Castilla-La Mancha recibe cuatro nuevos linces: Moraira, Mosquito, Malabar y Marchés

Malabar, Marchés, Moraima y Mosquito son los nuevos linces que pueblan las zonas de reintroducción de la especie en Castilla-La Mancha. Los ejemplares fueron liberados por el proyecto Life+Iberlince en la Sierra Morena Oriental, en el caso de Moraira y Mosquito, mientras que Malabar y Marchés ya se pasean por la zona de los Montes de Toledo. Junto a Mirabel y Medellín, liberados la última semana de enero de este año, ya son seis los nuevos linces que caminan por Castilla-La Mancha.

Tanto la Sierra Morena Oriental, en la provincia de Ciudad Real, como los Montes de Toledo son territorios en los que el proyecto Life+Iberlince trabaja, para llegar a consolidar la presencia de la especie, lo que no se limita sólo a Castilla-La Mancha sino que incluye otros territorios autonómicos como Extremadura y Andalucía. Durante 2015, el proyecto informó de que uno de los principales riesgos que corren los animales se encuentran en las carreteras, por lo que ha pedido la cooperación de las distintas administraciones para evitar el riesgo.

Los machos Malabar y Marchés nacieron en el Centro de Cría de Cautividad en la localidad de Zarza de Granadilla en la provincia de Cáceres y en el Centro de Cría en Cautividad de Silves en Portugal, respectivamente. De los animales liberados en la provincia de Ciudad Real, Moraira también nació en Cáceres mientras que Mosquito lo hizo en el Centro de Cría de 'El Acebuche' en Huelva. 

Tal como había informado ya el proyecto Life+Iberlince, en 2016 se pretende llegar hasta los 19 linces liberados en zonas de reintroducción de la especie, donde el hábitat reúna las condiciones necesarias para garantizar la superviviencia de una población viable. De estos 19, un total de diez se liberarán en los Montes de Toledo, y el resto se hará en la Sierra Morena Oriental. El proyecto pretende incrementar el número de ejemplares a 70 en Sierra Morena y otras 25 en Doñana-Aljarafe, así como establecer cinco nuevas áreas de reintroducción en Portugal, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia y Andalucía, con capacidad suficiente para conseguir poblaciones de lince ibérico autosostenibles.

En este sentido, el proyecto señala que se debe lograr una tasa de fijación de ejemplares que no sea menor al 50% de los individuos liberados y, en el segundo año, el 33% de las hembras reintroducidas en el territorio. Por otro lado esperan conseguir un alto grado de “apoyo social” y participación en las áreas de reintroducción, algo que también va de la mano de la Junta de Comunidades, entre los otros socios del proyecto.