último caso, hemos conocido el ejemplo de Eiffage Energía, que utiliza estas nuevas aplicaciones para la innovación en tres líneas de actuación.
La primera de ellas es el mantenimiento de sus instalaciones solares fotovoltaicas, principalmente en termografías periódicas de los módulos. Es decir, se pueden obtener imágenes de la temperatura incorporando las cámaras en el propio dron y mediante la realización de vuelos sobre la superficie de la planta fotovoltaica. Después, las imágenes se tratan en oficina para analizar los posibles defectos en los módulos y dotar de una herramienta de decisión al propietario sobre la idoneidad de un cambio de los mismos para mantener las ratios de producción previstas por la instalación.
Una segunda línea que utiliza esta empresa es el empleo de drones para inspección de líneas eléctricas de alta tensión. Con ello puede monitorizar los diferentes elementos de esta infraestructura. En este caso también puede ser mediante termografías para detectar puntos gradientes y elementos dañados, pero la novedad es que también se pueden instalar cámaras de fotos de alta resolución. De cualquier forma, en ambos casos la introducción del uso de drones supone elevar la fiabilidad y seguridad a los operarios en este tipo de mantenimiento, por realizarse de una manera más cercana que además otorga al propietario mejores diagnósticos.
Y la tercera utilización es en ejecución de instalaciones de generación eléctrica por fuentes renovables. Actualmente, Eiffage Energía ha introducido los vuelos periódicos de drones con este objetivo y como un elemento más de seguimiento de los trabajos.
Según explican desde la empresa, con la incorporación de esta tecnología, se consigue tener “una visión global de los avances de los trabajos por el personal que no se encuentra en la instalación”. La introducción del dron en este tipo de tareas permite “realizar un seguimiento de los ritmos de ejecución del global de las instalaciones, e incluso detectar problemas de ejecución que pueden ser analizados desde un punto de vista diferente al del observador a pie de tierra”.
¿Por qué los drones? Hay que tener en cuenta que las instalaciones solares fotovoltaicas tienen una gran extensión de terreno y las líneas eléctricas de alta tensión mucha longitud y se implantan por todo tipo de suelos, incluso con un acceso limitado o inexistente. Por eso, la introducción de drones en los procesos de ejecución y mantenimiento de instalaciones de generación tiene ventajas como el aumento de la productividad sobre los métodos de inspección tradicional, mayor fiabilidad en la relación de los diagnósticos y ahorro de tiempo para la toma de decisiones en lo referente a la instalación, es decir, mejor detección de disminuciones de rendimiento.
Los beneficios no terminan ahí. En Eiffage también han podido constatar que estos vuelos permiten introducir nuevas mejoras en las aplicaciones de predicción y mantenimiento debido al rápido desarrollo de estas tecnologías; monitorizar en tiempo real la evolución de los trabajos de ejecución de instalaciones solares fotovoltaicas; e introducir nuevas perspectivas de análisis de problemas o errores de ejecución.
Por su parte, en el caso de las líneas eléctricas de alta tensión, las ventajas pasan por la disminución de los riesgos asociados a las tareas de mantenimiento tradicionales, ya sea mediante recorrido a pie, con vehículo o helicóptero; mejora de la fiabilidad de la detección de averías o fallos; medición de las distancias contra la vegetación, para realizar el mantenimento adecuado de las zonas arboladas y evitar incendios; analizar accesos de forma segura en tramos de línea de difícil o inexistente; aumentar la productividad; y ahorro económico frente a técnicas tradicionales.
La principales conclusiones que Eiffage extrae de la utilización de estas aeronaves son beneficios tanto para el trabajador como para los clientes. En el primer caso, se reduce la fatiga física de cada operario al minimizar el esfuerzo y la exposición a factores orográficos, tanto en tendidos como en inspecciones, lo que origina un menor agotamiento y menor posibilidad de lesiones. Finalmente, respecto a los clientes, se reducen los tiempos de ejecución de los trabajos disminuyendo el tiempo de afección a las instalaciones.
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